"La tecnología no debe ser percibida como un bien suntuario sino como un pasaporte al mundo"
El magister Pablo Piccolotto, docente de posgrado en la Universidad Blas Pascal, en la ciudad de Córdoba, analizó en esta entrevista de iProfesional la herencia tecnológica que dejarán las administraciones kirchneristas al próximo Gobierno que asumirá el 10 de diciembre.
Piccolotto (en la foto) es docente de posgrado de la materia “Innovación tecnológica y gestión de tecnologías” en la especialización en gestión de las tecnologías y de la diplomatura en Innovation Management de la Universidad Blas Pascal.
Además, trabaja en Intel, en el centro de diseño de software que esta empresa tiene en Córdoba.
En 2014 fue seleccionado para una beca por la Jefatura de Gabinete de Ministros de la Presidencia de la Nación y el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva que le permitió cursar una especialización en Gestión de Nuevas Tecnologías en Ciencias e Ingeniería de la Universidad Ajou en Corea del Sur.
-¿Qué balance hace de la gestión y las políticas de las administraciones Kirchner iniciadas en 2003 en relación a las TIC?-El balance es positivo, aunque es honesto aclarar que desde el año 2008 las inversiones internacionales se desaceleraron por la pérdida de competitividad cambiaria.
Esto es lo que sucede con todas las industrias que no tienen un diferenciador más allá de su estructura de costos.
En el momento en que los costos suben -ya sea por inflación o cualquier otro motivo-, las empresas desinvierten para no perder dinero.
Un caso excepcional es el centro de Diseño de Software de Intel en Córdoba cuyo diferenciador fue desde un principio la excelencia y la innovación.
De esa forma, pudo mantenerse al margen de los vaivenes de la economía argentina cuya industria TIC suele ser muy sensible a los costos.
La industria TIC debería buscar diferenciadores y nichos de mercado que las hagan menos sensible a sus variaciones de costos.
-¿Cuáles son las materias y retos pendientes en cuanto a las TIC que recibirá como herencia el próximo Gobierno?-En cuanto a la industria del software, tienen que ver con la competitividad y la atracción de inversiones externas.
En cuanto al hardware, es la eliminación progresiva de las restricciones a las importaciones tecnológicas.
Hay que sincerarse y reconocer que no somos un país productor de tecnología de punta en este segmento, a duras penas contamos con el conocimiento y las instalaciones para ensamblar componentes importados.
-¿Qué consecuencias tecnológicas y económicas genera la falta de resolución de estos temas pendientes?-Las restricciones a las importaciones de tecnologías de punta generan un atraso que si bien es difícil de cuantificar, es fácil de observar cuando se tiene la oportunidad de viajar a países desarrollados donde dichas restricciones no existen.
En un mundo globalizado y tan competitivo, el atraso que genera el no poder acceder a las últimas tecnologías nos hace perder competitividad como sociedad.
La tecnología no debe ser percibida como un bien suntuario sino como un pasaporte al mundo.
Si bien nuestra educación universitaria está a la par de la del resto del mundo en cuanto a calidad y contenidos, creo que deberíamos prestar más atención en la enseñanza del idioma inglés, que para muchos es una limitación a la hora de trabajar en corporaciones multinacionales.
Más aún, si tenemos en cuenta que nuestro uso horario nos permite trabajar con empresas de Estados Unidos y esto nos da una ventaja competitiva única contra países como la India o China.
-¿Qué debería hacer el próximo Gobierno nacional para aprovechar –en favor del desarrollo de la sociedad de la información y el conocimiento– la infraestructura y la legislación (Argentina Conectada, Conectar Igualdad, satélite Arsat 1, ley Argentina Digital, leyes de promoción del software) en relación a las TIC registradas en esta última década?-El próximo Gobierno nacional debería atraer y promover la instalación de empresas internacionales de software de primera línea.
Estas empresas, generan trabajo no solo en forma directa sino también indirectamente, al mismo tiempo que capacitan y elevan el nivel profesional de sus empleados.
Con el tiempo, esto genera un círculo virtuoso, ya que muchos de estos profesionales crean emprendimientos relacionados a las TIC y generan así aún más trabajo para el sector.
-A partir del programa Conectar Igualdad, ¿cómo debería integrar el próximo Gobierno nacional a las TIC en las políticas de educación general?-La asignatura pendiente del Gobierno con respecto al plan Conectar Igualdad tiene que ver justo con la palabra “conectar”.
La conectividad y el acceso a Internet en forma ubicua sigue siendo la gran deuda pendiente.
Las computadoras son importantes, pero aún más importante son los contenidos educativos, y muchos de ellos solo pueden ser accedidos con conectividad a Internet.
La posibilidad de acceder a contenidos educativos mediantes búsquedas en Google, YouTube, Wikipedia, etc. dentro y fuera de la escuela es muy importante para cualquier programa de estas características.
Muchos docentes perciben a los celulares como distractores o amenazas dentro de las aulas.
Yo en cambio los veo como poderosas herramientas e incluso aliados si se los sabe usar a favor de la educación.
Además de las computadoras que ya fueron entregadas, las tabletas son una buena solución si se garantiza la conectividad apropiada usando las tecnologías 3G-4G-Wimax tanto dentro como fuera de las escuelas.
-¿Qué debería hacer el próximo Gobierno nacional en relación a los beneficios fiscales para la fabricación de productos TIC en Tierra del Fuego?-El foco del próximo gobierno deberá estar centrado en aumentar la competitividad genuina de nuestra industria.
De nada sirve alentar la industria nacional sino se hace de forma inteligente y eficiente.
Es imposible ser competitivo ensamblando productos tecnológicos -o de cualquier otro tipo- lejos de las fuentes de materias primas, lejos de los mercados que consumen dichos productos y peor aún, donde los recursos humanos calificados escasean.
A los elevados costos de transporte de la Argentina, debemos sumar el hecho de que Tierra del Fuego tiene uno de los costos de vida más altos del país, costos que se transfieren a los productos y que luego la sociedad debe absorber al consumir dichos productos.
Si lo que se pretende es poblar la Patagonia, esto no se debe hacer en detrimento de la competitividad industrial. Son dos problemas diferentes y no podemos resolver uno generando otro.