Todo sea por los dólares: la mano de obra china, coreana y japonesa suma presencia en Argentina
La celebrada "comunión" con los capitales asiáticos que vienen haciendo pie en Argentina -en sectores que van desde el alimenticio hasta el de la minería-, sigue despertando acaloradas polémicas.
Pese a los anuncios de creación de empleos por parte del Gobierno nacional y de las autoridades provinciales, viene aumentando el malestar por la irrupción de empresas que, junto con sus desembolsos, traen su propia mano de obra.
Los ejemplos se multiplican. La última muestra de la inquietud por la llegada de obreros extranjeros puede ubicarse en el proyecto para levantar la estación espacial china en la provincia de Neuquén.
Recientemente, un grupo de trabajadores argentinos se declaró en huelga en la compañía Esuco, a través de la cual la asiática Harbour Engineering Company Ltd. (CHEC) impulsa las obras al norte del paraje Bajada del Agrio.
El motivo de la protesta: la contratación de empleados extranjeros, varios de ellos de nacionalidad china.
A esto se sumó la puesta en funciones de personal jerárquico y capataces también asiáticos o provenientes de países limítrofes.
El reclamo incluyó la paralización de actividades por parte de un centenar de empleados que recurrieron a una “huelga de brazos caídos”.
Esa modalidad de protesta implica que los dependientes, sin abandonar las instalaciones de la empresa, establecen turnos de relevo para ocuparla de manera permanente, impidiendo así que se concrete algún tipo de actividad productiva.
"El principal reclamo es que se contrate mano de obra local", explicó un representante de los trabajadores cuando se desarrollaba el conflicto.
En este sentido, quienes protestan lo hacen porque un gran porcentaje de los operarios son chinos, mientras que ellos quieren que se emplee personal neuquino.
La construcción de una estación espacial china en esa provincia forma parte de un acuerdo entre el país oriental y el Gobierno argentino, a través de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y la agencia espacial asiática, que aspira a competir en esta materia con potencias como Rusia y Estados Unidos.
Jujuy suma presencia de coreanosA los cruces que se vienen dando en el sur del país a raíz del proyecto oriental, se suma la creciente participación de empleados asiáticos en el norte que llegan para aprovechar la riqueza que entrega el suelo argentino.
Según revelaron fuentes del sector a iProfesional, la presencia de obreros y técnicos de Corea o Japón ha venido creciendo de manera considerable.
Claro que esto no es casualidad: Jujuy encierra en sus entrañas la riqueza del litio, de relevancia mundial y la más importante de la Argentina.
Este mineral, estratégico para el desarrollo de baterías eléctricas (muy demandadas por la industria tecnológica y por el sector automotriz a nivel global) ya motivó la instalación en ese territorio de varias de las principales compañías del planeta.
Las firmas han pisado el acelerador en lo que hace a traerse su propia mano de obra.
“Abundan los coreanos en la zona. Muchos de ellos para pasar desapercibidos no residen específicamente en la capital. Viven en el entorno y son trasladados de forma directa a los proyectos”, reconoció a iProfesional una fuente de la Secretaría de Minería e Hidrocarburos de Jujuy, que pidió no ser mencionado dada la sensibilidad del tema.
“Por lo general, cuando se mueven lo hacen en comitiva y únicamente son hombres. Están constantemente en la provincia”, agregó.
De esta situación, por supuesto, se evita hacer menciones de modo oficial para evitar reclamos sobre promesas de empleo local incumplidas.
“Es algo que no se puede decir abiertamente pero que todo el mundo ve. En los proyectos en torno al salar de Olaróz, por ejemplo, de 80 empleados alrededor de 60 son de nacionalidad coreana. Y ni hablar de la presencia del personal jerárquico”, aseguró a iProfesional un ingeniero vinculado al proyecto Cauchari-Olaróz en el que interviene, precisamente, la coreana POSCO.
La firma opera en sociedad con Exar, subsidiaria local de la minera canadiense Lithium Americas. Esta última cuenta con la presencia de la automotriz austro-canadiense Magna en su composición accionaria.
POSCO, si bien para algunos es una empresa poco conocida, en realidad pelea con otro gigante, Arcelor Mittal, por el liderazgo mundial en la producción de hojas de acero.
Su incursión en el Norte Argentino es una clara evidencia sobre la importancia de este suelo para sus planes estratégicos.
Demás está decir que la firma surcoreana tiene espalda suficiente como para sostener su avance minero en Jujuy por varios años.
En Cauchari-Olaróz montó una planta piloto que le demandó al menos un desembolso de 30 millones de dólares.
El acuerdo que abrió paso a esta inversión fue anunciado con bombos y platillos por el gobernador de Jujuy, Eduardo Fellner, y por el secretario de Minería de la Nación, Jorge Mayoral, en marzo del año pasado.
