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Paradoja: empresarios ahora "extrañan" a Moreno por mayores trabas para importar y negociar precios

Antes de poner un pie fuera de la Secretaría de Comercio Interior, el "guardián" del modelo K advirtió a los directivos de compañías: "Me van a extrañar"
06/03/2014 - 07:02hs
Paradoja: empresarios ahora "extrañan" a Moreno por mayores trabas para importar y negociar precios

En aquellos momentos en que los rumores sobre una inminente renuncia de Guillermo Moreno como secretario de Comercio Interior corrían como reguero de pólvora, muchos empresarios comenzaban a restregarse las manos y no ocultaban su sonrisa. 

Ya palpitaban un mejor clima para los negocios, una mayor previsibilidad para operar y un menor grado de confrontación, la marca registrada del polémico funcionario.

Y si bien los economistas aseguraban que su salida era un "cambio para que nada cambie", gran parte del empresariado estaba entusiasmado con su partida.

Sin embargo, a tres meses desde que asumiera su reemplazante, Augusto Costa, hoy está retumbando en la memoria de los industriales aquellas palabras premonitorias que, al momento de poner un pie fuera de la Secretaría, pronunció el propio Moreno: "Me van a extrañar, a ustedes nos les fue tan mal conmigo, ganaron mucha plata".

Esta frase, que muchos ejecutivos en un comienzo tomaron como una humorada, hoy comienza a volverse una paradójica realidad.

Es que, a contramano de lo que el cambio de Gabinete prometía -menos discrecionalidad en la aprobación de importaciones, el fin de órdenes no escritas para la administración del comercio y una mayor profesionalización en el manejo de la gestión-, los empresarios se están dando un baño de realidad.

"Hay varios sectores de actividad afectados por los últimos cambios. Por lo bajo, muchos hombres de negocios y directivos de cámaras reconocen que estaban mejor antes de la partida del ahora ex secretario", detalló el economista Mauricio Claverí, de Abeceb.

El experto recalcó que muchos empresarios, no necesariamente oficialistas, "a lo largo de los últimos años habían tejido una relación con Moreno. Y cuando tenían un problema urgente, disponían de línea directa con él para pedir una solución. Ahora, en cambio, hay más formalismos y muchos perdieron el contacto con quienes administran el comercio".

Además, destacó que "se están tomando algunas decisiones que no se habían visto en la época de Moreno".

En efecto: desde que asumiera Costa, el Gobierno avanzó con tres medidas que están complicando especialmente a las grandes empresas:

•El BCRA está autorizando menos dólares: a partir de fines de diciembre, dejó de habilitar durante varias jornadas el giro de divisas para el pago de importaciones a proveedores del exterior.

Ahora, con la expectativa puesta en marzo, cuando comiencen a ingresar con mayor fluidez los sojadólares, el Gobierno en general está avalando apenas hasta u$s200.000 por operación y por empresa. Pese a las promesas de mayor transparencia, esta decisión no está apoyada en ninguna normativa escrita, es decir, una práctica al mejor "estilo Moreno".

Cabe destacar que el monto que se está permitiendo representa hasta menos de un 10% de lo que una gran compañía puede llegar a requerir por declaración jurada. De hecho, las principales automotrices llegan a realizar importaciones por un valor promedio de u$s160 millones mensuales.

• Exigencia de apalancarse con crédito externo: días atrás, el ministro de Economía, Axel Kicillof, y Augusto Costa, les comunicaron a unos 50 directivos de empresas de sectores de la siderurgia, metalurgia, química y electrónica, que deberán comenzar a gestionar financiamiento para importaciones a través bancos del exterior, proveedores o casas matrices. Por ahora, las pequeñas y medianas compañías están exceptuadas, pero desde el Gobierno no hubo garantías de que no pasen a estar incluidas a futuro.

"Para ese sector equivaldría a firmar el acta de defunción", disparó el gerente de la Cámara de Importadores, Miguel Ponce, en diálogo con iProfesional.

• Realizar inversiones para poder importar: luego de varias idas y venidas, el Ejecutivo reflotó el plan "1 a 1" pero con una vuelta de tuerca: aquellas empresas que pretendan resolver autorizaciones de importación "por la vía rápida", deberán demostrar inversiones o capitalizaciones en dólares por un monto similar.

Si bien difiere del formato originalmente orquestado por Moreno, este nuevo régimen -que en teoría facilitará el ingreso de productos del exterior- vuelve a apoyarse en medidas comunicadas a empresarios oralmente y no con el respaldo de una normativa.

Incluso, ni siquiera el hecho de haber informatizado todo el mecanismo de Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI) parece estar funcionando: el directivo de una cámara de electrónica aseguró bajo estricto off the record que "el sistema no está aceitado, los rechazos continúan siendo tantos o mayores como cuando estaba Moreno. Sigue sin haber criterios definidos. Por más que en varias oportunidades desde el Gobierno se dijera que se iba a privilegiar el ingreso de insumos, muchos asociados continúan con problemas".

Los datos del INDEC correspondientes a enero último -y que fueran difundidos días atrás por el organismo-, confirman el clima poco propicio para las empresas que dependen de mercadería del exterior: rubros como insumos, bienes de consumo y partes y piezas para maquinaria experimentaron bajas de entre 1% y 4%, constituyendo así el arranque más flojo desde 2010. 

