Vuelve el recaudador admirado por Macri: Abad, ex funcionario que le cambió la cara a la AFIP
El enamoramiento de Mauricio Macri con la figura de Alberto Abad no es nuevo. Pocos recuerdan que allá por el 2007, Abad recibió a Macri para contarle las políticas que venía aplicando al frente de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). El resultado de esas políticas se traducía en un aumento sostenido de la recaudación impositiva a nivel nacional.
Macri salió fascinado de esa reunión y acto seguido anunció la creación de un organismo impositivo autónomo y de similares características en la Ciudad de Buenos Aires. En efecto, se puso en marcha la Administración Gubernamental de Ingresos Públicos (AGIP) porteña que desde su creación se encuentra al mando de Carlos Walter.
Abad, quien ya se desempeñó al frente del fisco nacional entre 2002 y 2008, se mostró muy crítico con la actual gestión que lleva adelante Ricardo Echegaray.
En septiembre pasado, el futuro administrador declaraba que “cuando hay una presión tributaria tan fuerte como en este país, el ciudadano tiene el derecho de saber a donde van los fondos”, dijo el tributarista, quien estuvo en Rosario invitado por la Secretaria de Regiones, Municipios y Comunas, para dar una charla sobre modernización administrativa en la gestión pública.
“Tenemos un gasto público inelástico y tributos en su máxima expresión, frente a esto, la única alternativa es aumentar la base tributaria, no la alícuota”, advirtió Abad en septiembre pasado.
"No coincido con la actual conducción de la AFIP. Veo más palos que zanahorias, no se respeta al contribuyente", señaló oportunamente Abad.
Transformación de la AFIP
Entre 2002 y 2008, bajo la gestión Abad, la AFIP cambió por completo. Entre los mayores logros, se destacan los planes antievasión, el régimen de control del sector inmobiliario, la reducción en la evasión del IVA del 35% al 20%, la compra de escáneres para la Aduana y la puesta en marcha de planes de facilidades de pago sin moratorias, entre otros ejes.
Expertos tributaristas y ex funcionarios del fisco nacional destacan que una de las claves de la gestión Abad fue "facilitar el pago de impuestos valiéndose de todas las herramientas tecnológicas que tenía a su alcance".
También remarcan la importancia que tuvo al "crear percepción de riesgo" como componente fundamental a los fines de la fiscalización. En este sentido, una de las herramientas más poderosa que potenció Abad, es la base de datos online que dispara inspecciones sobre la base de un trabajo previo de inteligencia fiscal.
Los expertos tampoco dudan en reconocer que bajo la gestión Abad se puso en marcha el régimen de factura electrónica, el sistema Mis Aportes y la informatización para presentar declaraciones juradas, entre otros avances tecnológicos que aún perduran.
Los expertos consultados por este medio destacaron "la tecnificación y el uso de internet, lo cual aporta al control de la AFIP sobre el cumplimiento de los contribuyentes", subrayó.
"Alberto Abad llevó a cabo una eficaz acción al formar conciencia tributaria, fomentar el cumplimiento voluntario de la obligación impositiva y de lograr equidad incorporando nuevos actores para hacer más justa la atribución de la carga fiscal", señalaron las fuentes consultadas.
Otros aspectos que se destacan sobre la gestión Abad refieren a la potenciación del cruce de datos con otros organismos públicos y a las acciones tendientes a reforzar la cultura tributaria.
Trayectoria
Alberto Abad estudió Ciencias Económicas en la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde se graduó como contador público. Comenzó su actividad laboral en un estudio global de auditores y posteriormente se desempeñó en el sector público y privado. Realizó distintas funciones en empresas públicas y fue designado síndico en representación del Estado en varias de ellas, hasta ser designado Presidente de la Sindicatura General de Empresas Públicas en 1991.
En 1994 fue nombrado primer Síndico General de la Nación. Durante el primer semestre de 1995 fue Interventor del PAMI. Participó activamente en la puesta en marcha de la Jefatura de Gabinete de Ministros (julio de 1995), siendo Secretario de Control Estratégico de la misma hasta su renuncia en 1997.
En el 2000 fue designado Vicepresidente Ejecutivo del Grupo BAPRO -holding de empresas del Banco Provincia de Buenos Aires- que nucleaba sociedades con significativa presencia en la actividad de AFJP, ART, Seguros, Bolsa, Inversiones inmobiliarias y Leasing. En el 2002 volvió a la función pública como titular de la AFIP. Posteriormente fue designado presidente del Centro Internacional de Administraciones Tributarias. Renunció a su cargo en AFIP en marzo del 2008.
En el 2008, la Fundación Konex lo premió como una de las cinco mejores figuras de la última década en la disciplina de Administradores Públicos.