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Vinos, en caí­da libre: argentinos compraron 41 millones de litros menos que en 2016

Según datos oficiales, los despachos al mercado interno acumulan una caída del 5%. Las exportaciones también se mueven en terreno negativo
24/11/2017 - 22:52hs

Superada la crisis que se generó tras el intento por parte del Gobierno de imponerle impuestos internos a los vinos, la industria vitivinícola vuelve a recibir malas noticias. 

En octubre, tanto las ventas en el mercado interno como las exportaciones volvieron a mostrar caídas, consolidando así un 2017 negativo en ambos frentes. 

Según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), el mes pasado las bodegas despacharon a la plaza doméstica poco más de 780.000 hectolitros, lo que significó una caída del 6,2% respecto del nivel alcanzado en octubre de 2016. 

En tanto, las exportaciones totalizaron 171.375 hectolitros, mostrando una contracción del 7,2% en relación con el mismo período del año pasado. 

Del informe se desprende que la categoría más golpeada continúa siendo el vino a granel, cuyos envíos al exterior terminaron sumando poco menos de 31.500 hectolitros, con un desplome interanual del 31%. 

En función de estas cifras, los datos acumulados durante los diez primeros meses no son alentadores para la industria: 

-Ventas al mercado interno: sumaron 7,4 millones de hectolitros, un 5,2% menos que entre enero y octubre de 2016. 

Esto implica que, en dicho período, se dejó de comercializar el equivalente a 41 millones de litros en la plaza doméstica. 

Otro dato que preocupa es que el vino en botella está exhibiendo las mayores tasas de caída entre los envases que explican el mayor volumen, con una baja del 6,5%, superando así a la contracción sufrida por otros formatos, como el tetra brick (-3,4%) o la damajuana (-3,9%). 

El bag in box, en tanto, sigue sin prender entre los consumidores locales: mantiene un share marginal y viene sufriendo un derrumbe del 53% en lo que va del año.

Respecto de las exportaciones, hasta octubre sumaron 1,6 millones de hectolitros, 7% por debajo de los diez primeros meses de 2016, mientras que los embarques de vino a granel acumulan un desplome del 40%. 

Cuestión de preciosLa consultora Kantar Worldpanel realizó un análisis sobre el mercado vitivinícola y llegó a la conclusión de que la contracción está íntimamente relacionada con la suba de precios que se ha venido observando en las góndolas. 

"Los vinos, con un incremento en precio mayor al de cervezas, se encarecieron en términos relativos frente a su rival, y esto no pasó desapercibido para los hogares, que se muestran más racionales y atentos", sostuvo Belén Abbruzzese, account director de Kantar Worldpanel.

"Así, la categoría cervezas logró recuperar gran parte del volumen perdido en 2016, mientras que vinos profundiza su caída, con un consumidor que no acompaña", agregó. 

Según la consultora, las cervezas ya recuperaron el 50% de la clientela perdida en 2016, si bien aún le falta atraer a la otra mitad para llegar a los valores que tenía en 2015.

Como contrapartida, los vinos no paran de perder share: esta categoría tenía una penetración del 66% en los hogares en el año 2014 y ahora se encuentra cinco puntos por debajo. 

Esto implica que en ese período, la categoría dejó de estar presente en unas 650.000 familias.

"Los hogares que dejaron de comprar vino son mayormente de nivel socio-económico medio bajo y bajo superior, compuestos por tres a cuatro integrantes. Mientras que la contracción de clientela se da en todo el país, se destaca la región de AMBA, donde la categoría cervezas ganó adeptos", agregaron. 

De acuerdo con Kantar Worldpanel, otro punto que está jugando en contra del consumo es una menor actividad promocional, puesto que el porcentaje de compras registradas bajo promoción está estable en 18% desde 2015, mientras que las empresas de cervezas incrementaron este valor en casi el doble, pasando de 13% en 2015 a 22% este año.

Respecto de la suba de precios, el consultor Javier Merino, director de Área del Vino, aseguró que esto, en gran medida, está vinculado con la fuerte caída de los volúmenes de producción de uva. 

"Las dos últimas cosechas, 2016 y 2017, fueron las peores de los últimos cincuenta años. Por eso, no debe extrañarnos que las importaciones también sean récord", acota. 

Según el INV, las compras al exterior, principalmente desde Chile, sumaron casi 762.000 hectolitros, equivalente a 76 millones de litros. 

Granizo, lluvias en los momentos menos propicios y hasta heladas, configuraron un cuadro difícil para varias zonas productivas de Mendoza y San Juan. 

El experto agregó que "el año pasado, por la pérdida de parte de la producción, se limpiaron los stocks. Y una segunda vendimia también floja generó que hoy no haya suficiente vino como para abastecer la demanda".