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¿Quién es la miss Brasil dueña de la "Mansión Swinger" de Punta del Este?
24/07/2018 - 21:37hs

El profesor de inglés Edwar Alexis Vaz Fascioli bajó de su departamento en pleno centro de Punta del Este el 9 de julio poco antes de las 22. Cuando abrió la puerta, fue ultimado por una bala calibre .38 que atravesó su frente.

Desde entonces, se conoció una trama secreta sobre una mansión donde se organizaban fiestas swinger –a la que acudían principalmente parejas argentinas y brasileñas– y un divorcio millonario que involucraba a Vaz Fascioli y a su esposa, llamada "Lulú".

La justicia uruguaya sigue buscando a los dos sicarios y procesó a la exesposa de de la víctima –también conocida bajo el seudónimo de "Bárbara"–, principal sospechosa de autoría intelectual del asesinato.

Pero una de las principales dudas era quién el propietario de la mansión. Se sabe que fue construida gracias a aportes de un ex jefe de Gabinete de Carlos Menem y estaría involucrado otro exfuncionario menemista, que estuvo preso por malversación de fondos públicos.

"Gypsee Queen" (Reina Gitana) es el nombre de la casona en el exclusivo barrio Beverly Hills. El predio consta de un terreno de 1.049 metros cuadrados donde se emplazan dos casas, que suman diez dormitorios y diez baños.

El nombre de la propiedad intentaría mostrar el origen étnico de Lulú, cuyo padre se presenta como "príncipe internacional de los gitanos", según indican las crónicas policiales del país oriental. Aunque ella negó algún lazo sanguíneo con él.

Más tarde, el inmueble fue comprado por un "terrateniente brasileño socio de Donald Trump", según indicó "Lulú" al diario uruguayo El País. Su nombre es Ronosalto Pereira Neves, quien abonó u$s1.250.000 en 2013 para quedarse con la casa y está casado con Nayla Micherif, ex miss Brasil 1997.

Micherif y Pereira Neves, dueños de la "Mansión Swinger"

Con ese dinero, "Lulú" compró un departamento en el edificio YOO de la avenida Roosevelt por u$s250.000 que fue puesto a nombre de su íntima amiga "Leticia", con quien convivió en una de las dos casas de la mansión. Según el abogado de la familia Vaz, Martín Etcheverry, el inmueble se simuló como una venta por u$s200.000.

Tras la compra de la mansión, "Lulú" y Leticia quedaron como administradoras de la propiedad hasta el 14 de julio pasado, cuando la sospechosa del crimen de su exmarido fue detenida por la policía y le dictaron la prisión preventiva por 90 días. El día anterior, fue detenido un albañil que habría llevado a los sicarios hasta la casa de la víctima.

Sexo, mentiras y videoVaz y "Lulú" tuvieron dos hijos, que tienen 20 y 16 años. Pero no mantenían un matrimonio "tradicional": ambos practicaban la bigamia. Y algunas declaraciones señalan que él era el encargado de cuidar a los chicos, mientras su exmujer viajaba por el mundo.

Hasta un año después de la separación, Vaz seguía instalado en una de las casas de la mansión, mientras que en la otra Lulú vivía con una nueva pareja y con su amiga, con quien hacían las fiestas swinger. Aunque él era quien las organizaba, según relató la imputada.

"Tanto yo como mi amiga nos prostituimos obligadas. Después de nueve años intenté divorciarme, pero nunca pude. Él era un tipo muy chiquito, pero con ideas nazis y estaba armado. Era proxeneta", declaró  la mujer.

"Sería la primera vez que se da una situación en que la prostituta es la rica y el proxeneta es el pobre", lanzó Martín Etcheverry, abogado de la familia de la víctima. Según el letrado, Vaz había vendido un auto de diez años de antigüedad, vivía en un departamento alquilado (donde fue asesinado) y debía cuotas de un crédito hipotecario.

Pero esas fiestas de intercambio de parejas eran más que conocidas en la noche esteña. Se estima que eran frecuentadas mayoritariamente por empresarios y políticos argentinos y brasileños de alto nivel adquisitivo. Según la prensa local, habría registros en video de esas fiestas captadas por cámaras escondidas en la mansión.

Por el momento, se desconoce el paradero de los sicarios. Sólo habló el conductor del auto, un albañil que trabajaba para la sospechosa, a quien confesó temerle. La mujer está detenida bajo prisión preventiva de 90 días hasta que se devele el misterio de la mansión swinger.