Operativo rescate: el Gobierno ya piensa en YPF para tratar de reactivar Oil, la petrolera de Cristóbal López
Con los tres interventores designados por la Justicia para delinear el futuro de Oil Combustibles S.A (OCSA) todavía acomodándose en sus sillones, desde el Gobierno ya comenzó el "operativo rescate" de la petrolera de Cristóbal López.
Para tal fin, el instrumento que en algunos despachos consideran el más adecuado es YPF. La petrolera estatal es vista como una alternativa para evitar el costo político que generaría el cierre de la compañía, que hoy emplea a más de 400 trabajadores, posee una refinería y una red cercana a las 350 estaciones de servicio.
La primera pista la dio el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, quien viajó desde su provincia a Capital Federal para reunirse con el presidente de YPF, Miguel Gutiérrez.
En el encuentro, que se llevó a cabo en la sede de la petrolera estatal en Puerto Madero, el mandatario provincial le propuso al directivo que la firma tome el control de Oil Combustibles, de su refinería de la localidad santafesina de San Lorenzo y de su dotación de personal.
El interés de YPF no llega a la red de 350 estaciones, que podría quedar bajo el mando de otro grupo petrolero, local o extranjero, como el ruso Lukoil o el holandés Trafigura, dueños en el país de la marca Puma.
En el caso de la refinería de San Lorenzo, hoy día se encuentra jaqueada por las deudas, paralizada operativamente y con destino de quiebra, salvo que se ponga en marcha un ambicioso plan de salvataje.
En este sentido, el fondo OP Investment, a cargo de la petrolera y de otras empresas del ex Grupo Indalo, planteó a la Justicia comercial varias iniciativas para intentar reflotarla. Pero se encontró con el rechazo de la AFIP y de los interventores.
De hecho, el mes pasado optó por dejar de producir nafta y gasoil para abastecer a sus estaciones de servicio, resignando un mercado de 2,5 millones de litros diarios a manos de sus competidores.
En este marco, Lifschitz le pidió a Gutiérrez sostener la producción de combustibles. El gobernador considera que hacen falta inversiones fuertes para recuperar una planta que es clave para el complejo petroquímico de la zona y entiende que solamente YPF puede hacer frente a un desembolso de este tipo.
Detrás del pedido del santafesino, lo cierto es que hay funcionarios nacionales, muy cercanos al presidente Macri que también creen que YPF es la solución a la crisis de Oil.
Esa mirada, sin embargo, se choca con el análisis que hacen en la propia estatal, que no tiene demasiado interés en hacerse de esos activos.
"No sirven para nada", aseguran. Y recuerdan que tienen por delante otros proyectos de negocios más ambiciosos, como Vaca Muerta o las futuras inversiones en varias provincias, como es el caso de Chubut.
La misma opinión se escucha en otras petroleras privadas. Desde Axion, a Pampa Energía o Shell, no hay interés por quedarse con activo alguno de la empresa fundada por Cristóbal López.
Esto abona aún más el plan oficial para que YPF tome el control, lo que evitaría que el Gobierno pague el costo político por el personal que quedará sin trabajo si es que Oil termina en la quiebra.
Por eso, y más allá de cualquier estudio de factibilidad económica, financiera y comercial que realicen en la estatal, está claro que una "orden política" será la que termine definiendo un eventual salvataje.
El camino sería esperar que los interventores designados por el juez Javier Cosentino, a cargo del proceso concursal de Oil, pusieran en marcha un plan de desinversión para juntar fondos que permitan cancelar parte de la abultada deuda.
Solamente la AFIP le reclama $8.000 millones por no haber depositado entre el 2012 y el 2015 lo recaudado por el Impuesto a la Transferencia a los Combustibles (ITC). Con los intereses, ese pasivo llega a los $17.000 millones.
Cara a cara con los interventores
La apertura del concurso preventivo le permitiría ordenar este monto y hasta negociar con la AFIP un plan de pagos a largo plazo, que el entidad recaudadora le vino negando a los ejecutivos desplazados de Oil.
Concretamente, a Ignacio Rosner y Santiago Dellatorre, socios del fondo OP Investment que, desde noviembre, se hicieron cargo de esta compañía y del resto de las empresas del Grupo Indalo.
También se levantarían las inhibiciones y embargos que pesan sobre la firma, que fueron impulsados por AFIP para tratar de recuperar parte de lo que adeudado.
