Empresarios quieren que Macri avance con reforma laboral e impositiva para sumar inversiones y empleo
Si bien la mayor parte del mundo empresario quisiera un ritmo de cambios económicos más acelerado, el presidente Mauricio Macri fue bien explícito en su conferencia de prensa, tras los resultados del domingo, al sostener el gradualismo como velocímetro de las reformas que vendrán.
Está claro que el apoyo de las urnas le dio al jefe de Estado un fuerte respaldo al mecanismo que viene utilizando para intentar modificar una serie de factores que considera erróneos para el funcionamiento de la economía del país.
Ese instrumento se basa en un plan de ajuste y sinceramiento de costos y precios, pero a través de medidas de impacto más suaves y de manera pausada que, en varios casos, no son simpáticas a la poca paciencia empresarial.
De todos modos, los hombres de negocios coinciden en que -más allá de la velocidad a la que se apliquen los cambios- el Gobierno mantendrá el rumbo y ahora sí pondrá sobre la mesa las propuestas y proyectos necesarios para discutir el mosaico de reformas que reclaman.
Quizá el caso testigo que evidencia esta sintonía entre el mundo corporativo y los ejecutivos sea Cristiano Rattazzi. El miembro de la familia italiana dueña de Fiat y mandamás de la filial local de la automotriz se mostró el domingo en una mesa de la localidad bonaerense de González Catán como fiscal de mesa de Cambiemos.
Su postura ante el proceso de cambios lo lleva a estar en el medio de los que piden gradualismo y aquellos que reclaman ajuste sin anestesia.
"Si bien hay quienes piensan que va muy rápido y otros que lo hace despacio, en mi forma de ver las cosas, el Presidente ha sido muy hábil en su concepción de marcar el rumbo, y creo que hay que darle más tiempo para que vaya consolidando su proyecto", aseguró Rattazzi.
De hecho, sostiene que la Argentina necesita por lo menos una década de cambios para poder sacarse de encima el populismo, "que todavía tiene un fuerte arraigo".
En este sentido, destaca los signos "positivos" que le deja la economía al país en el segundo semestre del año. "Cierra muy bien, con un tipo de cambio o dólar razonable, con un nivel de empleo que promete crecer y con una industria automotriz mejorando y que, seguramente, el año que viene alcanzará un récord de producción".
En cuanto a los temas de mayor conflictividad, enumera a la suba de precios y a la reforma impositiva. "La inflación es lo más preocupante y creo que se debe bajar la tasa de interés", agrega.
Por el lado de las modificaciones tributarias, Rattazzi las ata a la reforma laboral "por la elevada carga impositiva que tienen los salarios".
Se queja del impuesto a los Ingresos Brutos y recuerda que en Europa fue eliminado hace más de 70 años. Propone que sea sustituido por un tributo a la venta final o por un IVA provincial.
Pide, además, eliminar el impuesto al cheque o reducirlo de manera progresiva, "colocándolo a cuenta de Ganancias porque, de lo contrario, se ve como un incentivo para quedarse en la economía en negro".Ansiedad por la inflaciónEl problema inflacionario también es citado por Daniel Funes de Rioja, titular de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL), para quien "todavía es un punto de preocupación, por lo cual hace falta estabilidad económica para terminar con la especulación y darle previsibilidad a la inversión".
Para el empresario del sector alimenticio, resulta imprescindible "reducir el costo argentino y la alta presión tributaria nacional, provincial y municipal, de cargas sobre el salario que tiene que soportar el empleador".
Entre los temas de agenda para el debate post electoral identifica la reapertura de más mercados internacionales, la mejora de la competitividad, la disminución del peso impositivo, costos logísticos, cargas laborales no salariales y de la burocracia, como así también la facilitación del acceso al crédito.
En el caso de Javier Goñi, titular del ingenio Ledesma, la confianza es el mayor logro que las elecciones del domingo le dejan al Gobierno para encarar lo que viene.
"El Poder Ejecutivo va a avanzar más confiado en los temas de fondo, pero seguramente lo hará buscando consensos necesarios para lograrlo", asegura.
En cuanto a los temas a debatir, Goñi no duda en hablar de mejorar la competitividad mediante la revisión del sistema impositivo y de los costos laborales.
"Otro tema que hay que pedir es que avance la Justicia para lograr mayor institucionalidad", añade, haciendo referencia indirecta a los casos de corrupción y denuncias que envuelven a gran parte de los ex funcionarios del gobierno de Cristina Kirchner.
"Hay madurez y entendimiento de los temas a atacar, en las discusiones de fondo a las cuales los empresarios queremos enriquecer aportando nuestra mirada", aclara.
