Optimistas pese al factor Cristina: "wallstreeters" mantienen apetito por activos argentinos
El clima político se metió definitivamente en el análisis de los inversores. Qué pasará con el Gobierno en esta elección, que será vivida como un referendum a la gestión, desvela a quienes tienen que decidir qué hacer con el dinero.
El regreso a la arena política de Cristina Fernández de Kirchner le pone un color especial. No sólo porque la ex mandataria ya empezó a disparar consignas que espantan a los inversores, sino porque un revés de Cambiemos pondría en tela de juicio las reformas económicas y representaría una vuelta al populismo.
Por lo pronto, si bien los grandes fondos escucharon las primeras definiciones de Cristina, no hay pánico.
Más allá de la volatilidad que traerán las elecciones con el correr de las semanas, no habrá -como quizás hubo en otros momentos- una fuga masiva de capitales o un nítido desarme de posiciones desde los activos argentinos.
Claro que todo puede cambiar si, al revés de lo que piensan los jugadores más importantes del mercado internacional, empiezan a llover encuestas mostrando a un oficialismo débil y un crecimiento relevante del cristinismo.
Así y todo, hay más optimismo entre los bancos de Wall Street que en el mercado local.
"Hay una especie de dicotomía. Los inversores locales, principalmente minoristas, están mas preocupados que los extranjeros. Para el extranjero fueron buenas noticias por la división del peronismo en tres", explica a este medio Marcos Buscaglia, ex economista jefe de Bank of America y actual socio de Alberdi Partners.
"La noticia no cayó del todo bien", admite en diálogo con iProfesional, Diego Ferro, socio y portfolio manager de Greylock Capital Management, un fondo de inversión de Nueva York, acerca de la candidatura de CFK.
"El mercado todavía no está totalmente convencido que el populismo sea algo del pasado. No creo que los inversores les presten atención a los detalles del discurso de Cristina, pero la preocupación es más que nada por el ruido innecesario y las dificultades para implementar una agenda de ajuste más agresiva", afirma este financista argentino.
Entre los grandes fondos y brokers del exterior está la percepción de que al Gobierno le puede ir bien en los comicios de octubre. En la jerga financiera, los inversores siguen "bullish" (positivos y con vocacion compradora) con la Argentina a pesar del fantasma de CFK.
Un paper de XP Securities muestra el optimismo que todavía existe con el proceso electoral. "Creemos que la pelea del Senado en la provincia de Buenos Aires será visto por los mercados como un referéndum sobre el desempeño de la administración Macri y también sobre la capacidad de supervivencia del kirchnerismo dentro de la política argentina", señalan.
"Si la administración Macri puede desempeñarse bien en las próximas elecciones, como pensamos, la el Gobierno se centrará en avanzar en un agresivo plan de reforma estructural que se aprobará en 2018", se ilusiona XP Securities, y enumera lo que cree serán los hitos de la segunda mitad del Gobierno:
-Implementar una reforma tributaria que reduzca el costo de hacer negocios en la Argentina
-Seguir evolucionando en los cambios para fijar la dinámica del gasto público, especialmente en las jubilaciones
-Implementar una reforma judicial
"A pesar de las persistentes tensiones sociales y la necesidad de que la administración de Mauricio Macri continúe permitiendo el ajuste de los precios relativos, tenemos que pensar que hay riesgos de que la economía crezca más", afirman en un documento distribuido a sus clientes.
Convencido, Ferro dice que el Gobierno "llega bien, porque manejan el nuevo esquema político de una manera bastante pragmática e inteligente".
"La economía está mejor. Lamentablemente todavía no se nota mucho en el consumo. Pero para fin de año se va a ver más", agrega.
Inversiones bajo la lupaPor lo pronto, el movimiento financiero desde que se conoció oficialmente la candidatura de CFK no fue unidireccional. El dólar fue la expresión más contundente de cierto malestar en el mercado con una mayor demanda y una oferta que se redujo.
