La AFIP encendió las alarmas antes de que los ahorristas decidan hacer "puré" con los dólares del Boden 2015
Que la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) es una especie de Gran Hermano ya no es un secreto. Y menos debería serlo para los ahorristas que están ansiosos por cobrar unos u$s6.000 millones con el pago del Boden 2015.
De acuerdo con la información a la que pudo acceder iProfesional, el organismo a cargo de Ricardo Echegaray ya tiene identificados a las empresas y particulares que recibirán la "lluvia verde", a fin de controlar la realización de dos posibles maniobras: la primera, el llamado "puré", que consiste en vender en el mercado blue los dólares obtenidos y así hacer una diferencia.
La otra, consiste en computar en los balances de las compañías, la pérdida que surge del valor implícito del Boden 2015 contra la cotización oficial. El cómputo de mayores pérdidas reduce el monto del Impuesto a las Ganancias a pagar por las firmas y, por ende, disminuye la recaudación que ingresa a las arcas fiscales.
Puré para pocosLa primera maniobra que se encuentra en la mira del fisco nacional es el puré. Igualmente cabe destacar que será relizada por un número no tan significativo de ahorristas.
En diálogo con este medio, Andrés Edelstein, socio de Asesoramiento Impositivo y Legal en PwC Argentina señaló que "a diferencia de lo que puede suceder con el dólar ahorro, los tenedores de bonos son más sofisticados y, por ende, es baja la posibilidad de que lo cobrado en billetes verdes se venda en el mercado paralelo".
Igualmente, siempre existen aquellos minoristas que, con la divisas que obtengan del Boden 2015 -que tendrán una cotización implícita de $14- buscarán sacarles una ganancia extra ofreciéndolos en el mercado blue, cuya cotizacion oscila los 16 pesos.
Tal como adelantara iProfesional, quienes recurren al puré dejan un rastro claro de la operatoria sin darse cuenta. Es que terminan utilizando la diferencia que obtuvieron para adquirir bienes o pagar servicios que el fisco sigue de cerca.
Al respecto, Iván Sasovsky, titular de Sasovsky & Asociados, explicó que "adquirir divisas estadounidenses en el mercado legal y venderlas en el paralelo es una práctica muy sencilla de ser detectada por el fisco, no sólo por la disponibilidad que se tenga de los datos, sino porque la declaración jurada del Impuesto a las Ganancias es el fiel reflejo de la vida del contribuyente, y todo lo que haga en ella se refleja".
"La ecuación es simple: lo que se gana, o se consume o se ahorra. Si al final del año se consume y se ahorra más de lo que se gana, pues entonces la AFIP podrá saberlo, dado que se trata de un incremento patrimonial no justificado", aseguró.
Así las cosas, aumentar considerablemente los gastos de la tarjeta de crédito (que en algunos casos representan un alto porcentaje de los ingresos) o comprar un auto (que debe ser registrado e informado a la AFIP) pueden convertirse en las pistas que luego utilice el fisco.
Con estas operaciones, los contribuyentes pueden llegar a fin de año fiscal (que opera al 31 de diciembre) con un nivel de erogaciones que no se condice con los ingresos que declaró y, por ende, dejaría todo servido para que los inspectores realicen ajustes en las declaraciones juradas.
Con estas cartas sobre la mesa, dicho ajuste que intentará realizar el organismo de recaudación sería el siguiente:
•Incorporaría al activo el total de los dólares comprados en el mercado oficial.
•El importe del consumo o inversión de bienes que no pueda justificarse lo consideraría incremento patrimonial no justificado.
Dicho de otra manera, el fisco incorporará la diferencia que el ahorrista habría ganado haciendo el puré y lo considerará como ingresos que no fueron declarados. Por ende, calculará sobre esos fondos los impuestos que no fueron declarados y que deberán ser pagados.
Y no se trataría sólo de irregularidades en Ganancias (que es donde se detectan las inconsistencias), sino que el ajuste tributario que realicen los "sabuesos" podría incluir también una deuda en el Impuesto al Valor Agregado (IVA).
En resumen, el problema reside en que no existe una forma clara de blanquear los pesos que se obtengan haciendo el puré. De hecho, durante mayo pasado, la AFIP envió cerca de 75.000 intimaciones a compradores de dólar ahorro por inconsistencias.
La mismas fueron enviadas a los compradores de más altos ingresos y, en consecuencia, quienes más capacidad contributiva tienen para comprar dólar ahorro. En tales casos, sus gastos con tarjeta de débito y crédito, tanto en la Argentina como en el exterior, superaron en gran medida el monto declarado como ingresos. Además, en el cruce informático se analizaron los gastos de colegio privado, expensas, patente y seguro del auto, prepaga, luz, gas y teléfono.
Igualmente, vale mencionar que si bien no se hizo oficial, es sabido que el fisco nacional decidió suspender este tipo de intimaciones hasta que pasen las elecciones presidenciales.
Inflar las pérdidas
La otra maniobra sobre la que hará foco Echegaray es la que consiste en inflar las pérdidas para reducir el monto a pagar en Ganancias. Esta maniobra, de acuerdo con el organismo de recaudación, será llevada adelante por las empresas tenedoras de Boden 2015. La misma consiste en registrar la pérdida que surge del valor implícito de los dólares del título público contra la cotización oficial.
Para ello, el fisco tiene a mano la circular 5/2014:
Sin embargo, para la AFIP estas operaciones "no se encuentran vinculadas con la obtención, mantenimiento ni conservación de ganancias gravadas", tal como surge de la nueva normativa.
Por el contrario, considera que forman parte de "planificaciones fiscales nocivas tendientes a evadir el pago del impuesto".
Por este motivo, el organismo recaudador emitió la circular 5 que aclara que estas diferencias no resultan deducibles. De esta manera, como se amplía la base imponible del impuesto, las compañías que realicen la operación deben pagar más Ganancias.
Por último, resta analizar que sucedería si los tenedores de Boden 2015 desean realizar un canje con el Bonar 24. Al respecto Edelstein fue categórico: "En principio, a fines fiscales para las sociedades los bonos se valúan a cotización, por lo que no tendría impacto el canje".