De acuerdo con fuentes vinculadas al proyecto, los coreanos que trabajan en la zona se encuentran asentados en localidades como Susques y Olaróz Chico.
“Para la gente que habita los pueblos, la presencia de extranjeros antes era una rareza y ahora se hizo algo más normal. Hay muchos habitantes originarios, por lo que el contraste es muy fuerte”, indicaron a este medio desde la Secretaría de Minería e Hidrocarburos de Jujuy.
La siguiente fotografía muestra a operarios coreanos que participan del proyecto de Exar-POSCO:
Los coreanos suman presenciaDesde Susques su comisionado municipal –una suerte de encargado de gobierno local–, Héctor Luzco no sólo confirmó a iProfesional el predominio prácticamente absoluto de obreros coreanos en la producción de litio sino que desnudó el incumplimiento de las promesas creadas en torno a Olaróz.
“POSCO trajo toda su gente. Al principio eran unos 40 y ahora hasta se hace difícil contar con la cifra exacta. Algunos de los coreanos viven en instalaciones cercanas al mismo yacimiento y otros en dependencias que tenemos acá, cerca de Susques”, contó a este medio.
“De nuestro pueblo aún no contrataron a nadie y somos 1.800 habitantes estables que estamos muy cerca del salar. La expectativa creada en torno al uso de empleo local no se cumplió. Nos venimos dando la cabeza contra la pared”, aseguró Luzco.
Además, sostuvo que tanto Exar como POSCO en su momento prometieron que contratarían hasta 200 personas y que emplearían mano de obra argentina.
“Seguimos esperando. Nuestra gente veía en el proyecto una oportunidad para conseguir empleo pero no se dio ninguno de los trabajos que se vienen anunciando”, remarcó.
La presencia coreana en Olaróz:
Japoneses a la vistaA la par de los coreanos en torno a Olaróz también aumentan los operarios japoneses que llegan para desarrollar otro proyecto de envergadura, en torno al litio de la Puna argentina.
El mismo es conocido como Sales de Jujuy, ubicado precisamente en el salar antes mencionado. El yacimiento fue inaugurado en diciembre pasado por la presidenta Cristina Kirchner.
Se encuentra bajo el dominio de una sociedad conformada por la compañía australiana Orocobre y la japonesa Toyota, en vínculo con la empresa pública provincial JEMSE.
Su inicio en términos de producción demandó una inversión de $1.250 millones.
Desde la compañía indicaron a iProfesional que el proyecto tiene una capacidad de generación estimada en 17.000 toneladas de carbonato de litio. A eso se le sumará a corto plazo la extracción de unas 36.000 toneladas de cloruro de potasio.
“El vínculo con Toyota tiene mucho que ver con la comercialización del mineral, ya que se busca privilegiar a proveedores asiáticos. Lo mismo sucede con la mano de obra. Como algunas de las máquinas son importadas, es necesario que los japoneses las operen”, indicó a este medio Jimena Barry, encargada de prensa de Sales de Jujuy.
“Se compran equipos en el exterior y eso hace que se necesiten determinados especialistas. Buena parte de lo que se extrae se exporta a través de Toyota. Lo que se obtiene es enviado a Japón y también vendido al mundo. La plana gerencial viene con experiencia de haber trabajado en otras mineras, sobre todo chilenas”, añadió.
Los misteriosos convenios con China Desde la cámara de empresas mineras que hacen exploración en la Argentina, su titular, Julio Ríos Gómez, remarcó que la “extranjerización” del sector también se hace notoria en proyectos como Sierra Grande, en la provincia de Río Negro.
Este emprendimiento, bajo control de la compañía china MCC, comprende la extracción de hierro para su utilización, prácticamente total, en el país asiático.
“Tanto en este caso como en otros, las empresas chinas siempre traen su personal para el uso o el mantenimiento de los equipos. En Sierra Grande casi todo el staff es chino. Los argentinos empiezan a aparecer recién en puestos por debajo del nivel de supervisor”, aseguró a iProfesional.
Ríos Gómez expuso su profunda preocupación respecto de los últimos convenios firmados por la Presidenta con su par oriental.
“Dudamos de que haya intercambio, si es que hay. Lo único concreto es que se abrirá la importación de maquinaria, algo que favorece claramente a los fabricantes asiáticos”, expresó.
Ríos Gómez aseguró que "todo lo firmado fue sin consultar a los intervinientes locales del sector, lo que hace que siempre esté latente el riesgo de que surja alguna sorpresa".
"La actividad viene de un año muy complicado y cerrar acuerdos sin que los mineros argentinos participen genera todavía mucha más incertidumbre y malestar”, concluyó.