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¿Arranca Pro.Cre.Auto?:se impulsa la venta de 0Km pero crecen despidos y tomas de plantas

El lanzamiento del plan oficial apunta a impulsar los patentamientos y mantener el empleo. Pero las compañías parecen haber definido otros planes
10/07/2014 - 14:09hs
¿Arranca Pro.Cre.Auto?:se impulsa la venta de 0Km pero crecen despidos y tomas de plantas

"El Gobierno salió a la cancha". Con esa frase futbolera y en pleno Mundial, Cristina Kirchner presentó hace dos semanas el plan de créditos subsidiados para comprar autos en 60 cuotas y más baratos. 

Sus dichos parecen haber tenido un efecto boomerang, ya que la industria automotriz está encontrando tantas dificultades que la sensación es similar a la de un equipo que aguanta los pelotazos del rival en el inicio del partido.

Los comentarios entusiastas de los funcionarios todavía no se habían acallado cuando las malas noticias -caída en ventas y complicaciones para mantener empleos- golpearon con la dureza de un gol en contra.

Por ello, a dos semanas de la puesta en marcha del plan ProCreAuto, se instalaron en el mercado serias dudas sobre su capacidad de morigerar el bajón que afecta al sector y provoca una creciente conflictividad laboral.

"El intento del Gobierno por incentivar la compra de vehículos se diluye con la caída del ingreso real de la gente. La aceleración de precios de principios de año, el fuerte incremento que acumulan los autos, las naftas y el costos de mantenimiento (seguros, patentes, etc.) puede desincentivar la demanda y boicotear los objetivos del plan ProCreAuto", advirtieron desde la consultora Economía & Regiones.

Pero eso no es todo. En las últimas horas se conoció un caso que puede constituir la paradoja más elocuente de los obstáculos que enfrenta el Ejecutivo para incentivar al rubro automotor: la autopartista Lear, que se había comprometido a sustituir importaciones y adhirió al flamante plan oficial, suspendió a 200 empleados y ya despidió a unos 130, mientras que, en simultáneo, los trabajadores sospechan de que Ford compra piezas de Lear pero de sus sucursales radicadas en el exterior.

"El que importa mazos de cables es nuestro cliente. Si no podemos abastecerlo, los tiene que comprar en otro lado", explicó a iProfesional el director de Lear, Antonio Marín, que estuvo presente en el lanzamiento del nuevo programa del Ejecutivo para incentivar los patentamientos. 

En principio, no se observa que el plan ProCreAuto haya generado un cambio en las perspectivas de un sector que acusa una fuerte caída en el nivel de comercialización. Tampoco, una mejora en las proyecciones de empleo. De hecho, se estima que hay más de 13.000 obreros suspendidos, con riesgo de una mayor destrucción de puestos de trabajo. 

"La conflictividad laboral experimentó importante aumento en junio: las suspensiones y los despidos se incrementaron pronunciadamente", advirtió en su último informe la consultora Tendencias Económicas.

El eslabón más débil

Pese a todo, el sindicato metalmecánico Smata se muestra optimista y augura que ProCreAuto "va a mejorar la situación de los trabajadores". "Entre lo que va a crecer Brasil y el plan oficial vamos a estar produciendo entre 720.000 y 740.000 unidades, que nos permitirán llegar a un punto de equilibrio", dijo el gremio recientemente. 

En tanto, el Gobierno se encargó en los últimos meses de mostrar que el empleo no se vio afectado pese a la evidencia de un cuadro recesivo. En un informe reciente, el Ministerio de Trabajo indicó que las empresas privadas relevadas mantuvieron el número de puestos laborales formales en el primer trimestre.

En mayo, las terminales automotrices se habían comprometido con las autoridades a no despedir empleados, al plantear que las suspensiones se enmarcan en una situación temporal, destinada a adecuar sus niveles de stock a la demanda del mercado local y ante la caída de las exportaciones.

Sin embargo, lo cierto es que desde entonces la situación empeoró y los planes oficiales no parecen convencer al sector privado, en medio de un desplome de las ventas domésticas a concesionarios, que en junio llegó al 40%, según datos de la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA).

Mientras Peugeot, Renault, Fiat, Iveco y General Motors prolongaron las suspensiones, las autopartistas reaccionaron en cadena y empezaron por el eslabón más débil, mediante retiros voluntarios, telegramas de despido y hasta el cierre de sus plantas.

"Las terminales apretaron a los fabricantes de piezas para que bajáramos los precios después de los anuncios. Quieren trasladar los descuentos pero es imposible", dijo un empresario autopartista que calificó de "parche" el nuevo programa de créditos para adquirir un coche nuevo.

Apenas cuatro días después del anuncio oficial, Lear arrancó con las cesantías. En mayo la multinacional norteamericana ya había eliminado un turno y, con las últimas medidas, redujo un tercio de su planta en Pacheco, donde hasta hace poco trabajaban 600 empleados.

Por otra parte, se conoció el caso de la autopartista estadounidense Visteon que cerró su planta en Quilmes, donde trabajaban 240 operarios, porque "no es financieramente viable para continuar operando", según explicaron desde la firma.

El titular de la UOM local, Francisco Barba Gutiérrez, que es a la vez el intendente de esa ciudad, había aceptado que la empresa "hiciera las valijas" a cambio de que pagara al personal una indemnización más un plus del 20%. Pero, ante la demora en concretarse el acuerdo, los empleados decidieron tomar la fábrica por cuenta propia.

