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Las agencias dan cuenta de un incremento de más del 100% en la venta de paquetes y de un 50% en la compra de pasajes. Ranking de los lugares más demandados
19/06/2015 - 10:08hs

Tras batir récords todos los meses desde que arrancara el año, mayo le dio un pequeño respiro al Gobierno luego de que la venta de dólar ahorro registrara su menor nivel desde diciembre. 

Y, en base a como se presenta junio, con un volumen también más bajo que el de abril, se anticipa que el primer semestre estará cerrando sin mayores sobresaltos para Alejandro Vanoli al frente del BCRA. 

La emisión de bonos, la colocación de Obligaciones Negociables de YPF y los intercambios de monedas con China a la cabeza, sin dudas contribuyeron a mejorar el clima financiero. Y más allá del debate –no menor- sobre cuán “líquidas” realmente son las tenencias en poder del Central, el plan de estabilidad cambiaria le estaría permitiendo al Gobierno transitar un nuevo “veranito”. 

Con una demanda de billetes verdes más amesetada y un consumo que empieza a repuntar, especialmente tras las mejoras salariales, el panorama luce un poco más despejado. 

Sin embargo, desde la consultora Economía & Regiones advirtieron el hecho “paradójico de que el aparente éxito implica más dificultades y costos en el mediano y largo plazo”. 

“El Gobierno quiere que la estabilidad financiera y la economía lleguen lo mejor posible hacia fin de año, aun a sabiendas que en realidad se están agrandando los problemas debajo de la alfombra”, agregaron. 

La consultora hizo referencia a los riesgos de seguir insistiendo, “al menos hasta las elecciones de octubre, con intentar moderar la inflación utilizando el tipo de cambio como ancla nominal, y así recomponer los salarios" pero al costo de "forjar un peligroso atraso cambiario". 

Una de las consecuencias de dicho atraso, entre otras, es que las exportaciones acumulan un preocupante derrumbe de casi 20%, tocando su nivel más bajo desde el año 2009, siendo las economías regionales las más golpeadas por esta coyuntura. 

Por detrás de estos números negativos, hay otra tendencia que se ha ido consolidando y que no deja de preocupar al Gobierno: la reedición de un boom de argentinos haciendo turismo y “tarjeteando” en el exterior

Según se desprende de estadísticas del Banco Central, este segundo trimestre del año se encamina a cerrar con una "fuga" -por compras de pasajes, paquetes y gastos con plásticos- cercana a los u$s2.100 millones, casi un 60% más que los u$s1.330 millones que se habían registrado en igual lapso de 2014

En base a estos números, la cuenta que deberá “bancar” Vanoli para que más argentinos viajen y salgan de shopping en el exterior, estaría ascendiendo a los u$s4.300 millones entre enero y junio, más de un 30% por encima del registro del primer semestre del año pasado (ver cuadro). 

Esta tasa de crecimiento marca una importante recuperación para el sector turístico, luego de un 2014 en el que el nivel de actividad se había desplomado un 40% por el efecto combinado de la devaluación y del recargo de la AFIP para la compra de paquetes y gastos con plásticos, que fue incrementado unos 15 puntos. 

El agravante para el Gobierno es que todavía faltan contabilizar todos los gastos que los argentinos realicen a partir del mes de julio, en plenas vacaciones de invierno, la segunda “temporada alta” del año para esta actividad. 

Argentinos más gastadores

Lo que revelan las estadísticas del Banco Central es que no sólo hay más argentinos viajando al exterior, sino que éstos están gastando cada vez más dólares que terminan saliendo de las reservas. 

Sucede que de los u$s2.170 millones que conformaron el gasto turístico” del primer trimestre del año, apenas el 32% de esa “factura” está explicada por la adquisición de pasajes aéreos y paquetes. El 68% restante, es decir, el grueso de ese total, correspondió a compras con plásticos. 

Un punto que inquieta al Gobierno es que el peso de los gastos con tarjeta dentro del rubro "turismo" ha venido en franco aumento en los últimos dos años: el share actual, del orden del 68%, es casi 20 puntos superior a los niveles que se registraban a fines de 2012 (ver infografía). 

