Los nuevos ajustes de tarifas, una prueba de fuego para las metas de inflación
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) no sólo no ha modificado sus metas de inflación para los próximos años sino que para continuar alineando las expectativas de los agentes de cara a 2018 se propuso un objetivo “informal” de corto plazo: lograr que en el último trimestre del 2017 la suba de precios promedie 1% mensual.
El punto central es que el último dato no fue alentador. El IPC Nacional del Indec arrojó un alza de casi 2% en septiembre. De esta manera, la suba de los precios acumula 17,6%, superando el techo de la meta de inflación del 2017 (17%).
"La ambiciosa meta estuvo más vinculada a contener expectativas que a la realidad económica, ya que históricamente no hay casos de países que partiendo de un atraso cambiario y tarifario hayan logrado una desinflación tan estrepitosa de un año a otro", destacan desde Ecolatina.
Sin embargo, los analistas de la consultora plantean que el nuevo objetivo para este último trimestre "parece lejano y su incumplimiento impone un mayor costo en términos de credibilidad".
"El riesgo de no cumplir con las metas anunciadas, es perder potencia y efectividad a la hora de coordinar expectativas, lo cual es clave en un proceso inflacionario con elevada inercia", indican.
Sucede que, tras las elecciones de octubre habrá una suba en el precio de los combustibles, que se estima estará en torno al 8%. Además, el precio de la electricidad sufrirá una actualización.
En este caso, el aumento vendrá por un incremento en el costo de generación de electricidad y de distribución, que se combinarán para que la tarifa de la electricidad crezca alrededor de 20%.
Asimismo, en diciembre será el turno del gas, cuyo aumento también estará determinado por los incrementos que afectan al servicio de producción y a la distribución, y se estima que ronde el 25%.
"En suma, los aumentos mencionados aportarán en torno a 1,5 puntos porcentuales a la inflación nacional durante el cuarto trimestre del año", indican.
"Otro factor que no ayudará al cumplimiento del nuevo objetivo es la inercia, captada en el IPC Núcleo, el cual creció a un ritmo promedio de 1,7% mensual durante el primer semestre del año, valor que descendió apenas a 1,6% mensual en el tercer trimestre del año", agregan.
"El desmantelamiento del atraso tarifario continuará siendo el principal factor que explique el desvío de las expectativas oficiales en 2018. Teniendo en cuenta la trayectoria del tipo de cambio, las tarifas públicas y los salarios de la economía, proyectamos una inflación en torno al 17% anual para el próximo año", concluyen.