Arcor fabricará en Angola los tradicionales "Bon o Bon"
Arcor, la mayor productora de golosinas de la Argentina y una de las mas grandes a nivel internacional, negocia la instalación de una fábrica en Angola. Con ese objetivo, la multinacional cordobesa apunta a asociarse con el Grupo Webcor para desembarcar en esa nación africana abriendo un establecimiento productivo para iniciar la producción de golosinas y galletitas.
Según informó el holding propiedad de la familia cordobesa Pagani a la Comisión Nacional de Valores (CNV), la inversión total que llevará la nueva planta industrial será de u$s45 millones, de los cuales Arcor aportará la mitad, es decir u$s22,5 millones.
La operación se encuentra sujeta a la aprobación del gobierno de Angola, lo cual podría ocurrir antes de fin de año. Si se concreta, será la primera fábrica que Arcor abre por fuera de América latina, donde ya está presente con 47 plantas de las cuales 35 se encuentran en Argentina, y el resto se distribuyen entre Brasil, Chile, Perú y México.
En una de sus asambleas de accionistas se detalla el plan de negocios que el grupo quiere llevar adelante en Angola. Según se desprende del comunicado de ese encuentro enviado a la CNV, la idea es cerrar un joint venture con el Grupo Webcor "para el desarrollo conjunto de negocios conjuntos en Angola".
En la actualidad, la empresa ya exporta una gran cantidad de sus productos a esa nación africana desde hace por lo menos 20 años. De hecho, el Bon o Bon es tan conocido como en Argentina, y será uno de los productos estrella de la nueva fábrica. Su socio en la distribución es precisamente el Grupo Webcor, considerada una de las mayores empresas de logística de ese país.
El objetivo de la asociación entre ambas empresas busca obtener ventajas competitivas en relación a las variables de costos y distribución, incrementar los volúmenes actuales de venta para retomar valores considerados históricos.
Para canalizar las inversiones, Arcor y Webcor firmaron un convenio que crea un holding en Dubai, de la cual ambos grupos controlarán cada uno el 50% del capital. Esa holding será la controlante de la sociedad que se constituirá en Angola a partir de la construcción de la nueva planta industrial donde se fabricarán el Bon o Bon, chupetines y galletitas que también se venderán en otros países africanos como Congo, Zambia, Namibia y Botswana.
De todos modos, el proyecto se encuentra condicionado a que el del gobierno Angola apruebe la planta y permita la repatriación de fondos, y que se obtengan ciertas exenciones impositivas.
El acuerdo también establece aspectos societarios como la conformación del directorio, forma en que se tomarán ciertas decisiones, restricciones para la cesión y venta de acciones y que los gerentes General e Industrial sean nombrados por Arcor y el Financiero por Webcor. Además, la subsidiaria Arcor AG, con sede en Suiza, será la controlante del 50% del nuevo holding con base en Dubai.
De esta forma, el holding cordobés concretaría una fuerte invesión en uno de los principales mercados africanos que tiene una población de 19 millones de habitantes, un PBI de u$s110.000 millones y un crecimiento económico de casi 8% anual. Además, integra la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), y es la segunda exportadora de hidrocarburos de África.
Cifras envidiables si se tiene en cuenta la actual coyuntura argentina en donde la economía está a punto de ingresar en recesión por lo menos durante los próximos seis meses. Y donde los productos que fabrica Arcor también se ven afectados por ese negativo escenario y la fuerte caída del consumo, más que nada en el sector de alimentos y bebidas que ya arrastra una caída de dos años y medio ininterrumpidos.
Angola sería, en este escenario, la primera inversión fuerte de Arcor fuera de la Argentina llevada a cabo este año. Se trata del mismo mercado al que, en el 2012, quiso llegar el anterior gobierno de Cristina Kirchner con una delegación de empresarios que encabezó Guillermo Moreno.
El polémico ex Secretario de Comercio llegó a ese país con una delegación de 250 empresarios, entre los que se encontraban representantes de La Salada y del Mercado Central, además de ejecutivos del sector aceitero, productores de soja y frigoríficos.
Sin embargo, ese viaje terminó en fracaso y hasta generó la apertura de varias causas judiciales para investigar supuestos actos de corrupción que envuelven a algunos de los ex funcionarios K y a varios de los hombres de negocios que estuvieron en Angola.