Sufre la "caja verde": el precio de la soja no detiene su caída y cotiza a su nivel más bajo desde 2009
Los futuros de soja tocaron niveles mínimos en casi seis años en el mercado de Chicago, en medio de una ola vendedora generalizada de materias primas y por pronósticos de lluvias en Estados Unidos que mejorarían los rendimientos de la cosecha.
En concreto, la oleaginosa perdió 1,1% y retrocedió a los u$s331,9 por tonelada. Así las cosas, se ubica en su menor valor en seis años.
Para encontrar un precio más bajo hay que retroceder a octubre de 2009, cuando la soja llegó a costar u$s325 por tonelada, en plena crisis mundial por las hipotecas subprime.
En este contexto, surgen dos factores que presionan a la baja sobre el precio de las materias primas: las mejores perspectivas climáticas en Estados Unidos, que provocaría un aumento de los stocks mundiales, y la volatilidad en los mercados financieros internacionales.
Respecto del primer punto, había un creciente consenso entre los expertos del mercado granario de que se iban a ajustar a la baja las previsiones sobre el área sembrada, rendimiento y producción de la cosecha sojera en el país del norte.
Sin embargo, los pronósticos fueron en sentido contrario: ahora se esperan casi 107 millones de toneladas, lo que se constituiría en un nuevo récord histórico, a lo que se sumaría el empuje de la Argentina y Brasil.
Para los analistas, también sigue pesando la fuerte devaluación del yuan, que tuvo logar la semana pasada y que generó incertidumbres ante el impacto que esto podría tener en el comercio internacional.
Según Jorge Todesca, de Finsport, "aunque la magnitud de la corrección cambiaria de hace unos días se perciba como leve a la luz de los movimientos locales del tipo de cambio, este movimiento tendrá fuerte impacto mundial. En nuestro caso esta devaluación agrava el panorama de pérdida de competividad generado por la caída en los precios internacionales de las commodities y, muy especialmente, la devaluación de la moneda brasileña".
Golpe para la caja verde
no para de perder peso relativo dentro de la economía argentina".
"Una tonelada de soja exportada cada vez alcanza para menos", agregaron. Sobre este punto, un dato clave es que para este 2015 se proyecta que el complejo genere apenas el 76% de las divisas que aportaba en 2012, es decir, casi u$s5.400 millones menos en tan sólo tres años.
Por lo pronto, según datos de la Cámara de Cerealeras, las exportaciones de granos y derivados acumuladas hasta mediados de agosto alcanzaron los u$s14.300 millones, unos u$s2.700 millones menos que en igual lapso del año pasado.
En tanto, si se traza una relación entre el valor de la cosecha exportada y el PBI argentino, se observa una importante contracción: en 2012, ese ratio era del 3,6%, mientras que para este año se espera que sea del orden del 2,7% y a la baja.
La mala noticia del descenso de precios responde a que, según los analistas de E&R, "la soja además de ser un generador genuino de divisas, representa también una fuente de recursos para el Gobierno Nacional y para las provincias que perciben los tributos correspondientes a la recaudación por retenciones a las exportaciones y el Fondo Solidario de la Soja (FFS) respectivamente".
En este sentido, se conoció que el FFS revirtió la tendencia positiva de las anteriores quincenas, y cerró las dos primeras semanas de agosto con una caída interanual de casi 23,5%.
En valores absolutos, el monto girado a provincias ascendió a $513 millones, llevando a $11.151 millones el acumulado anual.
"Entre las causas que afectaron la performance del FFS, se destaca el retroceso en el precio internacional de la oleaginosa, junto a la incertidumbre que adiciona el contexto electoral, lo cual será un factor clave para determinar el ritmo de liquidaciones para lo que queda del año", acotaron.
Paralelamente, desde E&R advirtieron sobre el impacto negativo que un "yuyito" más barato tendrá en la esfera fiscal.
"Desde 2012, las retenciones a a la soja no paran de perder peso frente al gasto en subsidios económicos (siempre crecientes) y también frente a la Asignación Universal por hijo. Lógicamente, lo mismo sucede con el Fondo sojero que perciben los gobiernos provinciales respecto de los compromisos de deuda que deben afrontar e, incluso, respecto de su gasto destinado a obra pública", acotaron.
De cara a los próximos meses, las perspectivas para los precios lucen negativas, lo que agregará más presión cambiaria en un contexto de escasez de divisas.
"El problema para la Argentina es que se espera una abundancia de stocks, lo que le pone un techo a los precios de la soja, ya que si la demanda hace subir los precios inmediatamente aparece la oferta en stock lista para abastecer al mercado. Por otro lado, hemos señalado que el precio de la oleaginosa también responde al poder adquisitivo del dólar. Entre ambas variables existe una relación inversa, cuando el poder adquisitivo del dólar sube, entonces la cotización de la soja cae medida en dicha moneda", acotaron.
Así las cosas, desde E&R advirtieron que "los precios se mantendrán en un sendero bajista y la oleaginosa disminuirá su capacidad para movilizar el PBI, para financiar desequilibrios de balanza de pagos o costear programas de gasto público".