¿Qué tendrá Perú?: el "extraño" país con crisis políticas que no complican una economía pujante
Uno de los rasgos característicos de la mayoría de los países de América latina es que toda crisis política incide directa o indirectamente en el rumbo de la economía. Sin embargo existe un caso que parece diferenciarse del resto, y es Perú.
El país andino viene transitando una sucesión de circunstancias de orden político, muchas de ellas ligadas con la corrupción,a partir de las cuales los últimos expresidentes del país son investigados, están detenidos o son prófugos de la justicia.
En tal sentido, la situación de cada uno de ellos es la siguiente:
"¢Alan García es investigado por presunto lavado de activos y enriquecimiento ilícito.
"¢Ollanta Humala tiene una orden de detención y estará recluido preventivamente durante 18 meses. Se le acusa de lavado de activos en detrimento del Estado y de asociación ilícita para delinquir."¢Alejandro Toledo es prófugo de la justicia de su país y Perú le pide su extradición a Estados Unidos, donde reside. Se le acusa, entre otras cosas, de recibir un soborno millonario de la constructora brasileña Oderbrecht. "¢Alberto Fujimori fue condenado a 25 años por múltiples violaciones a los derechos humanos y tiene además otros juicios en curso."¢Francisco Morales Bermudez fue sentenciado en Italia a cadena perpetua por la participación de su gobierno en el Plan Cóndor. En la actualidad permanece en Perú.
Este cuadro de situación es el que lleva al politólogo Fernando Tuesta, de la Pontificia Universidad Católica de Perú a afirmar que "somos un país difícil de gobernar, un país descontento cuya elite política no ha estado a la altura de resolver esa situación y donde muchos de los políticos se han encaminado por el lado de la corrupción".
Ahora le llegó el turno a Pedro Pablo Kuczynski, quien se vio obligado a renunciar a la presidencia a mediados de este mes y ahora tiene prohibido salir del país, un día antes de que el Parlamento iba a debatir y votar su salida por supuestos vínculos con la constructora brasileña Odebrecht y entre llamados a la renuncia de varios congresistas, en especial los representantes del partido Fuerza Popular, que encabeza Keiko Fujimori.
Sin embargo, a pesar de lo que se podría presumir ante semejante crisis, las reacciones del mercado muestran un escenario de estabilidad.
Tan es así que en el ámbito bursátil el indicador clave de la Bolsa de Lima, el SP/BVL SEL, que agrupa a las principales compañías del país, prácticamente no sufrió alteraciones en sus cotizaciones desde que se anunció la dimisión.
Es más, minutos después que se concretara la misma, la agencia Fitch Ratings emitió un comunicado en el que mantuvo la calificación crediticia de Perú en BBB+ con perspectiva estable.
La agencia argumentó que a favor del país juegan las sólidas cuentas fiscales y externas, además de la credibilidad y consistencia de las políticas macroeconómicas que se vienen aplicando en los últimos años.
"Ello ha permitido generar estabilidad y ha brindado un espacio fiscal para adoptar medidas que soporten el crecimiento del país sin deteriorar la sostenibilidad fiscal", expresa en el comunicado.
Con esta ratificación, Perú es el único país de la región que ha mantenido su calificación crediticia con perspectiva estable en las tres principales calificadoras de riesgo.
Fitch resalta que el continuo crecimiento económico y la credibilidad del marco macro fiscal han permitido que la deuda pública se ubique por debajo del promedio de países con similar calificación, lo que refleja la prudencia en el manejo de las cuentas fiscales.
Además, se cuenta con activos financieros líquidos como el Fondo de Estabilización Fiscal que otorgan mayor flexibilidad al financiamiento y limitan el impacto del mayor gasto por la "Reconstrucción en la deuda pública".
Por otro lado, se resalta la baja inflación y que las expectativas se encuentran ancladas al rango de metas establecido por el Banco Central de Reserva (BCR).
Así también, menciona que la continua caída de la dolarización financiera permite mayor flexibilidad cambiaria y menor exposición ante un descalce de monedas.
En cuanto al sector externo, según la agencia calificadora, Perú mantiene una sólida posición de reservas internacionales y un bajo déficit en cuenta corriente.
Finalmente, estima que dicho déficit será financiado totalmente por inversión extranjera directa.
La opinión de los analistas privadosEn opinión de Tuesta, a partir de la renuncia de Kuczynski "el mejor escenario es aquel que logre brindar estabilidad, gobernabilidad y que permita que la economía logre tener el mismo dinamismo de antes, pero eso pasa por hechos políticos".
"Un gobierno de Vizcarra podría cumplir esa función, pero no es fácil, él está solo, pues no tiene bancada ni partido", agregó.
Al comunicado de Fitch se sumaron horas después sendos informes del Instituto Peruano de Economía (IPE) y de dos consultoras privadas, Macroconsult y Kallpa SAB, que también mostraron una actitud positiva frente a la crisis política.
