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Operativo dólar, "Fase II": reforzarán controles para evitar que la suba del blue arruine pax cambiaria

Una vez superada la etapa inicial, basada en los controles a los operadores cambiarios, se pasa a otra en la que cobra relevancia la ANSES 
05/01/2015 - 14:30hs
Operativo dólar, "Fase II": reforzarán controles para evitar que la suba del blue arruine pax cambiaria

Una vez más, el Gobierno elige desempolvar viejos manuales.

Aquellos que utilizara Guillermo Moreno cuando dirigía la Secretaría de Comercio Interior, en su afán de frenar la suba del dólar en el mercado marginal de cambios.

Como ocurrió en varias ocasiones a lo largo de los últimos años, la "Fase I" se refería a los controles en la city porteña por parte de policías, gendarmes e inspectores de la AFIP, tendientes a desalentar este tipo de operatorias.

Paralelamente, se sumaron diversas medidas tendientes a eliminar -o al menos reducir - la transacciones para hacerse de divisas estadounidenses vía operaciones de "conta con liqui" y dólar bolsa, que consisten en la adquisición de bonos en pesos y reventa en sus versiones nominadas en moneda extranjera.

A raíz de ello -y de haberse reducido las expectativas devaluatorias- el Gobierno logró desinflar el precio del blue.  Sin embargo, y empujado por cuestiones estacionales, ha vuelto  a trepar en estos últimos días hasta los 14 pesos. Ante ello, la administración K  ha puesto en marcha la "Fase II" del plan con el objetivo de mantener la pax cambiaria.

La misma, que también involucra a la ANSES, tiene como uno de sus ejes en intervenir en el circuito de bonos, vendiendo - es decir aumentando la oferta- de aquellos que son utilizados para fijar el precio de la divisa en el mercado de títulos públicos.

Desde el Banco Central, desde el ministerio de Economía y la Comisión Nacional de Valores consideran que detener el avance de las cotizaciones de estos papeles es clave para evitar la suba del blue.

Tras el salto en el cierre de año -que lo llevó a pasar los $14 - el billete ilegal se mantuvo en ese nivel por la contribución del organismo, que vendió bonos para deprimir la cotización del contado con liquidación (referente del blue).

Esto, llevó a que la descendiera a $13,80, con el oficial congelado en 8,57 pesos.

También es parte de esta Fase II el mantenimiento del blanqueo de capitales que impulsó sin demasiada fortuna el exsecretario de Comercio.

Nuevas medidas

A lo anterior se suma otra iniciativa, por la cual las compras de bonos y acciones en el mercado secundario ya  no podrán realizarse en el plazo de 48 horas.

Este viene a ser el primer paso de una avanzada que concluirá en junio cuando también se anule la operatoria de 24 horas. De este modo, sólo quedará en pie el tradicional plazo de 72 horas.

La razones de estos cambios es que

este tipo de transacciones han vendido siendo usadas en forma creciente para el contado con liquidación.

La operatoria eliminada si bien no es la más utilizada para las comunes (es usada para los derechos de suscripción y para procedimientos internos), había empezado a aplicarse con intensidad en los últimos meses para el contado con liqui.

Las financieras realizaban transacciones descalzadas: una compra en 72 horas y una venta en 48, con el objeto de argumentar que no eran parte de una misma maniobra de contado con liqui.

Por lo pronto, el temor oficial a que la fuga de divisas no cese a lo largo del año.

Mientras se decidan las negociaciones con los fondos buitre y la demanda por turismo alcance su punto máximo, en el Gobierno están convencidos de que será crucial mantener el tipo de cambio controlado para el último año de Cristina Kirchner en la Rosada.

Esto también lleva a reforzar en esta "Fase II" los controles policíacos en la city.

Axel Kicillof considera esto un aspecto clave mientras continúa la pelea con los acreedores en Nueva York, ahora bajo otras condiciones una vez vencida la cláusula RUFO. 

"La Superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarias continuará con las tareas de supervisión integral de bancos, compañías financierascasas y corredores de cambio desplegadas en el último trimestre, de manera coordinada y conjunta con los diversos organismos públicos de regulación del sector financiero", destacó Vanoli.

