¿La quinta es la vencida?: con más votos del PRO, shopping de IRSA en Caballito está a punto de ser realidad
La perseverancia es uno de los atributos que caracteriza a Eduardo Elzstain, mandamás de IRSA y conocido como el "dueño de los shoppings" de la Argentina.
Tal denominación tiene sobrado sustento, ya que este empresario fue quien le dio vida al Alto Palermo, Abasto, Dot, Alcorta, Patio Bullrich, Buenos Aires Design, Distrito Arcos, Alto Avellaneda y Soleil, entre tantos otros.
Él como nadie sabe que la concreción de muchos desarrollos depende de los tiempos políticos. Y entiende a la perfección cuándo conviene poner el pie en el freno y en qué momento pisar el acelerador.
Ahora, con un mayor apoyo del PRO -en términos de votos- ha vuelto a la carga para darle vida, de una vez por todas, a otra de sus iniciativas: el shopping de Caballito.
De prosperar, tendrá un sabor especial, ya que se trata del quinto intento para hacerse de ese aval que le permita ejecutar sus plan de trabajo en terrenos adquiridos hace más de 15 años sobre la avenida Avellaneda (entre Fragata Sarmiento y Olegario Andrade).
La intención de IRSA es levantar en un predio de 2,4 hectáreas una estructura de 38.000 metros cuadrados en tres plantas.
Las instalaciones albergarán unos 130 locales y demandarán inversiones que superan los u$s150 millones.
Hasta el momento, el proyecto se mantiene bloqueado en virtud de que el catastro porteño no le permite la construcción de ese emprendimiento.
IRSA busca instalar un centro comercial con características similares a las del DOT que hoy funciona en el barrio de Saavedra.
Luego de acumular distintos traspiés por la presión de organizaciones vecinales -e incluso de la misma Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME)- el Gobierno porteño volvió a enviar a la Legislatura el proyecto de ley para modificar la zonificación.
Para lograr ese aval, el PRO necesita 31 votos de los legisladores. Además, la iniciativa luego tendrá que superar la instancia de audiencia pública.
A diferencia de intentos anteriores, la empresa aceptó incorporar algunos cambios. Entre ellos que:
-IRSA asume el compromiso de "abrir" la calle Bogotá, de manera tal que el shopping quede inserto dentro de una nueva manzana. Con ello, busca reducir el temor que genera en los vecinos la congestión de tránsito que se originaría sobre la avenida Avellaneda.
-Además, se ocupará de la construcción de un espacio de cocheras con capacidad de hasta 2.000 vehículos, con la posibilidad de que algunas estén disponibles para los vecinos de Caballito.
La empresa promete, además, generar hasta 5.000 puestos de trabajo en la etapa de construcción.
En tanto, asegura que una vez que el shopping abra sus puertas brindará empleo a otras 2.000. Quienes habitan la zona quieren que quienes habitan en Caballito tengan prioridad a la hora de contratar personal.
Pese a todos los compromisos tomados por IRSA, no faltan aquellos que critican este emprendimiento. En particular, de las integrantes de organizaciones como el Observatorio de Derecho.
Desde la entidad afirman que es algo insólito que la obra sea impulsada directamente desde el Poder Ejecutivo porteño, ya que entienden que se trata de una iniciativa comercial privada.
"El PRO opera como si el proyecto fuese propio. En el texto figura que IRSA le dará a la Ciudad 1 millón de dólares que será destinado a desarrollos de vía pública", afirma a iProfesional Jonathan Baldiviezo, referente de la entidad.
El referente se queja de que el Gobierno porteño no le ha planteado a la compañía mayores exigencias. Y que está impulsando un shopping sobre tierras que no son públicas y en las que, por ende, no tiene injerencia.
"El PRO tampoco llamó a audiencia pública para tratar este nuevo intento. Es decir, otra vez prevalece un trámite que está repleto de irregularidades", remarca.
Pese a las voces en contra, la iniciativa será abordada en los primeros días de octubre, de acuerdo con lo señalado por fuentes vinculadas a la Legislatura.
La intención, tanto del PRO como de IRSA, es que se dé inicio a las obras en lo inmediato.
Argumento oficial
Como justificativo de la nueva presentación del proyecto, Franco Moccia, ministro de Desarrollo Urbano de la Ciudad, expresa que el replanteo de la zonificación permitirá que sea factible "edificar un shopping de hasta 70.000 metros cuadrados".
Recuerda que, en la actualidad, la normativa vigente habilita la edificación de "seis torres de 30 pisos por un equivalente a 140.000 metros cuadrados", pero no un centro comercial.
"De esta manera estamos recargando menos la zona, no se genera colapso en los servicios y creamos tejido urbano en un espacio que hoy está totalmente abandonado", expresa el funcionario.
El sitio donde se emplazaría el shopping está a escasos metros del estadio del club Ferro Carril Oeste:
Según indicaron a iProfesional fuentes de la Legislatura porteña, IRSA comunicó que no superará los 22 metros de altura.
Además, que tiene todo listo para iniciar las obras al día siguiente de haber obtenido el aval y que las mismas se extenderán al menos por dos años.
Luego de tantas idas y venidas, consideran que ahora sí las cosas están dadas para que el emprendimiento comience a cobrar forma.
"El tema será negociar los votos que hacen falta", añade un legislador, en estricto off the record.
En ese sentido, desde el PRO apuestan a un acuerdo como los alcanzados en otras circunstancias con los representantes del Frente Para la Victoria, aunque también ya dialogan con legisladores de Suma + (Martín Lousteau) y de Confianza Pública (Graciela Ocaña).
La oposición
Algunas organizaciones vecinales se oponen al shopping, al considerar que esas hectáreas deben ser destinadas a ampliar la superficie verde.
En concreto, prefieren que se ponga manos a la obra al "Parque Caballito".
Desde Encuentro en Defensa del Espacio Público postulan, también, la concreción de un corredor con espacios similares que se comiencen a desarrollar desde Once hasta Liniers.
Alejandra Giordano, expresa: "Hoy Caballito tiene 1,2 metros cuadrados de espacio verde por habitante, siendo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estipula un mínimo de 10 metros cuadrados”.
"IRSA asegura que, en total, serán 125.000 los metros cuadrados para estacionamiento. Desde el punto de vista reglamentario son insuficientes, en función de la superficie que se ocupará como shopping", expresa Rubén Kavanagh, otro integrante de la organización.
"Correspondían unos 200.000 metros cuadrados, si es que se quieren satisfacer las necesidad de estacionamiento", añade.
"Si no contemplan esa superficie y hacen lo que dicen, se va a generar un caos de tránsito, ya que ese es un lugar complicado en ese aspecto. No sólo por la cancha de Ferro, sino por los festivales artísticos y los actos políticos”, señala.
Hoy día, el predio donde se emplazaría el nuevo shopping se encuentra parcialmente ocupado con containers y en parte de su superficie funciona el centro cultural "La estación de los deseos".
En otro tramo opera un punto de reciclado por el que pasan a diario cientos de cartoneros, mientras que en otro espacio hay un asentamiento con 40 familias, de acuerdo con los vecinos.
Entre las críticas que elevan las organizaciones también figura la problemática energética.
Sobre todo a partir de que Caballito hoy está entre los tres barrios que cada año sufren interrupciones de suministro en cualquier época del año.
Los críticos argumentan que el nuevo centro comercial demandará el equivalente a 40 manzanas de viviendas residenciales.
Por supuesto que hay muchos vecinos a favor del emprendimiento.
Aseguran que, además de empleo y de revalorizar el área, el shopping garantizará la seguridad en una zona castigada por las reiteradas situaciones de robo.