Expedición de pesca, cazar en el zoo y abuso de presunciones: prácticas que AFIP mantiene en todas las gestiones
"Expediciones de pesca" y "cazar en el zoológico". Advertimos a cualquier lector desprevenido, que no nos referimos a ninguna actividad reñida con los principios de Greenpeace ni mucho menos. Nos referimos a un tema muy sensible para todos los ciudadanos de a pie: el impacto de los impuestos en el bolsillo.
Desde el célebre Carlos Tacchi, pasando por Ricardo Echegaray y llegando a Leandro Cuccioli, los recaudadores de impuestos no dejan de caer en la tentación de utilizar -y a veces abusar- estas polémicas herramientas.
El último ejemplo refiere al envío masivo de mails en busca del empleo doméstico "en negro". O como bien supieron bautizar en las redes sociales: el índice de "Mucama Mínima Presunta".
La avanzada no es nueva, ya en 2013 bajo las órdenes de Echegaray se implementó un operativo similar que generó aún más alarma entre los contribuyentes ya que desde la AFIP advertían que los inspectores podían ir domicilio por domicilio a comprobar la existencia del personal doméstico en negro.
Expertos consultados por iProfesional que prefirieron mantener reserva de identidad señalaron que "resulta extraño que se haya intimado a cónyuges de quienes tienen a cargo el personal doméstico. Si utilizan las bases de ANSES para determinan a quien le corresponde tal o cual deducción, deberían usar las mismas bases para no enviar intimaciones o inducciones sin sentido".
En tanto, fuentes de la AFIP señalaron a este medio que "esta campaña es de inducción, no es fiscalización. La idea es que si la gente tiene a la empleada, la declare; y, si no, no es necesario que responda la carta electrónica".
"Los cruces sobre los cuales se mandaron las 650 mil cartas se hicieron en 2017 en base a los domicilios con los que la AFIP contaba en ese momento. Con estas inducciones ya se logró que 36 mil personas que trabajan como empleadas sean regularizadas", agregaron desde la AFIP.
Uso y abuso de las presuncionesIvan Sasovsky, CEO de Sasovsky & Asociados, señaló que "las presunciones en materia tributaria no sólo trascienden desde Echegaray, fue el recordado Carlos Tacchi quien hace ya más de 20 años, con un sistema tributario totalmente diferente, incorporó presunciones como contrapeso a una evasión casi imposible de controlar en un contexto carente de tecnología.
Hoy en día, la mayoría de las presunciones más controvertidas siguen existiendo, para graficar algunas podemos hacer un repaso por impuesto:
IVA:
- Cómputo de crédito fiscal originado en la compra de automóviles con un valor máximo de $20.000.
- Exención de alquileres de inmuebles no destinados a viviendas que superen los $1.500 mensuales.
Impuesto a las Ganancias:
- Amortizaciones de automóviles con un tope máximo de $20.000.
- Imposibilidad de aplicar ajuste por inflación.
- Gastos de automóviles topeados en $7.200.
- Seguro de vida topeado en $996,23.
- Deducción de intereses por adquisición de vivienda con crédito hipotecario topeado en $20.000 anuales.
- Gastos de sepelio topeados en $996,23.
- Pago de anticipos por la ganancia del año anterior.
- Retenciones de ganancias.
- Valor locativo o alquiler presunto.
"Cuando nos referimos a las presunciones antes mencionadas, por prescripción legal, éstas no admiten la prueba en contrario, lo que en principio ya es llamativo, dado que atenta contra toda lógica y sana crítica necesarias para mantener la imparcialidad tributaria. Hasta incluso se transgrede contra los indicios en los que se deben sustentar necesariamente todas las estructuras presuntivas", advirtió Sasovsky.
"Éstos razonamientos nos incentivan a cuestionarnos el rol de la admisibilidad de la prueba en contrario en materia de presunciones, razón que implica una evolución lógica de un sistema tributario plagado de nuevas tecnologías al que cada vez le cuesta menos la construcción tributaria de la realidad del contribuyente", concluyó el experto.
En igual sentido, Diego Fraga, socio de RCTZZ Abogados, puntualizó a este medio que "es muy triste que en lugar de limitar el accionar de un organismo tan poderoso como la AFIP se siga incurriendo en acciones que resultan -cuanto menos- polémicas desde lo jurídico".
"El uso de presunciones de manera generalizada e indiscriminada para la recaudación de tributos tiene un claro objetivo, y es simplificar las tareas de los funcionarios encargados de llevar adelante las funciones básicas del organismo", agregó.
"Este uso -en muchas oportunidades abusivo- no sólo genera molestias en los contribuyentes -quienes deben realizar esfuerzos para demostrar que las presunciones que se aplican son erróneas- sino que además pueden llevar a situaciones de extrema iniquidad, por afectar la capacidad contributiva de estos individuos", detalló Fraga.
"Resulta paradójico que se sigan dando facilidades a funcionarios de un ente que cuenta cada día con más herramientas, sobre todo a raíz de la poderosísima base de datos en su poder -digna de envidia de cualquier central de inteligencia- y que se nutre del trabajo de contribuyentes, responsables y terceros que incesantemente deben enviar información al fisco sin remuneración alguna", advirtió el abogado.
"Debería ser al revés, hacer más eficiente al organismo y evitar molestias a los ya sufridos contribuyentes", señaló Fraga.
"Ahora bien, las cartas de inducción como las que se han enviado en estos días no hay que tomarlas más allá de sus objetivos, que son infundir algo de temor en quienes presuntamente se encuentran en falta para que procedan a regularizar su situación", explicó el experto.
"Es más, se les ha pretendido dar un tono amable a las misivas, a partir de enunciar los beneficios de tener al personal doméstico en blanco", puntualizó.
"Ese tipo de campañas siempre se han hecho a lo largo de la historia, son razonables y con la reciente generalización del domicilio fiscal electrónico van a verse multiplicadas, por el bajo costo que tienen", concluyó Fraga.