El Banco Central busca que se posponga la comisión por depósitos en efectivo
El presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, reconoció que la entidad monetaria "está en conversaciones" con los bancos para que no pongan en marcha el cobro de una comisión del 1% por la recepción de depósitos en efectivo.
El pedido a las entidades financieras se dio a conocer luego de que comercios y empresas en general, a través de sus respectivas cámaras, y las firmas de cobranzas -como Pago Facil y Rapípago-, presentaran sus quejas ante la entidad monetaria por el costo que esta decisión les acarrearía y advirtieron sobre la posibilidad de trasladarlo a los precios para poder costearlo.
"Estamos en conversaciones con los bancos para que difieran por el momento el cobro en efectivo, mientras nos tomamos un tiempo para poder migrar nuestros pagos al mundo digital", dijo Sturzenegger al hablar en una almuerzo organizado por el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF).
"Creo que estas conversaciones llegarán a buen puerto. En este tema hemos recibido la ayuda inestimable de la AFIP, que también impulsa la bancarización y está trabajando codo a codo en estas iniciativas, por ejemplo, como decía, ya que las operaciones cursadas por transferencias directas no tendrán retenciones impositivas por parte del gobierno nacional", agregó el presidente del Central.
El titular del BCRA ejemplificó los beneficios del dinero electrónico con el caso SUBE, "que tuvo algunas dificultades en el corto plazo de su implementación" pero que una vez establecido el sistema generó "grandes beneficios".
Sturzenegger aclaró que "la logística de manejo, traslado, almacenamiento y emisión de efectivo tiene unos costos muy significativos" que llegaron a 1.730 millones de pesos en 2015 y 2.720 millones de pesos en 2016.
Señaló que la bancarización incrementará el disponible de los bancos y que esto se puede traducir en nuevos créditos. Por ello, llamó a los bancos a ser más "proactivos" en el otorgamiento de créditos puesto que en la actualidad hay en el sistema financiero argentino más de 8.000 millones de dólares ociosos en depósitos a la vista, "aguardando para ser canalizados hacia préstamos".