El Banco Central no afloja el ritmo de devaluación y el dólar ya se opera a $6,43
A un mes de haber asumido la presidencia del Banco Central (BCRA), Juan Carlos Fábrega ya devaluó el peso 37 centavos, a $6,43, y aceleró en casi cuatro veces el ritmo de depreciación que venía teniendo, en promedio, el tipo de cambio en los primeros diez meses de 2013.
La intención del BCRA es poder recortar la brecha que, desde que se estableció el cepo cambiario, existe entre el dólar oficial y el blue. Con ese fin es que también liberó en los últimos días las compras de dólares vía el mercado bursátil.
Sin embargo, la brecha sigue siendo más que considerable (50%), lo que provoca que quienes hoy tienen dólares sigan esperando para venderlos.
En ese contexto, la oferta de divisas del sector privado se mantiene casi en un mínimo. Recientemente, sólo ingresaron parte de los dólares que consiguió YPF con su colocación de bonos en el mercado internacional (u$s500 millones) y la mayoría de los que prometió destinar Chevron al desarrollo del Yacimiento de Vaca Muerta (se habrían liquidado u$s600 millones de los u$s900 millones comprometidos), según los operadores del mercado.
También hubo un aporte de cerealeras, que acordaron con el Central anticiparle u$s.1700 millones de la cosecha gruesa a cambio de una letra emitida por el BCRA, que si bien es en pesos, se ajusta por el movimiento del tipo de cambio y además ofrece una tasa de 3,65% anual.
El Banco Central, durante la gestión de Mercedes Marcó del Pont, ya había restringido la posibilidad de que las cerealeras se financien en pesos con los bancos, para alentarlas a financiarse en dólares en el exterior (y así colaborar engrosando las reservas), indicó La Nación.
Sin embargo, otras cerealeras habrían encontrado la vuelta para poder seguir financiándose en pesos en el mercado local, sin necesidad de salir a golpear la puerta de los bancos afuera.
Tal fue el caso de Vicentín, que emitió en la semana un fideicomiso en pesos a 18 meses de plazo, que ajusta por la variación del tipo de cambio oficial (dollar-linked , según la jerga financiera) y ofrece además una tasa nominal anual del 2%.
"Para los exportadores, endeudarse con dollar-linked no es problema porque tienen ingresos en moneda extranjera", explicó un operador al matutino. "Pero así logran mantener riesgo local, y tomar pesos que, en el fondo, siguen siendo provistos por los fondos comunes locales y los bancos", explicó.
En los bancos señalan que enero será un mes clave para determinar el éxito de la estrategia que, hasta ahora, viene llevando el BCRA. Ya que es entonces que suele aumentar estacionalmente la demanda de divisas.
"Si el Banco Central no logra de alguna forma unificar el mercado cambiario, será difícil que pare la sangría de divisas y la devaluación", opinó otro operador de un banco de primera línea. "Y es que la brecha se achica, pero si siguen emitiendo pesos se va a volver a ampliar. La gente no quiere los pesos. Tienen que atacar la inflación, que es lo que está generando el atraso cambiario, si no, nada va a cambiar", se lamentó.