En la city pronostican crédito más caro y la dolarización de activos por el proyecto que grava la renta financiera
La reacción no se hizo esperar: ante la aprobación en Diputados del proyecto del Impuesto a las Ganancias -que grava la renta financiera- hubo un aluvión de críticas y de pronósticos sombríos.
Desde bancos, firmas vinculadas con el mercado de capitales y consultoras, el diagnóstico es que la iniciativa, de convertirse en ley, traería más problemas que beneficios.
Por lo pronto, para compensar parte del mayor costo fiscal asociado con la suba del mínimo no imponible, la oposición al macrismo impulsa que se paguen impuestos por:
- Los dividendos de la renta financiera
- Por plazos fijos superiores a $1.5 millón
- Por títulos públicos como las Lebac en pesos (se deberá declarar las utilidades y, sobre las mismas, operarán las escalas)
- Por las ganancias de capital e interés de otros activos financieros (excepto acciones e incluyendo la compraventa de moneda extranjera), cuando esas ganancias superen los $300.000.
Además, grava con un adicional la remisión de utilidades al exterior, en caso de que los convenios de doble tributación así lo permitan.
Estos puntos que plantea el proyecto de la oposición, que ahora espera el visto bueno del Senado, no son nuevos. Más aun, varios forman parte de un viejo latiguillo que viene de hace mucho tiempo.
Quizás la figura más emparentada con estas ideas es Sergio Massa, si bien otros, en su momento, han presentado iniciativas similares: Carlos Heller y Francisco De Narváez, por ejemplo.
El argumento siempre tiene un hilo conductor: para poder gastar más hay que conseguir quien financie la diferencia.
Para la clase política, apuntarle a los bancos ha resultado redituable en términos mediáticos.
Sin embargo, los expertos consultados por iProfesional advierten que no se terminaron de explicar claramente las consecuencias que el proyecto de ley traería sobre la economía.
"Se trata de impuestos distorsivos, que van a terminar generando más problemas que beneficios", resumió Ramiro Castiñeira, economista jefe de Econométrica.
"Están lanzados a la demagogia impositiva y nada más. En realidad, es un gravamen que le pega de lleno a la economía, algo que resulta inentendible", añadió.
Por lo pronto, la visión del mundo económico es unánime en el sentido de que el proyecto de la oposición -de aprobarse en Senadores - generará graves distorsiones sobre el mercado financiero.
Los analistas consultados por este medio señalaron además que, de convertirse en ley, traerá un sinfín de perjuicios que recaerán sobre el ciudadano de a pie. Es decir, no sólo sobre los grandes capitales, que podrían ir en busca de otros destinos.
"Con un impuesto a la renta financiera la gente se irá a los dólares. Chau crédito a las empresas y al consumo", describió Miguel Kiguel, director de Econviews, quien no dudó en calificar a la propuesta de Massa y el kirchnerismo como un "mamarracho".
"Todos reclamábamos una suba en el mínimo no imponible. Pero de ningún modo luce racional gravámenes como los que se promueven, un impuesto a los bienes improductivos, similar al de Bienes Personales, y una suba a las retenciones mineras", coincidió Salvador di Stefano, consultor financiero y de agro-negocios.
"Los impuestos a la renta financiera son todos trasladables. Es decir, no los pagará el especulador sino todos aquellos que terminen tomando un crédito. O el Estado, que debe financiarse con la emisión de títulos públicos", afirmó.Plazos fijos en la miraUna de las críticas es que la iniciativa de la oposición terminará golpeando al ahorrista común y no al más sofisticado, que dispone de mayores herramientas, información y de otros horizontes hacia los que puede dirigir sus tenencias.
Es, por ejemplo, el caso de los tenedores de plazos fijos mayores a $1,5 millón (poco más de u$s90.000)
Los analistas consultados señalaron que en la Argentina -donde se miden los valores en términos nominales y no reales- creer que esos depósitos pertenecen a los grandes ahorristas es un error.
"Cualquiera que vende un dos ambientes ya tiene en su haber más que ese monto", remarcó el ejecutivo de un banco privado que pidió no ser nombrado.
"Para peor, se pagan tasas reales negativas. Es decir, una colocación bancaria lejos está de generar una renta positiva, en términos reales. También por esto el proyecto es un disparate", completó.
Actualmente, un particular no abona Ganancias por los intereses que obtiene de un plazo fijo. Distinto es el caso de los depósitos en cuentas del exterior y aquellos realizados por una Sociedad Anónima o una SRL.
Castiñeira sostuvo que el cargo que se le quiere imponer a los plazos fijos no hará otra cosa que encarecer los créditos.
"Todo esto lo pagará cualquier consumidor final que vaya a un banco a pedir un préstamo", remarcó.
"No hace falta ser economista para saber que un impuesto a la renta nominal de un plazo fijo, sin ajuste por inflación, invitará a dolarizarse", coincidió Eduardo Levy Yeyati, CEO de Elypsis.
