Toma y daca: el Gobierno le abre el juego a la industria, pero reduce un beneficio fiscal para 1.200 Pymes
El acuerdo de paz entre el Gobierno y los industriales empezó a tomar forma. Luego de los cruces protagonizados hace más de una semana con la UIA, el ministro de Producción, Francisco Cabrera, metió cambios en su cartera y designó como jefe de asesores a Martín Etchegoyen, quien de ahora en más se ocupará de las mesas productivas, la estrategia que adoptó la gestión de Mauricio Macri para resolver en forma sectorial los problemas de los empresarios.
El reacomodamiento, que incluyó el ascenso de Fernando Grasso a la secretaría de Industria ocupada antes por Etchegoyen, fue rápidamente leído como una señal "positiva" dentro de la central fabril. Ocurre que el flamante jefe de asesores es visto como un hombre de confianza en la UIA, donde fue director antes de desembarcar en la cartera de Cabrera, mientras que Grasso proviene de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (ADIMRA).
Pero esos no fueron los únicos cambios. En las últimas horas, los industriales pyme se toparon con otras medidas menos simpáticas, al analizar la letra chica del decreto 229/2018 publicado la semana pasada que modificó el régimen de incentivo a los fabricantes de bienes de capitales. Este les permitía reintegrar hasta un 14% de sus ventas, pero ahora el bono fiscal se redujo en un 20%, por lo que el reintegro será del 11%.
Las modificaciones cayeron como un baldazo de agua fría en ADIMRA y en la Asociación de Empresarios de Buenos Aires (ADIBA), que aglutinan a industriales pyme y son los principales beneficiarios del programa. En las entidades advierten incluso que el beneficio podría reducirse al 8%, si se descuentan los insumos importados (que tienen un reintegro menor) y los impuestos a las Ganancias.
"Hubo varias modificaciones, ya no rige el compromiso de no despedir gente y extendieron el incentivo por un año, pero para las presentaciones posteriores a marzo van a sufrir un ajuste importante, por lo que termina siendo un beneficio bastante condicionado", dijo a este medio un industrial bonaerense.
En el Gobierno aseguran que se redujo el monto del bono en un contexto de "austeridad y déficit fiscal". Pero también destacan las "mejoras" de simplicación de trámites y la prórroga del esquema por un año, en lugar de seis meses como venía ocurriendo. Entre otros requisitos se eliminó el de mantener la plantilla del 2011 y el registro de fabricantes de bienes de capital, ya que ahora el trámite se hará a distancia.
"El objetivo es bajar el costo del capital para las empresas del sector mediante una reducción de la carga tributaria", sostienen en Producción.
El regimen insume $ 4.142 millones para este año, según la estimación del Ministerio de Hacienda, y alcanza a 1.200 fabricantes en su mayoría de maquinaria agrícola, aunque también a quienes producen maquinaria y herramientas, equipos hospitalarios, transporte urbano, industria naval, ascensores, generación, construcción y sector petrolero.
Acuerdos sectoriales
Pese a la pérdida de beneficios para los industriales pyme, la mesa chica de la UIA, donde se sientan los peso-pesados, respalda los cambios puestos en marcha por el Gobierno. La designación de Etchegoyen apunta a darle un mayor dinamismo y coordinación a las mesas sectoriales, que actualmente son siete y que llegarían a 14 a fin de año.
La idea es canalizar los reclamos que planteó hace más de una semana la central fabril al jefe de Gabiente, Marcos Peña, y Cabrera. El Ejecutivo busca contrarrestar el malestar en la industria por la disminución de líneas de financiamiento a la producción, las altas tasas de interés, el aumento de Ingresos Brutos en algunas provincias y el impacto de las importaciones en sectores como alimentación, textil y calzado.
El titular de la UIA, Miguel Acevedo, aseguró a iProfesional que los anuncios son "doblemente positivos".
"El nombramiento de Etchegoyen implica un ascenso y es importante que en un profesional con su experiencia tenga a su cargo el armado de las mesas sectoriales. Esa mirada integral seguramente sea un insumo indispensable para dialogar y trabajar", señaló.
Etchegoyen, además, es valorado como un hombre con "feeling" en el Ministerio de Producción, donde conviven extécnicos de las cámaras industriales y sectores más proclives a la apertura económica. En ese sentido, Acevedo también elogió la designación de Grasso al frente de Industria por su "enorme conocimiento industrial y de las pymes".