El conflicto motivó la intervención del Gobierno y la empresa pospuso el cierre por tres meses, aunque la gerencia sostiene que sobran empleados y mantiene los retiros voluntarios.

En Córdoba, el escenario también es complejo. La autopartista Valeo, que fabrica ópticas para Peugeot y Renault, se desprendió de 59 empleados, luego de presentar un Proceso Preventivo de Crisis (PPC) en el Ministerio de Trabajo de esa provincia.

El trámite es el paso previo para aplicar suspensiones y despidos, entre los cuales la compañía incluiría a los delegados y activistas a los que les inició una causa penal, tras paralizar la planta por casi un mes. 

Por el momento, la cartera laboral rechazó el pedido elevado por Valeo y se pactó una audiencia para este viernes a las 10 de la mañana. Sin embargo, los trabajadores iniciaron protestas frente al Ministerio de Trabajo y denunciaron que la firma empezó a despedir personal sin el aval de las autoridades ni poder justificar una situación de crisis.

"Un día después de que le fuera negada la apertura al PPC en sede administrativa, la empresa decidió despedir o suspender a los compañeros mal llamados por la parte empresaria "contratados eventuales"", señaló el delegado de la autopartista, Leonardo Sanchez.

En febrero, Valeo había sido una de las tres autopartistas de la provincia que fue tomada por reclamos salariales y en rechazo de 45 despidos. En ese entonces, Rieter Automotive Argentina y Liggett también fueron ocupadas para evitar cesantías.

¿Gigante con pies de barro?

En la última década, la venta de 0km y el parque automotor se expandieron como nunca antes. Mientras que entre 2003 y en la actualidad la producción de manufacturas creció a una tasa promedio del 6% anual, en el mismo período la fabricación de coches lo hizo a un 19% promedio anual. Así, el sector se convirtió en la locomotora de la industria, al punto de explicar el 15% de su producto.

Con todo, el fuerte avance no logró revertir el bajo nivel de integración de autopartes de origen local que provoca un déficit estructural en la actividad por la fuerte dependencia de importaciones. En otras palabras, los autos argentinos siguen siendo fabricados con un 75% de piezas provenientes de afuera.

Preocupado por la fuga de divisas, el Gobierno intentó contener la pérdida de dólares apelando a diversas medidas, que fueron desde subsidios hasta las trabas a las compras externas. En diciembre dio un paso más y aumentó el impuesto a los vehículos de alta gama (un 30% a los autos cuyo precio se ubicaba por encima de $170 mil y un 50% para los de más de $210 mil).

No obstante, las reservas continuaron en caída y, a los pocos días, el Banco Central convalidó una devaluación del 22% que terminó impactando en los precios de los vehículos generalistas, con subas de entre el 20 y el 40%, lo que provocó el enojo de las autoridades y motivó el lanzamiento de ProCreAuto.

El anuncio vino a complementar el protocolo firmado semanas antes con Brasil, por el cual el Ejecutivo se comprometió a identificar en el plazo de 120 días las autopartes importadas fuera del Mercosur con el propósito de incrementar la producción local y generar nuevos puestos de trabajo.

Pero algunas compañías parecen haber definido otros planes. Con 221 filiales en 36 países, Lear decidió achicarse en Buenos Aires y motivó una fuerte protesta, que el martes fue reprimida por Gendarmería, con un saldo de una decena de heridos y hasta cuatro detenidos.

La firma tomó la decisión pese a que Ford, su principal cliente, es la única terminal -junto con Toyota- que aumentó su producción en la primera mitad del año y depende de manera exclusiva de los componentes de la autopartista para fabricar los modelos Ranger y Focus.

"Ford importa parte de los cables que produce Lear desde Centroamérica y Europa, mientras que en Pacheco hay despidos y 200 trabajadores están suspendidos y sin salario alguno, lo que perjudica al personal y a las cuentas públicas", afirman los delegados.

Para la comisión interna, que tiene prohibido el ingreso a la firma, el objetivo de la fabricante de cables es el mismo que tendrían otras autopartistas: reducir los reclamos dentro de las instalaciones mediante recortes selectivos, tal como ocurrió en Gestamp, donde estalló un conflicto luego de que la firma cesanteara en mayo a 60 empleados que cuestionaban las suspensiones.

La denuncia motivó que un grupo de legisladores kirchneristas, incluido el presidente de la cámara baja bonaerense, Fernando "Chino" Navarro, se acercaran la semana pasada a la planta a solidarizarse con los huelguistas, un día después de que el parlamento provincial diera cuenta de la preocupación por la situación de los trabajadores.

Visteon también despierta sospechas. La fabricante de calefactores y radiadores tiene una planta ensambladora en Tierra del Fuego desde donde,  según fuentes gremiales, buscarían aprovechar los beneficios fiscales de la provincia para importar piezas más baratas, en lugar de producirlas en el sur de Buenos Aires.

Así, los conflictos en las grandes autopartistas sacaron a la luz los agujeros por los que se estarían "fugando" divisas y empleos, justo cuando el Gobierno se propone reducir el déficit automotor y preservar los puestos de trabajo. Como lo reconocen los empresarios autopartistas en voz baja, "si traes componentes de afuera, desafectás personal acá".