Caputo planea canje de bonos y gira por Japón y Europa para tomar deuda
La agenda del ministro de Finanzas, Luis "Toto" Caputo, si bien está despejada de grandes necesidades de financiamiento, no está en blanco ni mucho menos.
Después de recolectar u$s7.000 millones en la colocación que hiciera el país de enero en Wall Street, el funcionario ahora tiene que hacer sintonía fina con lo que resta del Programa Financiero de este año.
Dentro de ese esquema, lo que se viene para Caputo y el equipo de Finanzas es lanzar un canje voluntario de deuda para evitarse pagar el mega vencimiento del Bonar X, que será el 17 de abril.
Se calcula que el Tesoro deberá cancelar alrededor de u$s7.000 millones en concepto de capital de este título. Ese monto resulta impagable en un año electoral con los mercados aún abiertos para el país. Y, mayor estímulo aun para concretar el canje, las condiciones del mercado parecen propicias porque los niveles de tasa no harían demasiado onerosa la operación.
De hecho, las tasas de los bonos argentinos cotizan como en la época pre asunción de Donald Trump en Estados Unidos. La tasa para tomar deuda a 10 años está levemente por debajo del 7% anual.
A ese monto del vencimiento habría que descontarle el efecto "blanqueo" que reduciría un poco lo que hay que pagar.
El Bonar y el Global 17, otro título que vence este año pero por algo más de u$s700 millones, pueden ser utilizados para pagar la multa del sinceramiento fiscal.
El primero de estos dos bono fue muy demandado por los "blanqueadores" que lo compraban y se ahorraban 5 puntos de la multa (abonan 10% en lugar de 15% en caso de hacerlo con efectivo) hasta el 31 de marzo.
Se cree en la city que la deuda a cancelar del Bonar podría disminuir entre u$s500 millones y u$s700 millones debido a esta operatoria para entrar al blanqueo.
Sea como fuese, Caputo tiene en realidad unos 20 días para decidir si avanza con el canje, como sería la idea que más adeptos gana en el ministerio, o desempolva un plan B.
El Plan BLa alternativa a hacer un roll-over de ese vencimiento es pagarlo cash pero no utilizando dólares que ya tiene en la arcas del Banco Central, sino mediante una herramienta que ya estaba a disposición de Finanzas: el REPO o préstamo bancario que un consorcio de entidades internacionales pactó con el Gobierno en enero pasado.
Antes de salir al mercado al comienzo del año, el funcionario se aseguró que Santander, BBVA, Citi, Deutsche, HSBC y JP Morgan se comprometieran a prestar u$s6.000 millones a un plazo de 18 meses.
Se detalló que para lograr esa operación, el Gobierno pondría en garantía bonos Bonar 2024. La operación se pautó a una tasa variable Libor a 90 días más 2,9%.
Pero el préstamo nunca se terminó por efectivizar. Desde Finanzas alegaban que "lleva tiempo que estén listos los documentos legales", ya que es una operación que tiene mucho papelerío.
Pero a esa respuesta cuasi burocrática le contrapone algo un poco más real: que el Gobierno, "embuchado" de dólares, no tenía ninguna intención de traer esos u$s6.000 millones sin destino cierto que solo presionaría al tipo de cambio.
Además, el Gobierno empieza a pagar por ese crédito al momento de efectivamente tomarlo, algo que no ocurrió, y que era para una "contingencia".
El plan de Caputo, en su momento, era tener un as bajo la manga para presionar al mercado a que lo compraran bonos a tasas más bajas.
Al mostrar que antes de salir a emitir ya tenía u$s6.000 millones asegurado por estos bancos que, además, eran los colocadores de los bonos que se iban a lanzar, arrancaba con una buena ventaja en la pulseada con los inversores por lograr un costo bajo.
El ministro de Finanzas mostró que sus necesidades de dólares no eran tan altas como el mercado creía y eso llevó a que pudieran endeudarse en forma razonable.
La tasa promedio de la colocación fue de 6,3% comparada con una tasa promedio de 7,2% para la emisión realizada en abril de 2016.
Pero quienes desechan la idea de utilizar el REPO para pagar el megavencimiento del Bonar cuentan, con lógica, que sería otra medida incendiaria con el dólar.
Que ingrese esa cantidad de dólares golpearía al tipo de cambio en un momento donde lo que sobran son dólares.
Además, el plazo del préstamos bancario es de corto plazo y utilizar esas divisas cuando se podría colocar un título a 5 años sin demasiados sobrealtos no luce demasiado lógico.
En la balanza, el ministro pondera que la Argentina aún tiene los mercados muy receptivos con el país y, casi son seguridad, avanzará con el canje tal como se lo piden los bancos.
El regreso de los bonos SamuraiOtra pata relevante de la agenda de Toto Caputo es el retorno al mercado de capitales para completar lo estipulado en el Programa Financiero.
Después de conseguir los u$s7.000 millones en enero, restan unos u$s3.000 millones adicionales para concluir con el capítulo de las emisiones internacionales este año.
El resto se hará, tal como ahora, en el mercado de capitales locales y mediante la renovación de Letes.
Para hacerse de ese financiamiento en la plaza extranjera, Caputo y su equipo ya están trazando los puntos principales de lo que será su roadshow por Europa y Japón.
El funcionario imagina que colocará entre 1.500 millones y 2.000 millones en francos suizos.
"Hay mucha demanda por títulos de la argentina en esa moneda. Sería una muy buena opción después de colocar en euros el año pasado", decía una fuente ligada la operación.
Pero se cree que no colocarán todo ese monto de una sola vez sino en distintos tramos de 500 millones cada uno.
Los restantes u$s1.000 millones, entonces, irían al mercado japonés. Volvería el país a emitir los ya conocidos bonos samurai, una especie de títulos que sufieron el default después de haber tenido bastante demanda -en un mercado acotado- durante los '90 e inicios del 2000 antes de dejar de pagarse.
Para tantear cómo está el mercado europeo y el de Japón es que Finanzas iniciaría una gira promocional en el corto plazo.
"Los bancos le dicen a Caputo que hay mucho interés en esos mercados y es positivo para diversificar los canales de fondeo. Hay mucho inversor europeo y japónés que no tiene chances de entrar a una operación que la hagan los bancos de Estados Unidos para sus clientes locales. Así dejaría a todos contentos", explicaba la fuente ligada a la transacción.
Si bien no se habla de tiempos concretos, algunos en el ministerio dicen que el viaje debería ser inminente. Caputo tenía la idea de salir a emitir en estos mercados "durante el primer trimestre"