Como bien saben los expertos en management, un mismo sillón puede generar a quien lo ocupe sensaciones bien distintas, según en qué momento lo estrene.
Y si no, que lo diga el ingeniero Ricardo Darré, que en dos semanas asumirá el cargo de CEO nada menos que de la petrolera YPF.
La situación que experimentará Darré, cuando tome el "doble comando" junto con Miguel Ángel Gutiérrez, constrasta fuertemente con la experimentada por Miguel Galuccio allá por 2012.
Es que Galuccio llegó a una compañía que iba a ser relanzada para volver a ser un jugador de peso en el mapa internacional y contaba para ello con la "joya de la corona", el megayacimiento de Vaca Muerta, que provocaba euforia entre los expertos del sector.
Ahora, en cambio, Darré se hará cargo de una empresa que, lejos de la expansión, tiene que jugar a la defensiva.
Ocurre que por la crisis derivada de los bajos precios del petróleo, la actividad de Vaca Muerta pasó a ser la mitad de aquella que mostraba en sus días de gloria.
Además, debieron ser "congelados" por inviables los planes de exploración submarina y la empresa se ve obligada a repensar la ecuación del negocio.
Es, en este contexto, en el que surge la necesidad de impulsar el desarrollo de energía eólica, no sólo como fuente generadora de energía sino, principalmente, para captar las tan ansiadas inversiones externas.
Todo esto ocurre en el marco de un fuerte endeudamiento de la empresa, que ha sido cuestionado incluso desde seno del propio Gobierno.
A esto se suma el escaso margen político para seguir aumentando los precios de los combustibles y un clima enrarecido en el sur del país, marcado por la conflictividad gremial ante la pérdida de empleos.
Por lo pronto, YPF tomó la decisión de salir a buscarle potenciales compradores a seis de sus áreas de concesión ubicadas en la provincia de Río Negro.
Si bien ese movimiento lejos está de significar un cambio drástico, es bien ilustrativo respecto del clima con el que la empresa le dará la bienvenida al ingeniero Darré.
"Para YPF representa una oportunidad de optimizar sus activos y de asignar sus inversiones a proyectos que tengan mejores rendimientos”, afirmaron desde la compañía a iProfesional respecto de la venta de esas concesiones.
Señalaron que la idea es que el proceso de traspaso esté cerrado antes de que concluya la primera quincena de julio y que está negociando hasta con 30 firmas medianas y chicas que han mostrado interés en dichas áreas.
Este repliegue representa la contracara de una apuesta millonaria que la estatal tiene prevista para el corto plazo.
Acompañando el cambio de gestión, se apresta a darle toda la potencia posible al negocio de las energías renovables, una estrategia que va en línea con el reclamo de ir rompiendo con la dependencia del combustible fósil.
La energía eólica, generada a partir del viento, aparece entonces como la principal apuesta de YPF en el arranque de la gestión Darré.
En este sentido, fuentes de la compañía confirmaron a iProfesional que el próximo 29 de junio se pondrá en marcha de modo oficial el primer parque eólico de la empresa en la Patagonia.
"Con Gutiérrez, el nuevo Presidente, se dará inicio a una apuesta diferente y muy ambiciosa, con epicentro en las energías renovables", destacaron desde la petrolera.
Las fuentes consultadas anticiparon que “YPF abrirá una licitación internacional para establecer qué empresa es la que llevará a cabo la instalación de los molinos”, al tiempo que añadieron que “los avances se irán plasmando en estos próximos meses".
La energía eólica que se produzca será clave para reducir la demanda de otras fuentes requeridas -como el gasoil, el fuel oil y el gas natural- para el funcionamiento de las usinas eléctricas.
En contraste con la fuerte apuesta en molinos de viento aparece la exploración offshore.
No es para menos, ya que “hundir” fuertes inversiones como las que se requieren para la extracción en el mar hoy día resultan insostenibles, a raíz de un precio internacional del crudo tan alicaído como el actual.
Por lo pronto, a este tipo de actividades se les colgó el cartel de “suspendidas hasta nuevo aviso”, ya que los trabajos offshore requieren de desembolsos muy altos, mayores incluso a los de Vaca Muerta, que ya son elevados de por sí.
“Hacer un pozo horizontal en un yacimiento no convencional implica una inversión del orden de los u$s14 millones. En cambio, una exploración en el mar ronda los u$s60 millones", ejemplificó un vocero de la estatal.
Vientos de cambio
El proyecto eólico de YPF se ubicará en la cuenca del golfo San Jorge (dentro del yacimiento Manantiales Behr) en la provincia de Chubut.
Según precisaron a este medio desde la firma, la iniciativa demandará un desembolso de unos u$s200 millones para un parque que ocupará unos 20 kilómetros cuadrados, capaz de desarrollar unos 100 MW.
"Consiste en la construcción y posterior operación de un sistema aerogeneradores que producirá energía eléctrica que será integrada al Sistema Argentino de Interconexión (SADI)”.
Los técnicos que vienen llevando a cabo la tarea dan cuenta de una larga lista de atributos, entre los que destacan:
-Es una fuente de energía segura y renovable.
-No contamina la atmósfera ni genera residuos.