Rosner mantuvo este miércoles un encuentro con los interventores. No trascendieron mayores detalles, más allá de que se aseguró que iba a seguir en su cargo como director de esta empresa.
El financista había cerrado un polémico contrato con Cristóbal López para quedarse con el Grupo Indalo a cambio de encarar un ambicioso plan de reestructuración y de rescate.
De hecho, hasta cambiaron el nombre por el de Grupo Ceibo y buscaron acordar convenios con varios players locales y con el grupo ruso Lukoil para inyectarle fondos a Oil.
Con Rosner y Dellatorre desplazados (y con Cristóbal López sin chances de retomar su gestión en la petrolera), desde el Gobierno verían "con agrado" un cambio en la estrategia de la AFIP a partir del desembarco de Leandro Cuccioli en reemplazo de Alberto Abad.
El plan del organismo es enfocar sus esfuerzos en darle un giro a la decisión judicial que les permitió a López y a su socio Fabián De Sousa, salir de la cárcel.
Por eso, la semana próxima el abogado de la AFIP, Ricardo Gil Laavedra, presentará una apelación ante la Cámara de Casación para que se respete la denuncia inicial de malversación y se deje de lado la de evasión.
El cambio de carátula que decidió la Sala 1 de la Cámara de Apelaciones porteña derivó en un escándalo político, con denuncias en contra de los jueces que fallaron a favor del empresario kirchnerista.
El objetivo de la AFIP es que la causa se mantenga en el fuero penal federal, donde se tramita en el juzgado de Julián Ercolini, y así evitar que sea la justicia comercial la que unifique las investigaciones, ya que esto les permitiría a los fundadores de Indalo permanecer fuera de prisión.
Desde el Gobierno aseguran que el futuro de Oil será independiente a esta presión judicial. Y plantean que al menos la refinería pase a manos de YPF.
De hecho, la planta fue fundada por la petrolera estatal en 1938. Con la desregulación del mercado de 1990 dejó de ser una sociedad del Estado y se transformó en una sociedad anónima. Luego pasó por varias manos: Perez Companc, Soldati, Repsol, PeCom Energía, Petrobras y Grupo Indalo.
Más allá del futuro de la refinería, Oil acumula un pasivo post-concursal superior a $1.400 millones, que deberá ser resuelto por los interventores, quienes se mantendrán en sus funciones hasta agosto, según consta en el fallo del juez Cosentino.
El potencial del negocio de Oil
Aunque hoy se encuentra en una fase de virtual paralización, Oil llegó a representar una porción respetable del mercado local de combustibles.
Hasta antes de la crisis, la refinería de San Lorenzo era responsable del 8% de la refinación total.
Al estar ubicada en el corazón del negocio agrícola del país, ha sido una planta clave para su estrategia comercial: la compra de crudo para su posterior refinación.
En Ceibo -el grupo que había tomado la continuidad de los negocios de López- aseguran que no sólo es importante desde el punto de vista productivo, sino también del transporte de granos, ya que el 70% de la producción nacional se mueve alrededor de la refinería y su puerto.
También explican que, en lo referido al transporte por la hidrovía, se encuentra localizada en una zona privilegiada para abastecer tanto a los remolcadores como a los barcos mercantes que se llevan la producción agrícola que se exporta.
Con este escenario de fondo y la esperanza puesta en que la producción agrícola se incremente, Ceibo había puesto primera en la búsqueda de alternativas de inversión para la refinería de San Lorenzo.
En el grupo aseguran tener "la oportunidad de crecer por encima del promedio de mercado por estar en la zona tributaria de este negocio". Transcurridos 80 años desde su creación, procesa petróleo crudo que proviene por vía marítima de las Cuencas Neuquina, Austral, del Golfo San Jorge y también del exterior.
Posee tres unidades de destilación atmosférica, dos de destilación al vacío, una de cracking térmico, tanques de almacenamiento, productos intermedios y finales e islas de despacho tanto para productos livianos (nafta y gas oil) como para pesados (fuel oil, IFO y asfalto).
Tiene también tres muelles y una playa de 84 tanques para almacenar crudo, asfaltos, fuel oil, IFO, naftas y destilados medios entre otros, lo que brinda una capacidad de almacenaje de 340.000 metros cúbicos.
La estructura original de Refinería San Lorenzo data de 1938. Está localizada sobre la Hidrovía del Río Paraná y en el corazón agrícola del país. Cuenta con capacidad para procesar 8.000 m3 por día de crudos livianos y medios, el 8% de la capacidad de refinación del país.