Al explicar este auge, fuentes de la Asociación de Viajes y Turismo (Aaavyt), señalaron un factor fundamental: la recuperación del salario en términos de dólar y la debilidad de monedas de países clave en materia turística, como el real brasileño, el peso chileno o el euro frente a la divisa estadounidense. 

En el plano interno, con una devaluación acumulada del 6,5% en lo que va del año y salarios que están corriendo cerca o por encima del 30%, las billeteras "rinden" más a la hora de viajar al exterior. Y este escenario, sin dudas, marcará un condicionante para las próximas vacaciones de invierno, período para el que se espera un nuevo salto de los gastos con tarjeta en moneda extranjera.  

Desde la Federación de Empresas de Viajes y Turismo, entidad que conduce Fabricio Di Giambattista, aseguraron que hay un “repunte” en el número de argentinos que cruzan la frontera y que esto está motivado, principalmente, por el factor cambiario. Desde la entidad precisaron que "el dólar varió muy poco respecto del año pasado" y que "la gente ahora cuenta con más dinero para gastar”. 

Esto fue convalidado por distintas agencias líderes, cuyas cifras no dejan de sorprender. 

Desde la gerencia de Despegar confirmaron a iProfesional que las consultas para viajar en este receso invernal comenzaron antes de lo previsto y que el número de reservas para esta fecha se disparó cais 60% por encima del nivel registrado en igual lapso de 2014. 

De la mano de estos números y de una coyuntura más favorable para toda la actividad, la compañía está transitando un gran año. Según explicaron, de enero a esta parte, “la venta de pasajes aéreos para destinos en el exterior ya aumentó un 38%, mientras que la compra de paquetes creció un 116% respecto al mismo período de 2014”. 

En cuanto a los destinos más buscados para estas vacaciones de invierno, desde Despegar informaron que, en el caso de los pasajes de avión, el top 5 está liderado por Miami, seguido por destinos como Cancún, Madrid, Rio de Janeiro y Nueva York

En tanto, en el ranking de las plazas más demandadas por los argentinos para la contratación de paquetes, Rio de Janeiro se ubica al tope de las preferencias, secundada por Buzios, Santiago de Chile, Cancún y Natal

"Seguro de cambio" y promos, los otros motores

La tendencia por la cual más argentinos optan por hacer turismo internacional está relacionada con un dólar que fue quedando barato. Pero también con el hecho de que, al tratarse de un año electoral, al Gobierno se le dificulta avanzar en una corrección del billete verde. Esto es visto por los particulares como una suerte de "seguro de cambio" hasta las elecciones.

Lo que pueda pasar de ahí en más es una incógnita y es por eso que muchos aprovechan a concretar hoy lo que no saben si podrán pagar mañana. Por eso, más turistas se apuran a “fijar” la contratación de hoteles, pasajes o servicios a un dólar tarjeta de $12,20 y minimizar así la exposición a una futura devaluación del peso. 

Paralelamente, las agencias y las líneas aéreas se suman a la tendencia con una agresiva “guerra de promos”. 

En momentos en que las 12 cuotas sin interés se han convertido en un estándar, los principales jugadores del sector están desplegando menúes de financiamiento que llegan a los 18 meses de plazo y descuentos que van del 10% al 60%. 

Garbarino Viajes, por ejemplo, está comercializando pasajes a precios especiales. En el caso de Cancún, un destino muy elegido por los argentinos, el ticket aéreo se está promocionando a menos de $6.200. 

Falabella Viajes acaba de lanzar la promo "Donde viaja 1 viajan 2", por la cual el segundo pasajero se beneficia con una rebaja de hasta el 60%. 

Así, una pareja que quiera viajar al Caribe (San Andrés) y hospedarse en un all inclusive durante seis noches deberá pagar, con aéreos incluidos, $21.200 por el primer pasajero y $10.000 por el segundo, con la posibilidad de abonar hasta en 18 cuotas sin interés. 

Almundo.com lanzó la promo “Semana Loca”, por la cual se pueden acceder a pasajes con precios especiales, como aéreos a Dubai por 18 cuotas de $695 o a Tokio, por $655 mensuales, valores que están por debajo de otros destinos más tradicionales como Roma, Barcelona o Nueva York.  