-Su tiempo de construcción es relativamente rápido.
-Su instalación es compatible con otros usos del suelo.
-Mejora la eficiencia técnica y la disponibilidad.
-Reduce costos y permite ahorrar combustible no consumido.
-Permite diversificar la matriz energética.
-Posibilita ampliar la potencia instalada en plazos cortos.
-Otorga mayor previsibilidad en los precios.
El plan de YPF contempla el desarrollo de 30 aerogeneradores que constan de turbinas (la energía eléctrica se genera a partir de la rotación de un eje que gira por acción del viento).
“Para tener una referencia de las dimensiones, estos equipos tienen 80 metros de altura y cada uno tiene tres palas de 45 metros de longitud", indicaron las fuentes consultadas.
Además, YPF contempla la construcción de un edificio para el funcionamiento de una subestación transformadora (SET).
Macri quiere "la Patagonia llena de molinos"
La estrategia de YPF de apostar por las energías renovables se enmarca en la fuerte impronta que Macri le quiere dar a este sector.
En tal sentido, aseguró que su gran apuesta es el desarrollo de molinos de viento y paneles de energía solar en todo el país.
"Tenemos que llenar la Patagonia de molinos para llenar de energía la Argentina", remarcó.
Es que el país se ubica entre los que cuentan con mayores posibilidades para producirla, por los vientos fuertes que soplan en el sur del país.
“La Argentina tiene la tercera mayor reserva eólica y la segunda solar del mundo”, aseguró el jefe de Estado.
Además, anticipó que llegarán desembolsos millonarios: “Todos los países me hablan del enorme potencial que tiene la Argentina”.
Más aun, el propio Barack Obama le aseguró que llegará gran cantidad de inversores para explotar este recurso.
Macri anticipó que en una primera etapa se apuntará a la generación de 1.000 megawatts.
“Vamos a evitar que se emitan más de 2.000 millones toneladas de dióxido de carbono. Esto es como sacar un millón de vehículos de la calle", remarcó.
El Presidente no es el único al que se lo ve entusiasmado. Steve Sawyer,empresario vinculado con la WorldEnergy Council (WEC), aterrizó hace poco en Buenos Aires con una delegación de 24 miembros de las empresas más importantes de la industria eólica.
Este ejecutivo predice que serán miles de millones de dólares los que vendrán para la generación de este tipo de energías.
Expresó que el viento que sopla en la Patagonia es considerado “clase 1”. Es decir, el mejor de todos por su fuerza y constancia.
Este movimiento inversor de hecho ya empezó y viene sumando el interés de los grandes players:
-Uno de ellos es la estadounidense Dow, que anunció la construcción de un parque eólico en Río Negro para el que destinará u$s123 millones.
-Otra es Pampa Energía, de Marcelo Mindlin, que desembolsará u$s400 millones para dos parques cerca de la ciudad de Bahía Blanca.
-En la lista también aparece Genneia, comandada Jorge Brito hijo, que invertirá u$s500 millones en la construcción del Parque Eólico Madryn.
-Otro gigante que asoma en la meseta chubutense es la compañía china Sinowind Technologies, que sumará u$s425 millones para desarrollar El Angelito.
-También, con financiación asiática, la compañía Power China anunció u$s300 millones para la ampliación del Parque Eólico Arauco en La Rioja.
La lista sigue. Hay otros proyectos que suman en conjunto unos u$s230 millones, siendo el más avanzado un parque eólico en Chubut (u$s70 millones).
Escenario complicado
La contracara del panorama auspicioso para el negocio de la energía eólica se encuentra en Vaca Muerta, castigada por la caída del precio del barril de crudo.
En ese sentido, desde YPF reconocieron que el total de equipos operando en la zona cayó a la mitad respecto de hace unos meses (de 22 a 11).
Este parate, como era de prever, viene siendo acompañado por una alta conflictividad en el sur que se viene prolongando desde mayo, con desmanes que están a la orden del día.
Las protestas y manifestaciones tuvieron su punto más alto cuando la firma tuvo que salir a “repudiar los actos de vandalismo” que afectaron a diversas instalaciones y que dejaron cuantiosos daños materiales a estructuras edilicias y a vehículos de su propiedad.
A tal punto que la petrolera recalcó que los desmanes generaron "pérdidas irrecuperables".
YPF también viene enfrentando una ofensiva liderada por Guillermo Pereyra -uno de los principales líderes del gremio petrolero- quien advirtió sobre el alto endeudamiento de la compañía.
En todo caso, lo que queda en evidencia es el cambio de estrategia para la empresa: menos Vaca Muerta, menos offshore, más importaciones y energías renovables como sector “estrella”.
Esto, en un marco en el que la consigna es cuidar el peso, a tono con las urgencias económicas del país y con el desplome de precios en el mercado internacional.
No será fácil la tarea que tendrá Darré por delante, que deberá lidiar con un precio internacional del crudo en niveles mínimos, con una YPF muy endeudada y con una sociedad que no resiste un nuevo aumento en las naftas.
Quizás en el viento encuentre algo de oxígeno para mostrar que la YPF de Macri es capaz de atraer aquellas inversiones que Vaca Muerta ahora le niega.