El proyecto Cuarto Dominio invertirá más de $10 M en la construcción de una bodega en Mendoza
Si algo ha quedado demostrado en la industria vitivinícola es que es un negocio que hay que pensarlo a largo plazo para que sea sustentable.
Así, a pesar de que las exportaciones de vino vienen en baja por los aumentos de costos y la pérdida de competitividad cambiaria y el consumo en el mercado interno no repunta, hay empresas que no sólo no se achican sino que redoblan su apuesta en este complejo negocio.
Este es el caso del proyecto Cuarto Domino, que nació allá por 2009 como una empresa netamente exportadora pero que ahora está desembarcando en el mercado interno y que, además, está planificando la construcción de una bodega en Agrelo, Luján de Cuyo, como parte de un plan que demandaría una inversión de más de $10 millones.
Los impulsores de Cuarto Dominio son dos emprendedores, tal como ellos se definen: Andrés Blanchard y Javier Catena.
Se conocen desde la infancia y poseen una larga experiencia en la industria. De hecho, comparten una característica en común y es que son cuarta generación de productores de uva en Mendoza -de allí el nombre de la bodega-.
"La decisión de trabajar juntos fue el resultado natural de querer continuar con la tradición de nuestras familias. Además, nos llevamos muy bien y compartimos los mismos valores por la amistad, la familia y los negocios", detalla Blanchard, en diálogo con iProfesional.
Actualmente, cuentan con siete etiquetas, distribuidas en cuatro líneas de vinos: Lote 44, que parte de los $170; Tolentino ($200), Chento (entre $280 y $480) y el tope de gama, Cuarto Domino, con un valor de venta sugerido de $900.
El foco del proyecto está puesto principalmente en el Malbec del Valle de Uco, si bien están experimentando con un Sauvignon Blanc de Agrelo y, además, ya cuentan con un Sauvignon Blanc y un Pinot Grigio, en parte por la pasión de Blanchard por los blancos.
De hecho, Blanchard tiene otro proyecto junto al reconocido bodeguero francés François Lurton y que está sólo enfocado en la producción de blancos de alta gama.
Plan de negociosCuarto Dominio produce unas 200.000 botellas por añada y hasta ahora estaban netamente enfocados en los mercados externos.
Estados Unidos, Reino Unido, Dinamarca, Brasil, México y Canadá figuran entre sus principales destinos, a los que se suman otros menos tradicionales como China, Singapur y Tailandia.
Pero el objetivo es duplicar esa cifra en los próximos años, en sintonía con el plan de contar con bodega propia pero también como consecuencia de la apuesta por crecer más en el mercado doméstico.
En esta dirección, los vinos están comenzando a ser distribuidos en vinotecas, wine bars y restaurantes por Ñuke, la distribuidora propiedad de Matías Lammens, actual presidente del Club San Lorenzo de Almagro.
Respecto de la inversión que planean realizar, Blanchard detalla que el plan contempla levantar una bodega de 300.000 litros, que demandará un desembolso de u$s600.000, más de $10 millones al tipo de cambio actual.
Si bien los vinos de alta gama de Cuarto Dominio se elaboran a partir de viñedos propios de Uco, el establecimiento se levantará en Agrelo, Luján de Cuyo, en una finca de 2,5 hectáreas.
La razón por la cual decidieron emplazarla allí y no en Valle de Uco, según explica Catena, "fue una decisión que tuvo que ver con cómo queríamos vivir. Uco, más concretamente La Consulta o Los Chacayes, eran excelentes opciones, porque tenemos propiedades en esas zonas, pero la realidad es que elegimos Agrelo por una cuestión estratégica".
Sucede que Cuarto Dominio, además de construir su bodega propia, también planea hacerse fuerte en el enoturismo. Y la ventaja de esa zona de Luján de Cuyo es que la finca está a menos de 30 minutos de la ciudad.
Vinos elegantes y bebiblesA la hora de definir el espíritu del proyecto, Blanchard afirma que "es una empresa joven y dinámica, con raíces tradicionales. En cuanto al estilo de nuestros vinos, son el reflejo de lo que buscamos, es decir, la expresión de nuestro terroir".
"Son vinos elegantes y complejos y se caracterizan por su frescura. Desde que comenzamos con la primer vendimia nuestro objetivo ha sido alejarnos de la excesiva maduración o extracción, buscando vendimiar más temprano que tarde y tratando de seguir un proceso de elaboración que sea lo más natural posible", agrega.
Esto es, justamente, lo que se encuentra en su vino tope de gama, Cuarto Dominio Malbec 2014.
Se trata de un ejemplar con una intensa nariz en la que confluyen notas de fruta roja y negra, flores y un dejo especiado, junto a una madera que aporta el clásico telón de fondo de especias dulces. En boca es un vino con buena estructura, de recorrido fluido, por el centro del paladar. Hay una leve oleosidad y vuelve a aparecer ese dejo apenas dulzón de la barrica, pero hay una acidez que lo atraviesa de punta apunta y que lo vuelve un ejemplar fresco y brioso. Este vino es la síntesis de dos estilos: por un lado, se observa ese clasicismo de los vinos de alta gama con madera; pero por otro, aparece ese pulso fresco y bebible tan propio de la vitivinicultura actual.
Blanchard asegura que el camino para hacerse fuertes en el mercado interno no es fácil: "El mercado es tremendamente competitivo y diverso. Hay una gran cantidad de marcas que salen cada año y con precios, calidades y estilos muy diferentes".
Sin embargo, considera que "hay lugar para vinos y proyectos con alma; proyectos que expresan en sus vinos, no sólo la calidad de la uva que tienen en sus viñedos, sino también su filosofía en el trabajo y en la vida; proyectos con conciencia en nuestra tierra, con respeto a la naturaleza y proyectos que consideran que somos parte de una sociedad y que aportan algo para hacerla mejor".
"Creo que este tipo de bodegas sustentantes son las que van a tener cada vez más lugar", concluye Blanchard.