Desplome del dólar: con el repunte inflacionario se agrava el atraso cambiario
En la city hay un tema que pasó a ser central en los últimos días: el agravamiento del atraso cambiario, como consecuencia de que el tipo de cambio tocó su menor nivel en cinco meses y cayó 3,8% en el 2017.
Esto, en un contexto en el que la inflación en el primer trimestre es más elevada a la esperada por el Gobierno (con el dato informado por el INDEC de marzo), ya que acumula un 6,3%. Es decir, el dólar pierde un 10% en el año.
Este descenso continuo del billete estadounidense lleva a que los inversores pongan más su atención sobre los títulos públicos en pesos y en moneda estadounidense, que en la compra de la divisa. Tal fue el caso de las Letras del Tesoro nacional en dólares, cuya licitación del martes captó ofertas por u$s6.200 millones, alrededor de 2,5 veces más a lo colocado.
En este contexto, el mercado volvió a operar el martes con un nuevo descenso en las cotizaciones en el segmento minorista, en una plaza muy demandada, ya que el volumen negociado subió 37% respecto a la rueda previa.
Este retroceso se observó en la referencia al público, ya que bancos y casas de cambio ofrecían al billete verde en el microcentro porteño a $15,52, según el promedio realizado por el Banco Central, es decir, tres centavos por debajo del cierre anterior. El valor actual es el más bajo de los últimos cinco meses.
Los valores ofrecidos a los minoristas por las entidades de la city oscilaron entre un mínimo de $15,40 y un máximo de $15,70.
En el Banco Nación, la cotización en las pizarras ascendió cinco centavos respecto al primer día de la semana, a $15,05 para la compra y $15,45 para la venta, por la mayor demanda en la previa a los feriados de Semana Santa.
En tanto que en la plaza marginal, el blue se vendió con un ascenso a seis centavos a $15,69, por lo que la diferencia con el promedio rondó los 17 centavos, o 1%.
En el rubro mayorista, la divisa estadounidense escaló cinco centavos a $15,27. El volumen operado entre bancos subió fuertemente, sumando un total de u$s504 millones, un 37% más que el lunes.
"En el mercado se sigue observando un desarme de carteras de activos valorados en dólares por los altos rendimientos que se logran con los denominados en la moneda argentina", afirmaron operadores desde ABC cambios.
El economista Miguel Bein, en tanto, destaca que el tipo de cambio "está atrasado y preocupa; la solución tiene que ver con que el BCRA compre más dólares que los que está comprando".
Según el último relevamiento del FocusEconomics, entre distintos bancos de inversión y economistas nacionales y extranjeros, publicado este martes, se espera que el tipo de cambio cierre el año en $17,48, por lo que la devaluación esperada en todo el 2017 sería del 10%.
El fuerte retroceso del valor del tipo de cambio se debe al poco atractivo que genera el dólar, que desde que comenzó el año ya cayó 4,2%. Y si se tiene en cuenta que la inflación es de 6,3% en 2017 (este martes el INDEC informó que en marzo fue 2,4%), el atraso cambiario real se amplió a más del 10%.
"Hay muchos condicionantes que ayudan a la debilidad del dólar, porque a las altas tasas en pesos que arrojan otros activos locales, se suman capitales 'golondrinas' que buscan sacar diferencia y ayudan a agrandar la liquidez del mercado", explicó un agente financiero de la banca privada.
Así, los ahorristas se vuelcan por otras alternativas para no salir perdiendo. Por ejemplo, el martes el Gobierno licitó Letras del Tesoro en dólares a plazos entre 88 a 375 días, a una tasa de entre 2,6% a 3,35% anual en moneda extranjera. Las mismas se pudieron suscribir a $15,329, que fue el cambio de referencia (C.3500) que fijó el BCRA el lunes.
El martes captó ofertas por u$s6.200 millones, alrededor de 2,5 veces más a lo colocado.
Por su parte, en la Bolsa el contado con liquidación bajó levemente hasta los $15,30, al tiempo que el dólar MEP se ubicó en los 15,29 pesos.
En el mercado de futuros del Rofex, en tanto, se operó un volumen total de u$s420 millones y los precios quedaron para fin de este mes a $15,43, mayo a $15,70 y septiembre a $16,57.
Intervenir o no, la cuestión del Central El "atraso cambiario" es casi una política de Estado. El Gobierno prefiere tener un dólar barato y sin sobresaltos para no sumar presiones inflacionarias adicionales a las ya existentes, más en un año electoral.
Según reveló un alto funcionario del Banco Central a iProfesional, "en este esquema económico de flotación cambiaria, ponerle un piso a la cotización es inflacionario".
De esta forma, la intervención sólo le dará certidumbre a los que usualmente remarcan precios en función del la evolución de la divisa. Y “automáticamente” pegaría en la inflación.
"Lo que buscamos transmitir es que el dólar no tiene piso ni techo. Sólo intervenimos cuando hay alguna situación excepcional pero, fuera de eso, el mercado es libre", amplió la fuente.
Por su parte, el “gremio” de los economistas cree que la cotización de la divisa requiere una “ayudita” por parte de la entidad que comanda Federico Sturzenegger.
Para el Estudio Bein, el Gobierno heredó el cepo y un tipo de cambio bajo, que desalienta la exportación, dificulta la competencia con los productos importados y favorece el consumo de los argentinos en el exterior.
Pero, a diferencia de lo sucedido en otros períodos, el fortalecimiento del peso se dio en un contexto de libre flotación. Es decir, sin que el Banco Central intervenga, en la medida en que la cotización se mantenga dentro de un piso y un techo determinado.
De hecho, en muy contadas ocasiones Federico Sturzenegger intentó modificar su valor, dejando que el mercado sea el que lo haga.
Ganadores y perdedores La apreciación del peso argentino trae aparejada una serie de consecuencias sobre la economía.
Entre ellas, favorece a las importaciones y al turismo expansivo, mientras que dificulta la colocación de productos "Made in Argentina" en el mundo.
Esto puede verse en la proliferación de los viajes para hacer shopping en Chile, Miami, o ciudades donde se observan precios en dólares más baratos que en la Argentina, sobre todo en esta época, en la previa a los feriados. Aunque tampoco son argumentos que en el BCRA sean tomados como un síntoma de atraso cambiario.
"Con el dólar actual, solamente se sienten cómodos los exportadores agrícolas con rindes altos de la Pampa húmeda que, además, no pagan más retenciones para el trigo y el maíz", observan desde M&S.
En la lista de perdedores aparecen los exportadores que no producen cereales ni soja en la pampa húmeda y aquellos que deben competir con los artículos importados, como el rubro textil y el del calzado.
También el actual tipo de cambio hace que los inversores externos piensen dos veces antes de "hundir" su capital en la Argentina, ya que preferirían hacerlo a valor más alto, sostiene la consultora de Rodolfo Santángelo.