El titular del Banco Central piensa reforzar "el esquema de fiscalización de las personas físicas y jurídicas que operen en cambios" para "sancionar ilícitos en el marco de las competencias que les asigna el régimen penal cambiario" y la renovación de la estructura orgánica y modernización de los procesos informáticos".

En los próximos días se vienen más operativos, según confirman cerca del Palacio de Hacienda para intentar mantener al billete verde informal a raya.Contradicción: ¿menos cepo y más controles?"La idea es no generar ninguna restricción adicional y lentamente ir normalizando las cosas."

Con esa frase, por primera vez un dirigente kirchnerista se refirió días atrás la posibilidad de ir dejando atrás el cepo cambiario.

Y no salieron de la boca de un dirigente menor: fue el propio titular del Banco Central quien admitió que la intención del Poder Ejecutivo es retornar al mercado libre de cambios que regía antes de iniciarse el segundo mandato de Cristina Kirchner.

Es por eso que varios analistas ven como contradictorio las manifiestas intenciones de liberar el cepo al tiempo que se intensifican los controles y se busca reducir las operaciones para dolarizar activos.

A esto se suma la reciente suba de $8.800 a $10.000 del ingreso mínimo para poder acceder al dólar ahorro (que si bien es sólo una actualización del salario mínimo, podría haber evitado)

Cuando se refirió a normalizar el mercado cambiario, Vanoli había resaltado el que por primera vez en tres años el país iba a cerrar con más reservas que las que había en enero.

Y que, de confirmarse la tendencia en los primeros meses del 2015, el Poder Ejecutivo apuntará a "normalizar todas las cuestiones que se plantearon", dijo Vanoli.

Claro que si se mira el calendario de vencimientos de deuda para 2015, el desafío de relajar el cepo cambiario no es tarea fácil. Más, si se tiene presente el conflicto irresuelto con los fondos buitre

No obstante, Vanoli enfatizó: "Yo sería imprudente si adelantara algunas cosas, pero obviamente la vocación es la de una normalización completa."

Dólar "barato", más tentador para ahorristas Mientras el titular del Banco Central entusiasma a los ahorristas con la posibilidad de comprar dólares para atesoramiento, estos incrementan su entusiasmo al observar que -frente al resto de precios- el billete verde se va atrasando.   Es decir, frente a la inflación y alzas en las remuneraciones, ha ido quedando más barato y accesible para los argentinos.

"Yo percibo que estamos viviendo una situación muy parecida a la convertibilidad de Cavallo: el dólar hace de ancla inflacionaria ante la imposibilidad de bajar el déficit fiscal ", argumenta el economista Mario Brodersohn.

"La estrategia de Kicillof es clara: se aferra al dólar quieto, aun a costa de agudizar el atraso cambiario, para evitar volver a exponerse al mal trance que vivió en enero", señala el consultor Federico Muñoz.

En tanto, un informe de la consultora Economía & Regiones observa que "todas las energías del Gobierno estarán aplicadas a lograr que las reservas caigan lo menos posible y a conseguir que el tipo de cambio nominal permanezca lo más fijo que se pueda."

Así como en la década de los 90 se dependía de la asistencia permanente del FMI para poder mostrar un nivel de reservas aceptable e infundir confianza en el sostenimiento de su plan, Kicillof también tiene su "banquero de última instancia".

Claro que el contexto histórico es diferente y hoy el FMI no es una opción posible ni deseable para el Gobierno.

En cambio, aparece la providencial ayuda del gobierno chino, que permitió de un plumazo incrementar las reservas en u$s1.300 millones, con posibilidad de otro tramo del "swap" en los próximos meses.

El funcionario dejó varias veces bien en claro su visión respecto de que el dólar barato es un instrumento idóneo para industrializar al país.

Varias veces, tanto en el Congreso como en otros foros, desestimó de plano la posibilidad de que el país tuviera que recuperar competitividad atenuando el nivel de atraso cambiario.

Cualquier devaluación sería, desde su punto de vista, la puerta a una mayor recesión.

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