Pese a esto, la mala performance de las exportaciones -peor incluso que la que exhibieron las compras al mundo- derivaron en un derrumbe del superávit comercial de casi 90%. 

Con Moreno esto "no pasaba"

Si bien los analistas venían recalcando una y otra vez que un recambio de figuras no se iba a traducir en ninguna modificación en el manejo de la Secretaría de Comercio Interior, muchos hombres de negocios hoy, bajo estricto off the record, reconocen que sí hubo modificaciones. Pero para peor.

A pesar de las continuas quejas por el "cerrojo" aduanero, lo cierto es que 2013 marcó un récord histórico en el nivel de importaciones, de la mano de operaciones por u$s74.000 millones y una tasa de variación que casi triplicó al de las exportaciones.

Incluso, el famoso "Plan 1 a 1", por el cual el entonces secretario obligaba a las empresas de un amplio abanico de sectores a exportar por el mismo valor que pretendían importar, terminó naufragando y quedó sin aplicación durante buena parte de 2013. 

De hecho, hubo al menos cinco automotrices -que se habían comprometido a vender al mundo desde cuero hasta soja para hacerse de un cupo- que ya en enero del año pasado habían abandonado este compromiso e igualmente pudieron avanzar con importaciones como nunca antes.

Sin embargo, luego de que asumiera Costa, las condiciones cambiaron dramáticamente para el sector: a las medidas anteriormente mencionadas se ha sumado que el Gobierno directamente ya no "maquilla" sus intenciones de limitar importaciones, sino que ahora las prohíbe abiertamente.

Las automotrices, de hecho, quedaron obligadas a importar entre 20 y casi 30% menos hasta fines de este mes -dependiendo de si fabrican o no en el país- y comenzaron a tener problemas para contar con autopartes, algo que derivó en suspensiones de turnos. 

Un escenario similar debió enfrentar el polo electrónico de Tierra del Fuego, que semanas atrás desafectó a 3.000 empleados por falta de componentes para el ensamblado de equipos, lo que derivó en una fuerte pelea gremial.

A las empresas del sector también las obligaron a importar un 20% menos de componentes, de modo que debieron bajar el ritmo en la producción de celulares, televisores, notebooks, netbooks, tablets y equipos de aire acondicionado.

"El ministro Kicillof siempre cuestionó muchos de los privilegios que tenía Tierra del Fuego. Con la salida de Moreno y la llegada de Costa, estas empresas pasaron a tener condiciones más duras para operar", sintetizó un directivo de una cámara sectorial.

De hecho, lo que actualmente sucede en territorio fueguino, viene generando fuertes cruces entre el joven ministro y la titular de la cartera de Industria, Débora Giorgi. 

El drama de los precios

El otro problema que están enfrentando hoy por hoy los industriales es la política de precios administrados. 

En algunos sectores sensibles, como línea blanca o electrónica, Moreno llevaba un estricto control y decidía qué productos podían subir y en qué medida.

Para este tipo de bienes de consumo, había establecido tres niveles de valores: populares -para los artículos menos suntuosos y donde los ajustes autorizados eran menores-, intermedios y premium.

"El año pasado, considerando las tres bandas de precios al público, Moreno nos habilitó a realizar tres subas. La última fue en octubre. En promedio, la mejora fue de casi 20%. Perdimos algo de rentabilidad pero no fue tan dramático", comentó el CEO de una empresa líder de línea blanca instalada en Córdoba.

Sin embargo, alertó que, tras la abrupta devaluación, "el Gobierno fijó un tope de suba de los precios del 7,5% pero esto lo acordó sólo con las cadenas de retail. A nosotros nos dejó afuera de la mesa de negociación".

"Ahora no tenemos más remedio que acatar ese techo. Pero nuestros costos subieron muy por encima de ese valor", consideró. 

Debido a este problema, el empresario confirmó que "en la actividad se está pidiendo una reunión con Costa pero todavía no tuvimos respuesta".

Otro de los puntos que este rubro necesita plantear es el de los insumos

Cabe destacar que, tras la disparada del dólar, Kicillof había asegurado que se iba a conformar una mesa de análisis para monitorear precios de insumos difundidos y críticos como metales y plásticos.

A pesar de esta promesa, el directivo confirmó que "desde fines de enero todas las facturas están llegando con aumentos", a lo que sumó el problema del fuerte acortamiento de la cadena de pagos: "Antes nos daban 60 días y ahora, con suerte, tenemos una semana de plazo para pagar".

Frente a este panorama, Claverí, de Abeceb, consideró que "si bien muchos empresarios ahora no ven con tan malos ojos lo que dejó la gestión de Moreno, la realidad es que lo que influía era el contexto, que se agravó a medida que se fue acelerando la pérdida de reservas y que derivó en la devaluación, la suba de las tasas de interés y una perspectiva de mayor enfriamiento de la economía".

"Si el ex secretario hubiese seguido en el poder, sin dudas habría tomado muchas de estas medidas que está llevando adelante la actual gestión", acotó el analista, quien igualmente reconoció que así y todo, son muchos los que cada vez añoran más las épocas en las que tallaba fuerte el "guardián" del modelo K.