"El restaurador": Macri rearma el negocio de las "telco", para alegría de Clarín y de las grandes empresas
El golpe más contundente lo dio a principios de enero.
Apeló a un decreto para disolver organismos "cristinistas" -como la AFSCA y AFTIC- y amplió el número de licencias que pueden controlar los medios. Incluso, habilitó las transferencias sin límite.
A la par, se fueron sucediendo gran cantidad de hechos de distinto grado de relevancia.
El Gobierno de Macri le puso punto final a los planes de adecuación que debían cumplimentar los multimedios para ajustarse a la Ley de Servicios Audiovisuales.
Avaló la compra completa de Nextel por parte del Grupo Clarín y le dio luz verde al empresario mexicano David Martínez para que en breve pueda hacerse del control de la "codiciada" Telecom.
La creación del Ministerio de Comunicaciones llegó de la mano de una premisa enarbolada por su titular, el radical Oscar Aguad: "Se terminó todo el efecto de la ley del kirchnerismo en materia de medios".
En paralelo, la nueva administración dejó entrever que no utilizará el espectro que había quedado en manos de la ArSat kirchnerista, ya que no está en los planes del macrismo crear una compañía de telecomunicaciones del Estado.
La entrega de una frecuencia de televisión a la editorial Perfil será parte de una nueva realidad, mientras que algunos actores del sector reclaman por otro decreto de necesidad y urgencia (DNU), luego de quedar sin efecto los llamados a concurso para licencias de televisión digital abierta.
No son los únicos que se quejan: la decisión de terminar con la AFSCA y la AFTIC también estuvo acompañada por un veto a las telefónicas, de modo tal que no podrán ingresar al negocio de la TV por cable al menos en los próximos dos años.
Todo esto pasó en apenas dos meses. Mauricio Macri y equipo han dejado bien en claro que para esta gestión resulta prioritario marcar la cancha en el negocio de los medios de comunicación.
De ahí la sucesión de decretos y disposiciones que vienen dando a luz. Todas las medidas apuntan a un objetivo central, que analistas y empresarios califican como de "restauración".
"Lo que se está haciendo es volver rápidamente hacia atrás, romper con las medidas que fueron impuestas en las presidencias de Cristina Kirchner", aseguró a iProfesional Martín Becerra, reconocido catedrático en las universidades de Buenos Aires y Quilmes y especialista en medios.
"Hasta que se dio la ruptura final con el Grupo Clarín -entre los años 2008 y 2009- la posición del gobierno anterior no era tan virulenta para con determinados multimedios. Luego empezó la batalla y ahora asistimos a una suerte de ‘big bang', bajo la premisa de restaurar todo lo anterior", completó.
Según Becerra, los cambios que se vienen sucediendo responden a una "lógica revanchista", que resulta coherente con la idea de desarticular las estructuras y cursos de acción que tuvieron lugar durante el kirchnerismo.
En su visión, con las últimas modificaciones, el macrismo le está dando nuevamente ventaja a los grandes operadores, más allá de los beneficios que pueda obtener el Grupo Clarín que, por su alta exposición mediática, pasan a ser los más visibles.
"Además de Clarín, el hecho de que vuelva a existir la posibilidad de sumar licencias -y a extenderlas por más años- beneficia a empresarios como Pierri o Manzano. De hecho, el mismo Cristóbal López no hubiese podido avanzar sobre la señal CN23 sin los cambios que fijó el decreto que modificó la ley. Hasta Cadena 3 resultó favorecida", completó Becerra.
En busca de los "telcodólares"
intento del gobierno de Macri de asegurar nuevas inversiones que a la obsesión por desarmar un entramado político.
"El sector de las telecomunicaciones es estratégico para una economía moderna. Es una rama de actividad que necesariamente debe hacer inversiones de magnitud casi de modo permanente", comentó a iProfesional.
Tal como viene dando cuenta este medio, sólo el despliegue del 4G implica miles de millones de dólares. "Estamos hablando de desembolsos que rondan los u$s2.000 millones anuales", aseguró Carrier.
Para este experto, si bien las últimas normativas impulsadas por el gobierno de Macri parecen haberse redactado a medida del Grupo Clarín, lo concreto es que -más allá del plano político- hay un claro interés en que comience rápidamente un proceso de importantes desembolsos para mejorar servicios e infraestructura.
Entre otras cuestiones, y de cara a lo que viene, un tema clave será qué destino se le dará al espectro que todavía está en manos de ArSat.
Punto de inflexión El DNU 267 por el que se disolvió la AFSCA y AFTIC para crear en su lugar el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM), publicado en enero, marcó un antes y un después para el sector.
Ese decreto modifica dos aspectos clave respecto a la anterior Ley de Medios K:
-La prórroga de licencias por 10 años
-La posibilidad de realizar transferencias.
Operaciones de este tipo tienen que ser aprobadas por ENACOM. Pero (y aquí otro punto clave) si el organismo no dictamina en el lapso de 90 días la transferencia se dará por avalada de forma tácita.
Al mismo tiempo, el nuevo marco amplía la cantidad de licencias de cada operador.
-A nivel nacional, se permitirá un máximo de 15 (desde las 10 anteriores).
-A nivel local, podrán disponerse de 4 (antes eran 3).
Pero hay más: el DNU eleva al triple (del 15% al 45%) el total de acciones de los titulares que podrán cotizar en la Bolsa.