Frente a los dificultades para avanzar en sus reformas, Macri lanzó el año pasado acuerdos sectoriales junto a empresarios y sindicatos en la industria automotriz, energías renovables, motos y construcción, entre otras actividades. El Presidente le dio un fuerte impulso al convenio de Vaca Muerta, donde el gremio de petroleros aceptó resignar beneficios y las operadoras se comprometieron a invertir u$s5.000 millones en cinco años.
El Presidente también sigue de cerca el sector automotor, donde hay en curso inversiones por u$s5.100 millones. El plan para fabricar 1 millón de autos en 2023 contempla la baja de impuestos, la apertura de nuevos mercados y la reducción de costos logísticos y laborales. "La industria automotriz proyecta un quíntuple crecimiento de inversiones, producción, ventas, exportaciones y empleo", afirmó Cabrera días atrás.
Pero el Gobierno enfrenta algunos obstáculos. La amenaza de multas por el incumplimiento del "Flex" empezó a generar fricciones con las terminales. El regimen prevé la importación de 1,5 dólares por cada uno exportado. Ocho fabricantes, sin embargo, ya superaron el límite de importaciones y la Aduana les notificó el desbalance, según adelantó la semana pasada iProfesional.
En Vaca Muerta, por otra parte, persiste la tensión entre el gremio y las petroleras por el ajuste de YPF, que llevó a muchas contratistas a reducir equipos y desprenderse de personal. El sindicato liderado por Guillermo Pereryra, a su vez, le trasmitió a Macri su preocupación en una reunión reciente en Casa Rosada por la expansión de "campamentos" que alojan a operarios en trailers ante la falta de inversión en infraestructura.
Toma y daca
Los industriales reconocen la capacidad de reacción del Gobierno tras hacer escuchar sus reclamos. "Es muy bueno que el Gobierno haya dado entidad y trascendencia institucional a las mesas sectoriales para conjugar adecuadamente la macro y la micro sector por sector", dijo a este medio el vicepresidente segundo de UIA, Daniel Funes de Rioja.
En las últimas horas, se sumó la decisión de Estados Unidos de eximir por 30 días al acero y aluminio argentino de pagar aranceles, una medida que perjudicaba a las siderúrgicas instaladas en el país. La medida llegó tras intensas gestiones de Cambiemos en Washington y de reuniones de funcionarios con Paolo Rocca, el CEO global del grupo Techint, y Luis Betnaza, vicepresidente primero de la central fabril.
Por lo bajo, no obstante, los industriales mantienen sus quejas. En la última junta directiva realizada esta semana, los ejecutivos ratificaron la necesidad de créditos y reformas de "segunda generación" (infraestructura, logística, productividad y costos laborales no salariales). Asimismo, se mostraron preocupados por las medidas aplicadas en algunas provincias "tendientes a eludir" el pacto fiscal, que incrementan en el corto plazo Ingresos Brutos, en lugar de reducir el peso del gravamen.
Macri tampoco se queda atrás. Esta semana, renovó su pedido al sector privado de un mayor compromiso, tras recibir el respaldo del FMI a su política de "gradualismo" económico. "Los gobiernos no generan riquezas. Los empresarios la generan. Crean miles de puestos de trabajos. Nosotros los necesitamos, pero tienen que tratar bien a la gente, pagar los impuestos y cuidar el medio ambiente", advirtió el Presidente.
El Producto Bruto Interno (PBI) creció el año pasado un 2,9%, impulsado por el mayor nivel de inversión, que creció 11,3%, marcando el mayor crecimiento desde 2011, según los últimos datos del INDEC. En cambio, las ventas en los supermercados cayeron en enero 3,1% en relación a igual mes del año pasado.
Las magras cifras de consumo complican los esfuerzos para revertir la imagen de Cambiemos en las encuestas, que lo muestran como un "gobierno de ricos". Esa preocupación, sumada a la sensación de que los empresarios no terminan de apoyar las iniciativas oficiales en público, alentó a los funcionarios a marcar distancia de los hombres de negocios y tildarlos de "llorones".
Las reuniones de la semana próxima para relanzar las mesas sectoriales serán la oportunidad para iniciar un nuevo toma y daca con la industria. Tendrá lugar en paralelo a las gestiones oficiales para incidir en el rearmado de la CGT. Tal como anticipó iProfesional, Macri recibió el jueves a una comitiva sindical por primera vez después de más de un año. Allí también el Gobierno quiere tener un contacto directo para avanzar en sus reformas.