Por lo pronto, el consenso de varios analistas es que la aprobación del proyecto de Massa y el kirchnerismo afectará negativamente los préstamos en pesos, que comenzaban a dar señales de mejoría.
En términos reales, el total de créditos al sector privado (en moneda local y extranjera) ha venido mostrando desde julio una tendencia creciente, que impulsó la reversión de la caída registrada durante el primer semestre.
Este comportamiento también se refleja en el financiamiento en moneda local, aunque de modo más moderado.
Según datos del Banco Central, en términos nominales, los préstamos en pesos a particulares y empresas presentaron en noviembre un incremento del 2,5% mensual ($20.600 millones).
En ese mes se alcanzó el mayor incremento del 2016 y se pudo consolidar la recuperación del bimestre previo. No obstante, los créditos en dólares han logrado un mejor desempeño:
- Registraron en noviembre un aumento de 5,2% (u$s450 millones)
- Acumularon un crecimiento de 200% (u$s6.000 millones) en lo que va del año.
En la city porteña advierten que gravar los plazos fijos hará que los préstamos se contraigan, en un escenario en el que el Gobierno necesita lo contrario. Es decir, que fluyan, para que ayuden a que se recupere la economía.Déficit cuasifiscal, en posible alzaDe convertirse en ley (y, claro está, de no ser vetada por el Presidente), la propuesta de Massa y el kirchnerismo dejará una lista de perjudicados, entre los que figura el Banco Central.
Sucede que al gravarse las utilidades de las Lebac, Federico Sturzenegger, titular del BCRA tendrá que pagar más caro si es que quiere ir renovando los vencimientos.
A esto se suma otra cuestión no menor: la entidad ya posee un stock de $700.000 millones de estos títulos. La aprobación de la ley, entonces, podría generar un aumento del déficit cuasifiscal.
Esto, a raíz de la mayor tasa que tendrá que convalidar en cada una de las licitaciones. Es decir, al momento de querer colocar estas Lebac en el mercado.
Rafael Di Giorno, director de Proficio Investment, es otro de los analistas que argumentó que los impuestos que se apliquen se terminarán trasladando a los costos de las diferentes líneas de financiamiento.
"Es lo que va a hacer el inversor. Es decir, se va a ir de ese activo y se va a pasar al dólar o cobrará más caro por prestar plata. Es así de simple", afirmó el especialista.
La cuenta que hace es muy clara:
- En la actualidad, las Lebac pagan un interés del 24,75%
- Si al inversor le hacen pagar Ganancias del 35%, la tasa efectiva que le queda quedaría en un 16%.
"Con esa baja en la rentabilidad no hará otra cosa que irse o pedir un mayor interés", agregó.
Esto cobra relevancia en un contexto en el que el Banco Central deberá hacer frente a importantes vencimientos, luego de que utilizara masivamente a las Lebac como herramienta para retirar pesos de la economía y así propiciar una baja de la inflación.
Así las cosas, un golpe al mercado de estos títulos le quitaría a la autoridad un instrumento esencial para hacer política monetaria.
En el mejor de los casos -si no es un golpe fulminante- impactaría en el costo de endeudamiento de la entidad cuando, precisamente, está procurando ir bajándolo con las reducciones de tasas que viene aplicando.Desenlace abierto y dudasEl proyecto opositor también tiene pone la lupa en las ganancias de capital e intereses derivadas de otros activos financieros (excepto acciones e incluyendo compraventa de moneda extranjera) cuando supere los $300.000.
Si bien la iniciativa no detalla qué tipo de activos, el temor en el mercado es que incluya a bonos corporativos, entre otros.
"Sin ahorro, no hay crecimiento de largo plazo. Lo único que hacen subir a los salarios reales es el capital invertido y esto va en contra de la inversión", expresó Di Giorno.
El temor, aunque resulte algo poco probable, es que también se trate de gravar los bonos que, por ley, ahora están exentos. Si bien se cree que no se avanzará en este sentido, persisten aún las dudas.
Transitar este camino complicaría y mucho al Gobierno, ya que le encarecería el fondeo.
Ya el proyecto actual genera ruido en la plaza local, una aliada del Gobierno para conseguir fondos frescos. De hecho, decían en la city, todos los esfuerzos por modificar la Ley de Mercado de Capitales del kirchnerismo quedará en la nada.
En la city porteña, los analistas consultados coincidieron en afirmar que esta batería de impuestos alejará a muchos inversores bursátiles y propiciará un incremento de la dolarización.
"Hoy es a plazos fijos y Lebac y mañana podrá ser a otro activo. Los cambios en las reglas de juego y la falta de seguridad alejarán al capital", afirmó a este medio el ejecutivo de una importante sociedad de bolsa.
Recordó que el dinero es "cobarde" porque huye del riesgo. Y que, posiblemente, pase a serlo más aun, en caso de tener que escaparle también a los impuestos.