El billete está en máximos históricos, con el mayorista (el que operan bancos y grandes empresas) en $16,50, mientras que el minorista quedó en $16,75, o sea, 34 centavos de suba en la semana.
"El tipo de cambio subió y primero se pensó que era porque seguimos siendo fronterizos. Yo pienso que se debe a la reaparición de Cristina", dice Miguel Kiguel, director de Econviews.
¿Cómo sigue la película? Nadie sabe a ciencia cierta el techo, pero en el mercado sí se habla del piso.
Para los especialistas de Invertir en Bolsa S.A., luego de los eventos pasados (shock político de Brasil, postergación del ascenso de Argentina a mercado emergente y el retorno a escena por parte de Cristina) el dólar traspasó su anterior techo en el nivel de $16,30 y este rango constituye un "nuevo piso" para la cotización.
En este contexto, el Central no compra billetes verdes y deja que el mercado "ajuste". La pregunta del millón es hasta dónde irá el dólar. Por lo pronto, la suba pone en aprietos a los que hacían la "bicicleta financiera".
Buscaglia advierte que hubo mucha gente que entró al carry trade o bicicleta sin tener demasiado en cuenta los riesgos o cómo era ese mercado.
Esa clase de inversores, que -dice- no son pocos, son los que se están yendo de esa operatoria. "Posponen todo por cuatro meses hasta ver qué pasa", consigna.
Por el lado de los títulos públicos, hubo dispersión según en qué mercado se los esté viendo. Los bonos en la plaza local no mostraron grandes cambios pero en Nueva York los precios empezaron a acusar recibo.
Desde que comenzó la semana, con plazas internacionales más negativas, los títulos publicos mostraron caídas acumuladas de más del 2%.
El clima de los mercados mundiales tampoco ayuda a que los bonos de la deuda se sostengan.
En ese interín, el riesgo país llegó a los 435 puntos básicos y se empieza a alejar del mínimo de 400 puntos en el que supo estar este año.
"Creo que el mayor ajuste vendrá por el frente de las acciones y la inversión directa. Veo que hay cautela alrededor de ambos temas, y será donde el efecto electoral se vea más claramente", considera Daniel Marx, ex secretario de Finanzas y director de Quantum Finanzas.
Consultado sobre si los inversores pueden estar castigando el gradualismo, Ferro, el ejecutivo que maneja Greylock -un fondo que participó de la reestrucuración de deuda de la Argentina en 2010- afirma que "en algun momento se van a cansar".
"Hay muchos flujos entrando a mercados emergentes, y eso crea apetito adicional para Argentina. Pero la historia no mejoró sustancialmente, y el tema del gasto público, atraso del dólar, y alto costo argentino son deudas pendientes que, en un contexto menos favorable, pueden amenazar las posibilidades de seguir emitiendo agresivamente", alerta el banquero.
Para Lucas Gardiner, director de Portfolio Personal, “lo político necesariamente ocupa lugar en los análisis del mercado y de hecho las primeras encuestas podrán presionar sobre la volatilidad y probablemente meter ruido en las cotizaciones".
"La decisión del MSCI de postergar la reclasificación argentina a emergentes, no debe analizarse lejos de lo político; lo expresó literalmente el comunicado, al sostener que buscará ver la irreversibilidad de las reformas económicas y financieras realizadas. Las elecciones de octubre, lógicamente, serán claves en este punto", añadió.
Fuentes de otro de los grandes players de la City, como Banco Mariva, afirmaron que si bien siguen siendo optimistas, ahora hay más cautela con la Argentina.
"Nuestro escenario base es que los diferenciales de la deuda en dólares seguirán disminuyendo. Y que al partido gobernante le va bien en las elecciones de mitad de término, a pesar de la lenta recuperación", sostienen.
Desde Mariva acotan que "seguimos siendo cautelosos". La razón es que piensan que los bonos son vulnerables a los shocks externos (la economía depende en gran medida del financiamiento externo) y a las encuestas políticas.