Para Diego Macera, gerente general del IPE, todos los pronósticos de crecimiento del PBI que se habían elaborado para el corriente año tomaron en cuenta un posible escenario de vacancia o renuncia del presidente, "por lo que no se debería ver un ajuste significativo luego de la renuncia de Kuczysnki".
Asimismo, el economista señala que las peores facetas de la crisis política, que podrían condicionar la estabilidad económica, ya fueron superadas. "El mercado ya soportó lo peor y la estabilidad no debería verse perjudicada en este escenario", afirmó.
Desde Macroconsult, en tanto, Elmer Cuba afirmó que "siempre y cuando el Congreso cumpla con lo anunciado desde hace unos meses -una colaboración con el gobierno entrante-, lo que debería suceder es una reactivación de la inversión privada".
"Dentro de todo este escándalo, estas noticias son positivas en verdad, porque estábamos entrampados en un callejón", señaló Cuba.
En coincidencia, para el analista de Kallpa SAB, Marco Alemán, los inversores ya daban por descontado la salida del presidente, sea por vacancia o renuncia.
Por otro lado, para Carlos Parodi, profesor de la Universidad del Pacífico (UP), los mercados ya habían anticipado la salida de Kuczynski, la cual "era insostenible y creaba incertidumbre, que es lo que más daña la economía".
Para Parodi, "lo primero que tendría que hacer Vizcarra es dar señales de que la estrategia económica se va a mantener, pensar en un horizonte de mediano plazo e indicar qué aspectos institucionales se van a mejorar.
En cuanto a lo que pueda suceder con el tipo de cambio, el consenso indica que lo más probable es que haya un aumento leve pero será temporal, pese a que el Banco Central de Reserva tiene capacidad de maniobra.
Sobre este punto, el docente de la UP afirmó que la reacción se verá en el corto plazo. En tal sentido juegan a favor los resultados obtenidos en la balanza comercial del 2017, que permitieron ingresos por exportaciones por encima de los u$s6.000 millones, la buena gestión del BCR y el hecho que el mercado ya había asumido la crisis política, todo lo cual llevaría a la estabilidad del tipo de cambio.
Finalmente, para Hugo Perea, economista jefe del BBVA, el efecto de la renuncia presidencial se ha traducido en una revaloración de los activos en los mercados financieros locales y de la moneda peruana.
"En el corto plazo, puede haber una percepción relativamente positiva porque se acaba la incertidumbre política, sobre todo si la transición es suave, pero en el mediano plazo, va a depender de las acciones de las nuevas autoridades", afirmó Perea.
Sobre este punto, según la opinión de diversos analistas una de las principales trabas que deberá superar el nuevo presidente es lo relacionado a la inversión pública.
Este es un punto central, ya que la misma fue clave para dinamizar la demanda a través del sector construcción, pero ahora se prevé una retracción del sector privado, pues fue en esa área donde se desató el escándalo de corrupción que terminó con la renuncia del Presidente.
¿Cómo evolucionó la economía en estos años?
La evolución reciente de la economía peruana se puede resumir en los siguientes aspectos:"¢Crecimiento económico sostenido, por encima del promedio de la región, que lleva a un aumento constante del ingreso per capita.
"¢Baja tasa de inflación con un desempleo que se mantuvo sin mayores variantes."¢Tipo de cambio que se ha venido apreciando en forma lenta por el ingreso de capitales y saldo comercial positivo.
"¢Volumen creciente de reservas internacionales.
"¢Baja deuda pública en términos de PBI."¢Resultado fiscal bajo pero creciente.
Cabe consignar que según el consenso del mercado, más allá de la crisis política que afecta la vida institucional del país, la actividad económica no se verá resentida en el presente año.
La preocupación por el mediano y largo plazo
Algo más reflexivo sobre el entorno político, Oscar Caipo, socio principal de KPMG en Perú, indica que"lo que tenemos es un problema de confianza y es lo que trae a la inversión privada, que representa el 80% de la inversión total", remarcó.
Caipo sostiene que hasta hace unos cinco años, "éramos la estrella en Latinoamérica, y esa estrella ha dejado de brillar".
Pero en medio de la crisis política, Caipoafirma que un cambio en el liderazgo del Gobierno, como el que se ha dado recientemente, debería generar una mayor confianza a los inversores.
"Perú venía creciendo por encima del promedio mundial y en el 2017 hemos caído por debajo de ese promedio", luego de 20 años, sostiene el socio principal de KPMG en ese país.
Menos optimistas, los integrantes de Grade - Grupo de Investigación para el Desarrollo, afirman que "enfocar la visión en el corto plazo podría ser engañoso. Lo que se ha visto dañado es la institucionalidad presidencial, y reconstruirla no sería sencillo, ni en el mercado interno o externo".
"Todo este deterioro del último año y siete meses va a tener repercusiones en nuestro crecimiento de largo plazo. Esto se va a ver en cinco o 10 años, y por ser de más largo aliento, va a ser mucho más serio y más grave", afirmó Hugo í‘opo, investigador principal del Grade.
En su opinión, podría haber menos inversiones en el futuro, "además de que aquellas que ya están en el Perú se podrían frenar".