Fiat Chrysler apuesta a convertir a Jeep en el "buque insignia" del grupo

Fiat Chrysler Automobiles (FCA) está planeando una reestructuración importante de cara al futuro y que alterará el rol que juegan sus marcas más emblemáticas, según anunció su CEO, Sergio Marchionne.

El líder de FCA dijo que Jeep será el “buque insigna” del grupo, debido al éxito que tuvo recientemente en Europa.

En tanto, Fiat quedará relegada. Se centrará en modelos “que están funcionando”, como la gama 500 y el Panda.

Aunque tendrá “un papel menos importante”, no será eliminada. Marchionne recordó que la marca es un “símbolo” y que “hay que conservarla” y “desarrollar sus puntos fuertes”.

Según Marchionne, se hicieron “muchos esfuerzos” en el Viejo Continente para consolidar Jeep, y ha señalado que “hay que ser cautos de no correr detrás del mercado de masas en Europa”.

Al ser preguntado por el auge de los vehículos eléctricos, ha emplazado al próximo 1 de junio para conocer los planes que tiene FCA, fecha en la que Marchionne expondrá el plan estratégico de la compañía para los próximos años.

Aún así, ha adelantado que la electrificación es “el futuro pero no el presente” y que aún queda tiempo para que se produzca el cambio a ese tipo de propulsión en el mercado.

Con respecto al diésel, Marchionne ha afirmado que desde la compañía pretende “disminuir la dependencia”, pero el mercado será el que dirá si esta propulsión continúa o no, al mismo tiempo que ha hecho hincapié en que el coste de esta transición “será muy alto”.

A su juicio, los motores gasolina con un componente eléctrico serán los sustitutos de los propulsores diésel.

Por otra parte, aunque no cerró la puerta a establecer algún tipo de alianza con inversores chinos en el futuro, ha señalado que en FCA están centrados en sus objetivos para 2020, lo que incluye alcanzar los 9.000 millones de euros de beneficio operativo.

Estos objetivos también incluyen la consolidación de Jeep y Ram y los planes para desarrollar Maserati y crear un plan global para la marca.

Alfa Romeo, también del grupo, que no ha cumplido las expectativas de crecimiento que se marcó el grupo -400.000 unidades hasta 2019-, ha conseguido “resucitar como marca”, según Marchionne.

“Lo hemos intentado durante años”, ha contado Marchionne, y al final lo que ha funcionado ha sido utilizar una arquitectura y plataforma compartida con Maserati.