Tasas altas y factor sorpresa: la fórmula de Sturzenegger para comprar dólares sin sumar inflación
"Se acabó lo que se daba", le aseguró un operador de la city porteña a un colega suyo, mientras revisaba algunos datos que había recibido sobre el mercado financiero.
Ambos compartían las proyecciones realizadas por importantes bancos de inversión. Disentían en cuanto a la magnitud del atraso cambiario pero coincidían en algo: el Banco Central dio oficialmente inicio a la "temporada alta" de compra de dólares.
A ninguno de los dos les pasó desapercibido el anuncio de Federico Sturzenegger, quien dio cuenta de que una de sus intenciones era reforzar las reservas, ahora en torno de los u$s48.300 millones.
Tampoco pasó inadvertido, ni para estos dos operadores ni para la plaza bursátil en general, que en muy pocos días el BCRA se hiciera de u$s300 millones.
Fueron tres tandas de u$s100 millones y, en los tres casos, la vía elegida para esas adquisiciones fue el Banco Nación.
¿Por qué no en forma directa? Por un aspecto que ya pasó a ser clave en la estrategia del funcionario: el "factor sorpresa" que quiere darle a este tipo de operaciones.
"No es lo mismo que los operadores nos vean interviniendo en el mercado a que aparezca el Banco Nación, que bien podría comprar dólares para sí mismo y no para nosotros", explica a este medio una alta fuente de la entidad.
Además, da cuenta de otro aspecto no menor de esta estrategia: le permite adquirir de forma directa los billetes verdes que capta el banco público. Es decir, sin tener que pasar por el mercado.
"No queremos alterar el precio de la divisa. Por eso lo hacemos así. Creemos que el dólar tiene que flotar libremente y que nuestra injerencia tiene que ser mínima", señalan a iProfesional desde Reconquista 266.
Además de las compras indirectas y del factor sorpresa, hay otro par de cuestiones que también forman parte de la estrategia del Banco Central:
1. No mostrarse en un rol activo que apunte a ponerle un piso a la divisa estadounidense (algo que, de hecho, sucede).
2. Mantener a raya la emisión de pesos que traen aparejadas las compras de esos billetes verdes.
En relación con este último punto, por cada dólar que el BCRA adquiere (sea en el mercado cambiario o en forma directa al Banco Nación) debe emitir el equivalente en pesos.
Si el público no demanda esos pesos, entonces debe retirar ese excedente para no fogonear la inflación.
¿De qué manera lo hace? emite títulos que ofrece a entidades y a bancos para que estos, a cambio, le entreguen ese "sobrante" de moneda local.
¿Cuántos pesos ya volcó para esas compras de dólares? Nada menos que $90.000 millones en lo que va del año.
Uno de los interrogantes que deambula por la city es la forma en que la entidad seguirá realizando este tipo de adquisiciones.
"Las compras serán graduales, tal como lo hemos señalado al comunicar la decisión de seguir acumulando reservas", confía a iProfesional la fuente del Central.
"No van a darse fuertes adquisiciones. Todo será tal cual lo anunciamos y haciendo sintonía fina, para no tener que emitir pesos por demás, ya que eso atenta contra el objetivo principal, que sigue siendo reducir la inflación", añade.
En la entidad hay plena conciencia de que no pueden hacer "la gran Redrado". Esto es, salir a captar una enorme masa de dólares de golpe, ya que eso implicaría imprimir una gran cantidad de moneda local, lo que inyecta presión alcista al índice de precios.
El ex "Golden Boy" solía intervenir muy fuerte en la plaza cambiaria cuando comandaba el BCRA. Tanto, que pudo acumular reservas por u$s50.000 millones.
Para "embucharse" de dólares, llegó a comprar hasta u$s300 millones en un sólo día, aprovechando la avalancha de divisas comerciales.
La contracara de ese récord fue la mayor inflación, que pasó a superar el 20% según consultoras privadas (porque el INDEC estaba intervenido).
Hoy día, la lógica de Sturzenegger es muy distinta. Apunta a ir sumando divisas pero a un ritmo tal que no le complique de modo alguno acercarse a la meta inflacionaria.
Herramientas a manoLa manera de compensar las mayores compras de divisas (y las consecuentes emisiones de pesos) es profundizar el sesgo contractivo de la política monetaria.
Es decir, pasar luego la "aspiradora" para succionar el excedente de moneda local. Esto es precisamente lo que ya viene haciendo la entidad mediante intervenciones en el mercado secundario de Letras.
