Luego de reiterados desencuentros con funcionarios del área económica, renunció Alberto Abad a la dirección de la AFIP
La noticia que desde hace más de un año circulaba cíclicamente en la City finalmente se concretó: el alejamiento de Alberto Abad, titular de la AFIP, cuyas desavenencias con funcionarios del área económica son conocidas.
Abad continuará en su cargo hasta finales del mes de marzo y será reemplazado por Leandro Cucciolo, funcionario que viene del Ministerio de Finanzas. En la cartera de Luis Caputo se venía desempeñando como secretario de Servicios Financieros.
Para sellar su retiro, Abad, Cuccioli, el Ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne y el Jefe de Gabinete de Ministros, Marcos Peña, se reunieron este viernes con el Presidente en la Quinta de Olivos.
Los más informados del mercado daban por descontada la renuncia luego de la filtración de datos secretos sobre la identidad de quienes adhirieron al blanqueo de capitales que entró en vigencia hace un año. El episodio lo había dejado particularmente afectado.
Abad tuvo también varios desencuentros con el Ministro de Economía, Nicolás Dujovne, y el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana.
El primer encontronazo fue por la resolución general 4094 del fisco nacional publicada allá por julio de 2017. En líneas generales, la norma gravaba la renta financiera para extranjeros.
De inmediato, Dujovne anunció su suspensión por 180 días a través de una nueva norma. Y hoy por hoy, como parte de la reforma impositiva, se eximirá tal concepto.
Luego vino lo que sería el factor determinante: la filtración de datos del blanqueo, entre ellos de Gianfranco Macri, el hermano del Presidente.
El hermano del Presidente ingresó un total de 622 millones de pesos, o 35,5 millones de dólares. Además se dio a conocer que a la cabeza de la nómina de allegados presidenciales que blanquearon está Marcelo Mindlin, nuevo dueño de la constructora Iecsa, que pertenecía a Angelo Calcaterra, primo de Macri. Mindlin blanqueó bienes por 770 millones de pesos, equivalentes a 44 millones de dólares.
El Presidente tuvo que confirmar el blanqueo de su hermano y lo justificó porque “se lo permitía la ley”.
También se menciona que la negativa de Abad de otorgar un plan de pagos a la empresa postal OCA generó disgusto en miembros del gabinete nacional. OCA le debe al fisco cerca de 3700 millones de pesos.
En efecto, el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, exige un alivio fiscal para OCA, mientras que Abad habría rechazado este pedido argumentando que se encontraría fuera de los plazos legales establecidos.
Para Abad no hay posibilidad de hacer ingresar a la firma en el marco del artículo 32 de la Ley 11.683 para un plan excepcional de moratoria como los que obtuvieron muchas empresas durante la gestión de Ricardo Echegaray.
Para Quintana, el salvataje de la empresa es una carta de negociación ante el sindicalismo, por la presencia del moyanismo en la firma de correo.
Otro foco de conflicto de Abad con el Gobierno está vinculado a la venta del Grupo Indalo. La AFIP le exigió al juez federal Julián Ercolini (a cargo del concurso del Grupo Indalo) que impida la venta al inversionista Ignacio Rosner, quien trabajó diez años en el Grupo Macri.
Por último, y como parte de la reforma tributaria, Abad y Dujovne se cruzaron por la implementación de un nuevo tope patrimonial en el Monotributo.
Mientras el ahora ex titular de la AFIP confirmaba el nuevo parámetro, Dujovne lo negaba o señalaba que sólo estaba bajo análisis.
Respecto a la renuncia de Abad, Iván Sasovsky, CEO de Sasovsky & Asociados señaló que Abad "hizo una buena transición, pero con más puntos desprolijos de los que se esperaba".
Transformación de la AFIP
Entre 2002 y 2008, bajo la primera gestión de Abad, la AFIP cambió por completo. Entre los mayores logros, se destacan los planes antievasión, el régimen de control del sector inmobiliario, la reducción en la evasión del IVA del 35% al 20%, la compra de escáneres para la Aduana y la puesta en marcha de planes de facilidades de pago sin moratorias, entre otros ejes.
Expertos tributaristas y ex funcionarios del fisco nacional destacan que una de las claves de la gestión Abad fue "facilitar el pago de impuestos valiéndose de todas las herramientas tecnológicas que tenía a su alcance".
También remarcan la importancia que tuvo al "crear percepción de riesgo" como componente fundamental a los fines de la fiscalización. En este sentido, una de las herramientas más poderosa que potenció Abad, es la base de datos online que dispara inspecciones sobre la base de un trabajo previo de inteligencia fiscal.
Los expertos tampoco dudan en reconocer que bajo la gestión Abad se puso en marcha el régimen de factura electrónica, el sistema Mis Aportes y la informatización para presentar declaraciones juradas, entre otros avances tecnológicos que aún perduran.
Los expertos consultados por este medio destacaron "la tecnificación y el uso de internet, lo cual aporta al control de la AFIP sobre el cumplimiento de los contribuyentes", subrayó.
"Alberto Abad llevó a cabo una eficaz acción al formar conciencia tributaria, fomentar el cumplimiento voluntario de la obligación impositiva y de lograr equidad incorporando nuevos actores para hacer más justa la atribución de la carga fiscal", señalaron las fuentes consultadas.
Otros aspectos que se destacan sobre la gestión Abad refieren a la potenciación del cruce de datos con otros organismos públicos y a las acciones tendientes a reforzar la cultura tributaria.
Trayectoria
Alberto Abad estudió Ciencias Económicas en la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde se graduó como contador público. Comenzó su actividad laboral en un estudio global de auditores y posteriormente se desempeñó en el sector público y privado. Realizó distintas funciones en empresas públicas y fue designado síndico en representación del Estado en varias de ellas, hasta ser designado Presidente de la Sindicatura General de Empresas Públicas en 1991.
En 1994 fue nombrado primer Síndico General de la Nación. Durante el primer semestre de 1995 fue Interventor del PAMI. Participó activamente en la puesta en marcha de la Jefatura de Gabinete de Ministros (julio de 1995), siendo Secretario de Control Estratégico de la misma hasta su renuncia en 1997.
En el 2000 fue designado Vicepresidente Ejecutivo del Grupo BAPRO -holding de empresas del Banco Provincia de Buenos Aires- que nucleaba sociedades con significativa presencia en la actividad de AFJP, ART, Seguros, Bolsa, Inversiones inmobiliarias y Leasing. En el 2002 volvió a la función pública como titular de la AFIP. Posteriormente fue designado presidente del Centro Internacional de Administraciones Tributarias. Renunció a su cargo en AFIP en marzo del 2008.
En el 2008, la Fundación Konex lo premió como una de las cinco mejores figuras de la última década en la disciplina de Administradores Públicos.