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El Salvaje: el privilegio de vivir en una reserva

Se trata de un complejo de chacras marítimas en la Costa bonaerense que es el primero que cumple con las regulaciones provinciales de desarrollo sostenible
27/01/2017 - 16:31hs
El Salvaje: el privilegio de vivir en una reserva

La Costa argentina tiene paisajes donde la naturaleza manifiesta su belleza, agreste. ¿Cómo desarrollar un emprendimiento residencial que preserve los recursos del lugar para las futuras generaciones?

La respuesta viene por limitar el impacto de la acción del hombre y, para eso, BPK se autoimpuso límites: baja densidad poblacional que garantiza la provisión de agua para el futuro y una gran cantidad de beneficios adicionales: minimiza la impermeabilización, la contaminación sonor, la preservación de las geoformas y humedales, tratamiento de efluentes, en otras tantas políticas.

Ubicado en el kilómetro 427 de la Ruta 11, entre los balnearios bonaerenses de Pinamar y Mar del Plata, El Salvaje es un complejo de chacras marítimas que se expande por 379 hectáreas, respetando la la fauna y la flora autóctonas del lugar, además de la fisonomía característica de la zona.

El Municipio de Villa Gesell aprobó por unanimidad este proyecto donde vivirán solo 800 familias en apróximadamente 400 hectáreas (una densidad de población bajísima que permite mantener la tranquilidad de la zona, minimizar el impacto ambiental y disfrutar de playas vírgenes poco concurridas.

El complejo está conformado por tres zonas de uso residencial unifamiliar, áreas deportivas y club náutico, zona comercial de cuatro hectáreas y zona hotelera, que se acceden en forma directa desde la Ruta 11.

La misión principal de El Salvaje se resume en demostrar que, bajo un concepto de intervención bien entendido, se puede lograr un perfecto balance entre el desarrollo orientado a personas y la preservación del entorno que las una.

"El Salvaje es un desarrollo residencial sobre una gran extensión de campo con una extraordinaria situación morfológica. Trabajamos paso a paso, considerando criterios de sustentabilidad ambiental y respeto de la normativa", explicó el titular de BPK, el arquitecto Guillermo Cervini.

La ley de uso del suelo tiene la tipología exacta para estas necesidades, las zonas residenciales extraurbanas destinadas a asentamientos no intensivos de usos relacionados con la residencia no permanente, emplazda en pleno contacto con la naturales.

El Salvaje contó con una amplia aceptación comercial habiendo ya comercializado más de 120 lotes de la etapa 1, que respresentan aproximadamente el 70% de los que salieron a la venta.

Cómo se gestó El SalvajeSe relevaron todas las alternativas existentes en la costa y se eligió este predio por su original morfología similar a colinas verdes, la conjugación del espíritu campero y aire de mar, y por la abundancia y calidad de agua como decisión estratégica de largo plazo.

El 99% de El Salvaje corresponde a zonas residenciales cuyos lotes serán mayores a 2.500 m2 en el 88,6% del mismo. El proyecto insumirá un total de u$s15 millones.

 

La seriedad aplicada a su proceso de gestión es un ejemplo de desarrollo sustentable: es el único de la Costa que cuenta con la Ordenanza de Zonificación Vigente y con la Declaratoria de Impacto Ambiental otorgada por la Oficina Provincial de Desarrollo Sostenible (OPDS) de la provincia de Buenos Aires.

Su acceso desde la ruta lo convierte en nuevo eje de turismo, por su proximidad a playas de la zona, al Faro Querandí y a la Reserva Dunícola Faro Querandí en el marco de los programas de fomento y preservación correspondientes.

"Como responsables del desarrollo, promovemos la sustentabilidad en todos los aspectos: ambiental, normativo y económico, respetando las normas y así preservar tanto a quienes invierten en el proyecto como al medio en el cual se inserta. Todos los estudios requeridos y permisos han sido aprobados por las autoridades de aplicación", concluyó el licenciado Martín Galli, cofundador de BPK.