En cuanto a la extensión de las licencias:
-La normativa K establecía una única extensión por diez años, previa audiencia pública.
-El nuevo régimen macrista contempla prórroga automática a los 5 años y otra más de 10, mediante un esquema de concursos.
Otro aspecto clave radica en que las compañías de cable contarán con una licencia nacional única. Esto, claramente, implica el fin de cualquier control antimonopólico.
Siguiendo con los cambios, el nuevo marco vuelve a sacar a las telefónicas del negocio del cable, al menos en el corto plazo.
Concretamente, el DNU especifica que estas empresas podrán ofrecer servicios de esta índole recién a partir del 1° de enero de 2018.
Igualmente, ENACOM se reserva la posibilidad de extender la prohibición por hasta un año más.
Según Becerra, con todas estas modificaciones el Gobierno busca restablecer un orden.
"El negocio de las telecomunicaciones cambió mucho, aparecieron otras tecnologías que desbordan los niveles de regulación. Si ya la ley de hace unos años tropezaba con esos cambios, ahora todavía más", opinó Becerra.
Algunas de las medidas avaladas por el macrismo reflejan la intención de devolverle el protagonismo a las "grandes" compañías. Sobre esto hay muestras de todo tipo.
Aval Clarín-Nextel
A fines de enero, Grupo Clarín informó que a través de Cablevisión compró el 51% de Nextel.
De este modo, ya se hizo del control del 100% de la empresa, después de haber adquirido en septiembre pasado el 49%. Este avance implica para el multimedio el pase definitivo al mundo de la telefonía.
Poner a Nextel a competir y que quede a tono con sus rivales, ya afianzados en el sector, implicaría para Clarín un desembolso de al menos u$s1.000 millones.
La casi segura compra de Telecom Argentina por parte del mexicano David Martínez (que a su vez posee el 40% de Cablevisión) puede mejorarle claramente la situación competitiva al multimedios de Magnetto.
Al respecto, Becerra consideró que es muy probable que para dar 4G, la compañía del "PRIP" se valga de la infraestructura y antenas de Telecom, si es que llega el aval final para la adquisición.
Por lo pronto, la compañía adquirida por Clarín ya comenzó con su proceso de reestructuración: sólo entre enero y febrero Nextel ha despedido a casi 70 empleados.
Cierre de concursos
A través de la resolución 11 del ENACOM, el Gobierno dispuso dejar sin efecto los llamados a concurso para licencias de televisión digital abierta.
En ese sentido, la norma se fundamenta en que el DNU 267 modificó los artículos referidos a las condiciones de admisibilidad de las personas jurídicas, requisitos societarios, régimen de licencias y apertura del capital accionario.
Asimismo, se ampara en que una decisión judicial había frenado la apertura de las ofertas a solicitud de Perfil TV. En cuanto a esta última, se encuentra en elaboración el informe jurídico previo a su tratamiento en el directorio.
En relación con este tema, la AFSCA argumentaba que la empresa no había informado su estado patrimonial. Como contracara, Perfil manifiesta que cumplió con todos los avales.
A raíz de estas idas y venidas, la editorial recurrió a la Justicia y logró frenar con cautelares la asignación de las frecuencias por las que competía.
Fin de la adecuación
En los últimos días, ENACOM también optó por archivar todos los planes de adecuación fijados por la Ley de Servicios Audiovisuales.
En consecuencia, las propuestas de los grupos Clarín, Telefe-Telefónica, Moneta, Jorge Ricardo Nemesio, Manzano-Vila, Cadena 3 y Prisa, todos con procesos que se mantenían abiertos, culminaron.
En su momento, AFSCA había aprobado las alternativas que presentaron Telearte (Remigio González), Indalo (Cristóbal López) y DirecTV.
"Dimos por terminada una etapa de presión con adecuaciones coercitivas. El objetivo ahora es mirar hacia adelante. Queremos dar vuelta una página escrita en una etapa muy complicada, con coerciones a las empresas periodísticas", declaró el presidente del ENACOM, Miguel De Godoy.
Vale recordar que la medida impuesta durante el kirchnerismo buscaba dividir a Grupo Clarín hasta en 6 empresas diferentes.
El sello de Macri, hasta en el fútbol
El Gobierno también se hizo espacio para modificar la estructura de televisación del fútbol de primera división.
Estableció que Grupo Clarín, a través de sus señales y operadores controlados, dominará las principales emisiones.
El multimedio -en combinación con Telefónica- desembolsará hasta $180 millones para emitir los encuentros de los equipos grandes.
Aunque aún no reconoció las tratativas de manera oficial, lo cierto es que está a un paso de quedarse con las transmisiones de fútbol por teléfono celular.
Para ello, Clarín se serviría de la tecnología e infraestructura con la que cuenta su controlada Nextel.
Si bien esta última carece de servicios de 4G, el multimedio evalúa solicitar frecuencias y concretar desembolsos en el corto plazo para otorgarle a la operadora capacidad de navegación a máxima velocidad.
Más allá de esto, la inminente adquisición de Telecom por parte del empresario David Martínez podría allanarle al grupo sus planes en movilidad.
Todas estas cosas sucedieron en apenas unas semanas, que hacen parecer lejana la década que necesitó el kirchnerismo para articular su relato en contra de los diferentes grupos empresarios.
En definitiva, en tan sólo dos meses "M", se revirtió todo lo que se había pergeñado en doce años "K".