"El Central continuó proveyendo oferta de Lebac con el doble impacto de absorber saldos monetarios y el de la suba de la tasa que paga este instrumento", afirman desde ACM, la consultora de Javier Alvaredo.
En su visión, estos títulos pasaron a ejercer un rol central como instrumento regulador de la liquidez y señalizador del tipo de interés de referencia.
En relación con este último punto, el BCRA lo elevó al 25,25% anual para las Lebac que vencen en 11 días.
Esta cifra se ubica por debajo de la tasa que paga por otro instrumento: los "pases pasivos" (a siete días, el 26,25%).
¿Qué son los pases pasivos? Son operaciones en las que el BCRA le vende a los bancos títulos o bonos para recomprar días más tarde una cantidad determinada y a un valor ya convenido.
La diferencia entre el precio de venta y el de recompra es, justamente, lo que define la tasa de interés de esta operatoria.
Por lo pronto, el hecho de que las Lebac abonen un poco más que los pases pasivos hace que:
- Los inversores quieran cambiar parte de sus tenencias (es decir, algo más de Lebac y un poco menos de pases pasivos).
- A su vez, esto le permite a Sturzenegger intervenir en el mercado secundario para ir equilibrando ambos rendimientos.
- Esto posibilita achicar el stock de pases pasivos, por el que se deberán afrontar vencimientos por la friolera de $400.000 millones en apenas dos semanas.
- Para tener una idea de esa magnitud, este mega-compromiso equivale al 50% de la base monetaria.
Este martes habrá reunión del Comité de Política Monetaria para decidir el nivel de tasas. La que mira el Central (la de los pases) está en 26,25% y todo hace pensar permanecerá invariable.
"Creemos que el BCRA la mantendrá en este nivel dos meses más y luego la reducirá gradualmente, hasta el 23,25% en diciembre", pronostica el economista Miguel Kiguel.
En cuanto a las Lebac, desde Elypsis -la consultora fundada por Eduardo Levy Yeyati-, estiman que el aumento de las tasas responde a una inflación que no se ha desacelerado al ritmo que desea el Central.
Incluso, sus analistas ponen algunas fichas a que puedan surgir novedades en la reunión, en el sentido de un alza del nivel de referencia.
¿Lograr el objetivo en reservas, misión imposible?Las compras de dólares se alinean con el plan de Sturzenegger de llevar las reservas desde el 9% del PBI (actual) al 15%.
En términos absolutos, significa sumar unos u$s25.000 millones, si bien no se conoce con certeza el plazo previsto para alcanzar ese porcentual.
El mercado prevé que ese proceso será gradual, de modo tal que ese objetivo conviva en armonía con una emisión de pesos tal (para la compra de esos billetes verdes) que no complique las metas de inflación.
Desde la consultora ACM hacen cuentas y estiman que ese incremento sólo se logrará con la compra de divisas del sector privado.
Es que las tenencias no crecen si sólo se adquieren dólares que están en manos del Tesoro, dado que ya se encuentran contabilizados como tenencias del BCRA.
Según las proyecciones de ACM, será difícil que la entidad monetaria construya una posición de reservas hacia fin de año cercana a la meta definida.
¿Cómo es el "debe" y el "haber" en la acumulación de billetes?
Por lo pronto, entre el segundo y el cuarto trimestre podrían ingresar u$s25.000 millones, de acuerdo con el siguiente desglose:
- Nueva deuda pública nacional y provincial: u$s7.500 millones
- Préstamos financieros: u$s10.500 millones
- Inversiones (directas y de cartera): u$s7.500 millones
No obstante, a ese caudal de entrada (u$s25.000 millones) se le contrapone uno de salida (u$s22.000 millones) compuesto por:
- Pago de servicios financieros: u$s12.000 millones
- "Fuga" de divisas y dolarización de carteras: u$s10.000 millones
Así las cosas, la proyección para fines de 2017 marca un nivel de reservas que no difiere demasiado del actual.
Para ACM, el Banco Central cerrará el año con tenencias cercanas a los u$s50.000 millones, bien lejos del target del 15% del PBI y más cerca del 10%.
De todos modos, los siete meses que restan para llegar a diciembre son una eternidad y todo puede pasar. Más en Argentina.
Sturzenegger no la tiene tan fácil en su cometido: sumar dólares a las arcas del BCRA, acotar la emisión de pesos, reducir la inflación, bajar las tasas de interés y lidiar con el atraso cambiario.
Mucho para un año electoral. Quizá demasiado para él solo.