Aerolíneas también se sumó a la guerra de promos y, junto al banco Macro, lanzó una acción con un 10% de descuento en la compra de pasajes y la posibilidad de cancelar la operación hasta en 18 meses y sin intereses. 

Para Tomás Ryan, ex presidente de la Aaavyt, “hoy lo que realmente está impulsando al turismo internacional son las promociones y los planes de cuotas que acuerdan agencias o líneas aéreas con tarjetas y bancos”. 

Ir de “shopping”, el otro gancho

El hecho de que los argentinos que viajan al exterior estén gastando un 30% más con sus tarjetas de crédito se explica, en gran medida, por los fuertes desfasajes de precios en rubros como indumentaria y electrónica

Debido a las restricciones en las compras al mundo, los altos aranceles que tributan los productos importados y la propia inercia inflacionaria, los valores en el mercado doméstico para artículos electrónicos pueden llegar a ser hasta 4,5 veces más elevados que los que rigen fronteras afuera. 

Si se toma como referencia una plaza muy visitada por los turistas, como Miami, las diferencias saltan a la vista: en el caso de los productos Apple, los precios que se consiguen en la Argentina son entre un 115% y un 178% superiores a los que se encuentran en una cadena estadounidense como Best Buy. 

En el caso de otros dispositivos, como las consolas de juegos, la brecha es del orden del 154% (ver cuadro). 

El gap que se generó es de tal magnitud que incluso pagando el recargo con tarjeta del 35% y tributando el arancel aduanero correspondiente –que fija un techo libre de impuestos de hasta u$s300 por persona-, los productos comprados fuera del país resultan bastante más baratos que en el mercado interno. 

Un turista que adquiera con plástico un iPhone de 16 GB liberado en un local de Miami y lo declare en Ezeiza, habrá abonado un equivalente a u$s1.050. Esta cifra es u$s450 más baja que el valor vigente en la Argentina

Pero Miami no es la única plaza tentadora: tras la devaluación de su moneda el último año año y debido a su cercanía, Santiago de Chile se ha convertido en un imán para las compras, factor que muchas agencias aprovechan lanzando “pooles” de shopping. 

Por un televisor LED de primera marca, que en el país trasandino se consigue a menos de u$s240, en la Argentina hay que pagar un 150% más. 

En el caso de los iPhone liberados, las diferencias también son importantes y van del 70% a casi el 90%, en tanto que el gap para las populares tabletas con la marca de la manzanita supera el 140% (ver cuadro). 

Un informe de CAMOCA, entidad que nuclea a fabricantes de electrónica, estima que el año pasado, entre tablets, notebooks y smartphones, los argentinos trajeron en sus valijas 1,1 millón de dispositivos. 

Este fenómeno, conocido como “microimportación” está volviendo a despertar luces de alerta entre las fábricas locales. Para ponerlo en perspectiva, esa cifra es un 40% superior al volumen de portátiles que se fabricaron en Tierra del Fuego en todo 2014, bajo el amparo de la ley de promoción industrial. 

El gerente comercial de una empresa con presencia en la isla, advirtió a iProfesional que “en lo que va del año, notamos que se está acelerando la entrada de dispositivos a través del turismo”. 

“En el último tiempo, el origen por excelencia ha sido Miami. Pero ahora, en base a los registros de Aduana, notamos que volvió a cobrar mucha fuerza Santiago de Chile”, recalcó el directivo. 

En momentos en que el superávit comercial toca su peor nivel en años y que casi no entran dólares en concepto de inversiones, el Gobierno será testigo de lo que los empresarios esperan sea un fuerte aumento de la "factura" por turismo. Este incremento estará explicado por los argentinos que salgan en este receso invernal pero también por aquellos que busquen anticiparse al verano y contraten hoteles, paquetes y pasajes

Sucede que, así como el "manual electoral" le impide al Ejecutivo avanzar con una devaluación en la antesala de una elección, también le pone un freno a cualquier medida que encarezca o restrinja los viajes de argentinos al exterior. Esos mismos que, por ahora, tarjetean al "amparo" del "seguro de cambio". 

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