Fin del efecto licuación: financiar compra de un electro ya supera suba de salarios
El rubro de productos electrónicos y artículos del hogar viene de sufrir un duro golpe tras la fuerte devaluación que tuvo lugar a fines de enero.
Por un lado, pese al discurso inicial de que el salto del dólar no debía tener impacto en los precios, al Gobierno no le quedó otra que convalidar una suba de los valores al público del orden del 7,5%.
Si bien esta medida fue comunicada inicialmente como un "beneficio" a los consumidores, dado que los precios se habían llegado a disparar hasta un 40% en cuestión de horas, lo cierto es que significó el primer paso hacia el ocaso del boom para un sector que hasta ahora había logrado salir indemne de la desaceleración del consumo.
La segunda consecuencia de la devaluación se dio en un terreno donde el Gobierno tiene pocas herramientas para actuar: el fin de los tentadores planes de financiación, que habían hecho posible que el rubro de la electrónica capeara los temporales de los últimos años.
Cabe destacar que hasta el 22 de enero, todavía era posible acceder a distintos productos, como smartphones, televisores o notebooks, mediante cómodos planes de hasta 24 cuotas sin interés.
Sin embargo, durante los primeros días de febrero, luego de que el BCRA elevara las tasas para defender la moneda local, el escenario cambió radicalmente: el costo de los créditos se encareció, en especial aquellos destinados a financiar el consumo.
Así las cosas, en cuestión de días, la mayoría de las cadenas de retail avanzó con una fuerte reducción de los planes de financiación y las "codiciadas" 12 cuotas sin interés que ofrecían como "estándar" pasaron a tener un costo que incluso supera a la inflación proyectada y a las mejoras que se esperan para las remuneraciones a lo largo del año.
En efecto, a través de la página de Frávega, por ejemplo, se puede adquirir un SmartTV marca Philips, a un valor de $8.000 hasta en 6 cuotas sin interés de $1.333.
En cambio, quien opte por un plan de 12 pagos, deberá hacer frente a erogaciones mensuales de $917, lo que lleva a que este mismo artículo pase a tener un valor final de $11.000. Esto implica un sobrecosto de casi 38%.
Paralelamente, en el caso de Compumundo, se puede comprar una notebook Toshiba hasta en 6 cuotas sin recargo por un valor total de $8.800 u optar por un plan de 12 pagos pero debiendo enfrentar para ello un costo de financiación extra de $3.472, llevando el valor final de este producto hasta los $12.300, lo que representa un interés de casi 40%.
Cabe destacar que en la actualidad, el Banco Ciudad es una de las últimas entidades que continúa ofreciendo planes de pago de más largo plazo, con una agresiva promoción que, incluso, permite financiar compras a lo largo de 24 meses y sin interés.
Para el resto de los plásticos, la ecuación ya no resulta tan favorable. Por el contrario, el sobrecosto que se debe afrontar significa un duro golpe para uno de los "deportes" predilectos de los consumidores argentinos. Esto es, comprar un producto, financiarlo a un año de plazo o más e ir "licuando" el impacto de las cuotas de la mano de las mejoras salariales.
Incluso, frente a escasas alternativas de inversión y con una inflación creciente que hacía "quemar" los pesos en la mano, la posibilidad de "licuar" los pagos mensuales potenció el fenómeno denominado "fuga al consumo".
Sin embargo, con una tasa de interés que en el sector del retail ya bordea el 40%, este "deporte" está llamado a quedar en el ocaso.
Cabe destacar que, según el consenso de las diferentes consultoras, la inflación durante los próximos meses podría ubicarse en torno al 35% anual.
De modo que el interés que se está cobrando por financiar la compra de un producto semidurable ya supera por varios puntos a la variación del costo de vida proyectada para los próximos meses.
A esto se suma que los salarios este año muy difícilmente puedan ganarle la carrera a los precios, dado que las estimaciones de un amplio espectro de analistas vienen alertando sobre una caída del poder de compra en términos reales para 2014.
Frente a este panorama, Jorge Colina, economista de IDESA, aseveró que "se terminó el fenómeno de adelantar consumo e ir licuando los pagos mensuales".
"Este año, sin dudas, marca una reversión de la dinámica de salarios creciendo en términos reales por encima de la inflación y de las tasas", recalcó el experto.
En tanto, Mariano Lamothe, economista de Abeceb, destacó que "debido a la suba de los tipos de interés que aplica el BCRA, se irá encareciendo cada vez más el financiamiento que realizan los bancos".
"Está claro que esto generará un impacto negativo. La primera variable que se modificará será la del consumo, que ha venido siendo el principal motor de crecimiento de la economía de los últimos años. Además, es de esperar que se produzca una caída en el nivel de demanda debido a que el salario real sufrirá una pérdida de poder de compra frente a la inflación", completó el experto.
Precios "freezados" bajo la mira
Tras el anuncio realizado por el ministro de Economía, Axel Kicillof, sobre el "acuerdo" de precios impulsado por el Gobierno, las cadenas de retail cumplieron con la exigencia oficial de retrotraer los valores de venta al público.
El funcionario había recalcado en conferencia de prensa que los productos electrónicos y los artículos del hogar tendrían un alza permitida de "hasta" el 7,5%, y lo cierto es que las empresas del sector acomodaron todo su portfolio justo en el límite.
Así las cosas, una tablet iPad Retina de 64Gb que costaba $8.000, luego de la disparada de precios y de la presión oficial, pasó a valer unos $8.600.
