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La "ruta de la manzana": así­ es el recorrido del precio, desde los productores hasta la góndola en comercios

Los dueños de fincas alertan que no logran cubrir los costos, mientras que la fruta que producen se vende en comercios a un valor diez veces más alto
24/08/2016 - 05:16hs

Los precios de los alimentos están en el centro de la escena. Más específicamente, los de la fruta

En julio, si bien el INDEC informó una desaceleración del índice inflacionario, al caer la cifra al 2% mensual, las frutas se movieron por encima de ese nivel, orillando el 4 por ciento. 

En este contexto, causa sorpresa escuchar que los productores de manzanas del Valle de Río Negro están recibiendo cerca de $3 por kilo -cifra que no les alcanza para cubrir los costos-, cuando los consumidores deben pagar entre $28 y $50, según la variedad. 

El índice que elabora  la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) y que mide la diferencia promedio entre el precio de góndola y origen para una canasta de 20 alimentos agrícolas, muestra que el mes pasado la brecha en el caso de las manzanas fue de casi 10 veces, mientras que para las peras el gap fue de 11 veces. 

"El problema es el precio. Al productor, un kilo de manzana le cuesta $4,50 y lo que percibe, en promedio, es $3 por kilo", afirmó Jorge Figueroa, presidente de la Federación de Productores de Frutas de Río Negro y Neuquén. 

"Lo ideal sería que la rentabilidad fuese del 20%. Entonces al costo de producción de $4,50 se le sumaría una renta de $1,50, lo que daría un precio de $6. Lo que nosotros queremos es por lo menos recuperar el costo", indicó. 

En un tono similar se expresó Sebastián Hernández, titular de la Cámara de Fruticultores de Allen (Río Negro), quien afirmó que "nosotros cobramos miserias en comparación con lo que paga el consumidor". 

Así, todas las miradas de los cosechadores hoy están puestas en los demás eslabones de la cadena, que está conformada por los empacadores (que limpian y seleccionan la fruta, la ponen en cámaras frigoríficas y la distribuyen), los mayoristas y los comercios que venden al por menor, como supermercados y verduleríasLa "ruta de la manzana"En medio de este debate, los empresarios del transporte de cargas nucleados en Fadeeac buscaron salir del foco de la escena, al afirmar que no son formadores de precios y que padecen el contexto actual tanto como los chacareros. 

“El desacople entre el productor y el consumidor final no es el transporte de cargas, son los intermediarios inescrupulosos que fuerzan situaciones para ganar más dinero sin importarles ni el productor ni el consumidor”, afirmó Juan Aguilar, secretario de Fadeeac. 

"Nos duele que los productores del sur de nuestro país deban regalar el alimento que producen. Entendemos que se trata de una situación muy crítica. Sin embargo, muchas veces se culpa al transporte que, justamente, no es formador de precios", indicó el directivo. 

Desde Fadeeac pusieron como ejemplo el caso de las manzanas: "Según los valores del mercado central, el kilo, en promedio, cuesta $20 (precio mayorista). Si calculamos el viaje desde Cipoletti hasta Buenos Aires, de 1.100 kilómetros, la incidencia del flete es de $0,80 por kilo en promedio, lo que representa un 4%".
"Pero en las góndolas de los supermercados encontramos que la cifra de venta al consumidor final en las manzanas ronda los $40. En este caso, la incidencia del flete es de un 2%", agregaron. 
 
"En este simple ejemplo vemos cómo el valor del flete no forma el precio de venta al consumidor y, sin embargo, muchas veces es señalado como el responsable", afirmó Aguilar. 
En este contexto, desde la consultora Gabinete MAG, con sede en la Patagonia, echaron luz respecto de cómo se constituye el precio de la manzana de calidad media a buena, desde que sale de la finca hasta que llega al consumidor

• En origen, cada kilo tiene un precio promedio de $3. 
• Los empacadores, que son los responsables de poner la fruta en condiciones y, en los casos necesarios, conservarlas en cámaras de frío, le aplican $13,70 por kilo (acumulado: $16,70). 
• Si se consideran los datos de Fadeeac, entonces el flete termina sumando unos $0,80 para transportar esa fruta desde el sur hasta el Mercado Central.
• Estas tres fases arrojan un valor cumulado de $17,50 por kilo de manzana. 
• Productores del Valle consultados por iProfesional aseguraron que, sobre ese precio, los mayoristas o distribuidores -un negocio peleado y competitivo- tienen una incidencia cercana al 20%, lo que equivale a unos $6,50 por kilo (acumulado: $24). 
• Finalmente, la participación del comercio minorista en la composición del precio es del 31%.
• Así, desde los $24 que cuesta el kilo de manzana en el canal mayorista, el valor final puede llegar a los $35 para frutas de calidad intermedia o buena (no premium). 
El siguiente cuadro resume la incidencia de cada etapa en la conformación del precio de la fruta desde la fase de producción hasta que llega a la góndola: 

Cabe aclarar que estas cifras no representan una ganancia bruta para los diferentes actores de la cadena: según indicaron desde la consultora Gabinete MAG, por cada $35 que paga un consumidor, entre 38% y 40% son impuestos que abonan productores, empacadores, transportistas y comerciantes. 

Además, cada eslabón tiene que considerar gastos de alquiler, mano de obra, servicios (especialmente los establecimientos que tienen que tener cámaras de frío) y los respectivos márgenes. 
En este contexto, desde la Asociación de Supermercados Unidos (ASU) afirmaron que este sector no tiene la gravitación suficiente para imponer los valores al público. 

"Todas las cadenas manejamos apenas el 15% del mercado de la fruta en la Argentina, es decir que nuestro aporte es marginal”, indicaron. 

"Pasa lo mismo que con el negocio de la carne: más del 75% se vende en carnicerías de barrio, nosotros manejamos tan sólo el 25% restante", señalaron. 

Frente a esta compleja cadena de comercialización, los productores afectados por la falta de rentabilidad entregaron al Gobierno un petitorio en el que piden -entre otras cosas-, crear un organismo que actúe de manera similar al Instituto Nacional de la Yerba Mate.

Es decir, que al inicio de cada campaña se fijen precios mínimos para la fruta y así se eviten los desafasajes que se observan en la actualidad.

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