Los electores se mueven más por motivos afectivos que racionales
El comportamiento de los electores en unos comicios generales no es guiado tanto por móviles racionales e ideológicos como por los emotivos y afectivos, según un estudio realizado por el equipo de Psicología Política de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).
"La gran mayoría de la gente no vota porque cree en una propuesta o plataforma política, ni por su posicionamiento ideológico, porque piense que el candidato es de derecha o izquierda. Nada de eso funciona", aseguró a la prensa Silvina Brussino, directora del proyecto e investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET)
El estudio del comportamiento de los votantes en Córdoba en las elecciones nacionales de 2011, realizado por la Facultad de Psicología de la UNC, muestra que sobre ellos influyen "los estados emocionales, que, incluso tienen más peso en los contextos en que las personas carecen de conocimiento sobre un tema específico".
Otro factor que juega fuertemente a la hora de elegir a un candidato, sobre todo si va a desempeñar cargos ejecutivos, es la creencia de que esa persona "tiene la capacidad de resolver problemas concretos que afectan al votante, sean laborales, económicos o de otro tipo".
"Desde la Psicología se sabe que, cuando decidís por alguien que te va a representar, transferís psicológicamente en esa persona la idea de eficacia: creés que puede resolver tus problemas y necesidades. Eso se denomina eficacia política externa", explicó Brussino a la agencia Télam.
La investigadora dijo que la gente, cuando elige presidente, considera que "le puede resolver algunos de los problemas que tiene", lo que no se advierte cuando "el ciudadano confía en su propio poder para influir en el medio y obtener soluciones a sus demandas", como acontece con ciertos "comportamientos colectivos o de protesta social".
El trabajo también destaca la importancia del clima socioemocional al momento de votar, lo que se traduce en "la sensación que la gente tiene acerca de la situación socio-política del país".
"En la última elección presidencial el clima social era muy positivo, eso influyó directamente en el triunfo" de Cristina Kirchner, quien fue reelecta en 2011. Muy poco influyeron entonces los compromisos ideológicos o los conocimientos o interés sobre la política que tenían los cordobeses, indica el estudio.
Brussino apuntó que "el público sofisticado es poco, porque la cantidad de gente que se involucra y participa en política, ya sea en militancia partidaria o en organizaciones, es muy escasa, no alcanza al 16 por ciento del electorado".
En Argentina "votamos todos, con lo cual esa proporción de la población que vota con determinado marco ideológico-partidario no alcanza para explicar el comportamiento general frente a las urnas. Entonces, cobran peso otras dimensiones que tienen que ver, básicamente, con sentimientos y emociones", expuso.
De acuerdo con el trabajo, Hermes Binner (Frente Amplio Progresista) fue "elegido por los ciudadanos con menor nivel de conservadurismo y autoritarismo de toda la muestra", mientras que Eduardo Duhalde (Frente Popular) lo fue "por los más conservadores y autoritarios". Mientras tanto, "el electorado que se identificó con una ideología progresista, multiculturalista y garantista optó mayormente por Fernández de Kirchner (FpV) y, en segundo lugar, por Jorge Altamira (Frente de Izquierda y de los Trabajadores)".
Y quienes votaron a Cristina Kirchner "tuvieron la mayor percepción de un clima social positivo sobre el estado actual y futuro del país", de la misma manera que la Presidenta "fue la mejor posicionada entre los candidatos en términos de capacidad para dar respuesta a las necesidades concretas de los ciudadanos", apuntaron desde la UNC a Télam.
El estudio tuvo como base las consultas efectuadas a 350 cordobeses de entre 18 y 65 años de edad, en forma individual y oral, voluntaria y anónimamente, durante los cinco días previos a las elecciones del 23 de octubre de 2011.