YPF entra de lleno en el mercado eléctrico: invierte u$s1.300 M en su nueva empresa de generación
En el medio de los conflictos que involucran actualmente al mercado de los combustibles luego de la crisis cambiaria y la disparada de la inflación, YPF está a punto de lanzar su propia empresa de generación y comercialización de energía.
El objetivo es el de convertir a la petrolera estatal en un importante jugador en el negocio de la electricidad. En concreto, posicionar a la empresa como uno de los principales generadores de energía eléctrica del país.
En realidad, la nueva compañía controlada se sienta sobre las bases de YPF Energía Eléctrica (YPF E.E), que ya opera en este negocio desde 2013 cuando la petrolera le compró a Pluspetrol su participación en dicha empresa, en la cual YPF tenía un 45%. Actualmente, tiene como accionista minoritario, con el 25% del capital, a una firma subsidiada de la multinacional norteamericana General Electric como es GE Energy Financial Services Inc. (EFS).
El anuncio sobre el plan de negocios para los próximos cinco años, hasta el 2022, y el nuevo nombre con el que se bautizó a esta energética renovada se llevará a cabo en los próximos días.
Si bien desde YPF rechazaron dar más precisiones, en el mercado se asegura que uno de los nombres en carpeta para la nueva sociedad sería YPF Light, aunque otros lo descartan.
El objetivo del cambio de nombre sería el de eliminar toda vinculación con el anterior gobierno kirchnerista, período en el cual se creó YPF E.E., además de darle una nueva identidad a la asociación accionaria con GE.
También afirman que, entre las iniciativas, se apuesta a las energías renovables como principal fuente de generación. De hecho, en uno de sus últimas presentaciones ante sus inversores, el directorio de la petrolera adelantó que el objetivo es seguir incrementando su capacidad para generar electricidad que en el 2016 era de 1,3 GW y pasó a 1,9 GW entre el año pasado y este año y que se duplicaría en el 2022.
La intención sería la de alcanzar un nivel de crecimiento de 3,5% anual teniendo en cuenta que sus ejecutivos consideran que en el país la generación de electricidad es anticuada y altamente ineficiente.
En este marco, se proyectan fuertes inversiones justificadas en el crecimiento del Ebitda de la petrolera y su experiencia en el apalancamiento de los desembolsos. También en sociedad con la empresa de GE y con un futuro nuevo accionista que se va a incorporar a la sociedad en los próximos meses con un capital similar al de EFS, es decir otro 25%.
Uno de los mencionados como posible interesado es el fondo Blackstone, aunque se menciona además a Pampa Energía, el grupo de Marcelo Mindlin.
La marca de una nueva etapa
El cambio de marca y la renovación de la imagen y los planes para el sector de generación eléctrica llegan lugo de que los entes regulatorios locales aprobaron el ingreso de GE al capital accionario de YPF E.E y de que las condiciones actuales de mercado favorecen el desarrollo de iniciativas para este negocio, tras los cambios en las reglamentaciones y en las tarifas, tanto mayoristas como minoristas.
En la actualidad, YPF E.E está valuada en u$s1.200 millones y desde su creación, durante el gobierno de Cristina Kirchner,
administra la central termoeléctrica de El Bracho en Tucumán, constituida por dos ciclos combinados que totalizan 800MW de potencia.
En 2016, anunció la construcción de un parque eólico de 100 MW en Mantiales Bher, Chubut, además de tres proyectos termoeléctricos con GE que suman 480MW en Neuquén y Tucumán.
Y tras el desembarco de GE busca potenciar y acelerar los proyectos de generación eléctrica en los próximos años. De hecho, en marzo pasado invirtieron u$s200 millones en una nueva central térmica que demandó una inversión está integrada también por dos turbinas GE de 110 MW cada una en pleno corazón de Vaca Muerta, en Neuquén.
Se trata de la central Loma Campana, ubicada en el corazón del yacimiento de gas y petróleo más importante del país, pensada para agregarle valor al gas que YPF extraiga de esa zona al procesarlo para obtener energía eléctrica.
Durante la inauguración de esta central, Miguel Gutiérrez, presidente de YPF, admitió que pretenden acompañar la generación de gas con energía para agregar valor a las extracciones de Vaca Muerta.
Del mismo modo amplió la capacidad de El Bracho, en Tucumán, con un inversión por u$s160 millones para sumar una nueva planta de energía eléctrica, con una capacidad de generación de 266 MW de potencia, que se suma a las otras dos plantas que la compañía posee en ese complejo que ahora alcanza una capacidad 1103 MW de potencia, equivalentes al consumo aproximado de energía de más de 280.000 hogares.
Adicionalmente inició el proceso para ampliar aún más esta capacidad para llegar en el 2020 los 1.300 MW de potencia de generación y abastecer a más de 1.3 millones de usuarios, lo que equivale al 4,2% de la demanda máxima del país.
Parte de los fondos para expandir las operaciones de la nueva compañía son directamente aportados por GE como es el caso de Loma Campana, y siempre con la mira puesta en duplicar la capacidad a los actuales 1800 MW. De hecho, para los próximos años el plan de inversiones supera los u$s1.300 millones.
Esos fondos servirían, por ejemplo, para la construcción de otra central termoeléctrica de 60 MW en Manantiales Behr, Chubut, donde YPF posee uno de sus yacimientos más importantes de petróleo y también está montando un parque eólico.
Además, la nueva sociedad busca aprovechar las fortalezas de GE como líder a nivel mundial en el mercado de la generación eléctrica, en especial en lo que respecta a la provisión de tecnología y equipamiento.
Entre los nuevos proyectos se destacan también dos parques eólicos de 100 MW en el sur del país y una planta de co-generación de 85 MW en la Refinería de Dock Sud. Analiza también otra docena de proyectos en diferentes etapas de desarrollo y que abarcan la generación de energía térmica, eólica, solar y otras), los cuales le podrían agregar más de 1500 MW a la capacidad de generación actual.