Goñi también es presidente de IDEA, en cuyo último coloquio llevado a cabo antes de las elecciones, el Presidente Macri recibió de manera simultánea el respaldo de los principales ejecutivos de negocios del país y un listado de puntos que esos mismos empresarios pretenden discutir a partir del nuevo mapa político.
Esta tribuna la compartió con Gastón Remy, CEO de Dow Argentina y titular del 53 Coloquio de IDEA. "Hay optimismo por lo que vendrá porque los indicadores actuales están acompañando", sostiene.
De todos modos y al igual que su colega, señala la existencia de "temas de fondo en los que hay que empezar a trabajar, como la reforma impositiva y la discusión acerca de cómo vamos a lograr generar empleo sustentable".
La consolidación del camino elegido en 2015 por la mayoría de los argentinos y la profundización de esa elección por más del 50% de quienes votaron el domingo son los principales logros que, para Sergio Kaufmann dejan los resultados electorales.
El titular de Accenture Argentina asegura que la victoria de Cambiemos y la derrota del kirchnerismo "despejan escenarios conflictivos y eso ayuda al empleo y las inversiones".
Son los mismos desafíos que observa, desde su sector, José Urtubey. El hermano del gobernador de Salta es hoy un importante dirigente empresario en el seno de la Unión Industrial Argentina (UIA), con una visión crítica sobre la actualidad de las economías regionales.
Es, además, el hombre fuerte de Celulosa Argentina y desde ese lugar advierte que "los principales desafíos que tiene la Argentina para entrar al camino de la competitividad son los de bajar los costos tributarios lo que, por supuesto, se debe hacer trabajando en dotar a las provincias más rezagadas de la infraestructura adecuada, cuidar nuestro mercado interno y siendo inteligentes a la hora de integrarnos al mundo".
Para el sector petrolero, el primero en reaccionar con subas de naftas tras los comicios, también hacen falta reformas. Así lo asegura, Carlos Gold, titular de CECHA, una de las cámaras que agrupa a los empresarios de las estaciones de servicio, para quien el voto del domingo le da un fuerte espaldarazo al Ejecutivo.
"La victoria de Cambiemos lanza para el Gobierno una nueva ola de optimismo político y financiero, consolidando un buen clima para inversiones de largo plazo y acceso al crédito a menores costos", sostiene.
De todos modos, advierte sobre la persistencia de la incertidumbre macro económica y en ese aspecto ubica a la disminución del déficit fiscal primario como el punto prioritario a atacar por el Gobierno.
"Seguir bajando la tasa de inflación será un proceso difícil pero necesario", pronostica.
Y al referirse en mayor profundidad a la agenda económico-empresaria, aspira a que se negocien las esperadas reforma laboral y tributaria "que requieren una aceleración en su tratamiento y puesta en marcha".El comercio, contra la informalidadDesde el sector supermercadista también analizan de manera positiva el nuevo mapa político. Y reclaman que a partir de esta realidad el Gobierno profundice el combate contra la informalidad.
"La magnitud del problema hace que la alta carga tributaria y el elevado costo laboral pero no salarial, se agudicen", advierte Juan Vazco Martinez, titular de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU).
Para el referente de esta industria, que viene siendo golpeada por la caída del consumo, "en materia impositiva deben buscarse soluciones para Ingresos Brutos, porque tiene alícuotas muy elevadas y de características regresivas y distorsivas".
"También hay que atacar los pseudo-impuestos muncipales como las tasas que son afines a las necesidad de las cajas de los municipios", añade Vazco Martinez.
En sintonía con su opinión aparece la de Leonardo Scarone, vocero de Carrefour. En su mirada, también son fundamentales las propuestas para refomular el mercado laboral, el sistema previsional y la presión fiscal.
"No hay dudas de que en lo que respecta a las reformas laboral e impositiva son claves para que lleguen más inversiones", señala. A la vez, pone énfasis en la relación del Gobierno con los gobernadores y los representantes de las provincias en el Congreso.
Lo hace al recordar que a fin de año vence el llamado pacto fiscal y advertir que, si no se renueva, caerán una gran cantidad de impuestos que son importantes para las economías regionales.
El mundo corporativo K también pide profundizar los cambios. Desde uno de los grupos más identificados con la gestión kirchnerista le reclaman al presidente Mauricio Macri desarrollar infraestructura imprescindible para el crecimiento de la economía real.
En estricto off the récord, uno de los empresarios más cercanos a Cristina Kirchner le pidió al Presidente Macri "profundizar la relación con China", al asegurar que se trata del "único país dispuesto a invertir y con una economía complementaria a la nuestra".
Agregó que el país necesita transferencia de tecnología "para no quedar retrasado en las nuevas formas de producción de bienes y servicios".
En este sentido, también sostuvo que "China puede aportar avances que nos permitan liderar la región como con la energía nuclear y otras actividades industriales".