En el caso de un celular liberado marca Samsung Galaxy S4, que hasta el 22 de enero tenía un precio de lista de $5.700, ahora se consigue a unos $6.126, es decir, 7,5% más.
En este contexto, la pregunta obligada es hasta cuándo van a "aguantar" los precios contenidos y en qué momento se dará el próximo ajuste.
Cabe destacar que el de la electrónica es uno de los sectores más expuestos a la variación del dólar, dado que más del 90% de los insumos y componentes para el ensamblado de televisores, celulares, computadoras portátiles y tablets llegan del exterior y a precio internacional.
En lo que respecta a los artículos del hogar, la ecuación está un poco más equilibrada, pero igualmente hay una alta exposición a partes y piezas con valores dolarizados.
En el caso de los lavarropas, por ejemplo, todo el conjunto de electrónica, que está entre los insumos más caros debe ser importado, de modo que en algunas marcas el contenido local genuino se acerca sólo al 50%.
Por el lado de las heladeras, los motores -que explican más de la mitad del costo de una unidad-, no se fabrican en el país sino que se importan desde China o Brasil.
El presidente de una empresa del sector, que pidió estricto off the record, explicó además que "entre el 60% y 70% de los insumos con los que trabaja el sector de línea blanca están dolarizados. Los plásticos o las pinturas, por ejemplo, están elaborados con insumos de afuera. Por eso tememos que se vea pulverizada la rentabilidad y afectado el empleo si no podemos trasladar estos costos a precios".
El secretario de Comercio Interior, Augusto Costa, adelantó días atrás que, en el caso del plan "Precios cuidados", luego de la devaluación y del aumento de los combustibles, se darían revisiones trimestrales.
En el sector de la electrónica y de la línea blanca confían en que el "cepo" a los precios se pueda revisar cuanto antes.
El temor es que los ajustes permitidos desde el Gobierno no sean suficientes para recomponer la rentabilidad de un sector altamente sensible a la variación del tipo de cambio.
Frente a esto, entre los empresarios hay una "luz de esperanza": en su anteúltima aparición pública, la presidenta Cristina Kirchner había asegurado que nadie podía "trasladar los costos en dólares directamente a precios porque no hay rubros que tengan todos sus insumos importados". Sin embargo, acto seguido, hizo una aclaración clave: "Salvo el tema de celulares o electrodomésticos, que es un caso especial".
De la mano de esa salvedad que hizo la mandataria, los directivos de compañías del sector confían en que se está dando un reconocimiento explícito a que será muy difícil seguir manteniendo "pisados" los precios y permitir ajustes mínimos cuando en lo que va del año el dólar se disparó casi un 20%.
El escenario "pre Mundial"
Para los expertos en consumo, cuanto más se acerque la "temporada alta" en lo que es venta de electrónica, de la mano del Mundial de Fútbol de Brasil, más crecerá la presión para realizar un ajuste en los precios de lista al público.
Sucede que en esa fecha no sólo se venden televisores, sino que las empresas aprovechan la movida de marketing para promocionar celulares y demás dispositivos tecnológicos.
Según Fabián Castillo, secretario de Relaciones Institucionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), "este evento deportivo genera mucha demanda y cuanto mayor es ésta, más presión habrá sobre los precios de los productos en góndolas".
Acto seguido, agregó que "muchos consumidores deciden dos meses antes la compra de un televisor y ahí es cuando pueden registrarse mayores alzas".
El punto central es en qué medida el Gobierno le dará "vía libre" a las empresas que ensamblan electrónica en el sur del país y a las cadenas de retail para ajustar precios.
Los expertos adelantan que, en caso de que el "plan congelamiento" siga o que las subas no compensen la tasa de devaluación, entonces podrían haber nuevos faltantes en las góndolas, tal como ya ocurrió durante las "jornadas calientes" de enero en las que no había un precio de referencia para el dólar y esto hacía temer por la imposibilidad de reponer stock.
"Hay que ver si hay mercadería disponible para abastecer el nivel de demanda que seguramente se va a dar en las próximas semanas", advirtió Castillo.
Igualmente, en el sector no esperan un récord de ventas como sí ocurrió en ediciones anteriores de este evento deportivo, dado que para este Mundial es difícil que se mantenga la "ayudita" que impulsaba a la compra de electro cuatro años atrás.
"El del 2014 es un escenario muy distinto al de 2010. Mucha gente en su momento compró un artículo electrónico incluso hasta en 50 cuotas. Pero es muy complicado que hoy en día se vuelva ofrecer este tipo de financiación", advirtió el experto de la CAME.
Por su parte, Vicente Lourenzo, secretario de la misma entidad, explicó que "el año del Mundial se venden muchos Led y SmartTv. Pero no va a ser fácil abonar en 3 o 6 cuotas sin interés un artículo que puede costar más de $6.000".
Por eso consideró que para que el sector recupere el nivel de ventas y no padezca un bajón, en las próximas semanas "tendrán que volver las promociones y los planes de pago a mayor plazo".
Según un relevamiento de CAME, en enero, las ventas de electrodomésticos y electrónica crecieron casi 2% respecto al mismo período de 2013, pero impulsadas básicamente por la demanda de equipos de aire acondicionado -debido a la ola de calor-.
De modo que para el mes de febrero, cuando se empezó a sentir a pleno la suba de precios y el crédito más caro, los números no son tan alentadores.
Es por ello que la expectativa estará puesta en el Mundial, dependiendo de cuánto margen de acción tengan las cadenas de retail para ofrecer promociones y qué niveles de aumento, finalmente, autorice el Gobierno.