Derrumbe alta gama: marcas dejaron de vender autos premium a la espera del impuestazo
Pasaron 21 días desde que el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, anunciara la intención del Gobierno de avanzar con un proyecto de ley tendiente a incrementar los impuestos internos que gravan a los vehículos de alta gama.
Para muchos analistas, fue llamativa la decisión del Ejecutivo de anticipar con tanta antelación una jugada que se le podía volver en contra, dado que, por los plazos propios del Congreso, se le estaba dando tiempo suficiente a los potenciales clientes para que salieran en busca de los últimos 0Km que reflejaran el valor del dólar oficial.
Así, con el foco puesto en la irrupción del "impuestazo" y el fuerte encarecimiento en el precio de los vehículos tope de gama, estaba todo dado como para que diciembre marque un nuevo récord histórico en cuanto a ventas.
Sin embargo, si de algo entiende Capitanich es de economía: anticipando el mazazo tributario que sobrevendría para la actividad, tanto las terminales como los concesionarios decidieron avanzar en una suerte de "lock out", es decir, retiraron de la venta todas las unidades que tenían en stock y dejaron a los clientes "ansiosos", sin acceso a los últimos bienes que, hasta ahora, se mueven en función del tipo de cambio del BCRA.
Según pudo corroborar iProfesional, las escenas se repiten en cada una de las agencias de alta gama de la Ciudad de Buenos Aires: cada vez hay más argentinos pugnando por adquirir un 0Km importado antes de que el "impuestazo" sea convertido en ley, lo que encarecerá fuertemente el precio de venta de un gran abanico de modelos.
Sin embargo, prácticamente no hay ninguna marca que esté dispuesta a desprenderse de su stock, considerando que habrá unidades que, por este aumento de la alícuota del tributo, podrían pasar a costar $200.000 más de un día para el otro.
Así, la regla entre los concesionarios y las propias terminales es "no vender" hasta nuevo aviso.
En tanto, las que sí "sueltan" algo de su inventario, ya lo hacen a "precio nuevo", con fuertes alzas en los valores de lista que alcanzan y, en algunos casos, superan el 50%, lo que está desalentando la concreción de nuevas operaciones.
En una reconocida agencia Mercedes Benz, el gerente de ventas aseguró a iProfesional que, luego de un noviembre caliente y con operaciones récord, las ventas se desplomaron en este "diciembre negro", principalmente porque desde la propia marca decidieron no entregarles nuevos vehículos.
"No hay ni una unidad disponible. Se liquidó lo que había en stock y no se repuso absolutamente nada", aseguró el directivo, quien confirmó que esta "estrangulación" de la oferta choca de frente con la ansiedad de los clientes por cerrar, a como dé lugar, una compra antes de la irrupción del tributo, que ayer obtuvo dictamen en el Senado y que será tratado en el recinto el próximo miércoles 18.
En tanto, desde una reconocida agencia BMW, en la que llegaron a patentar a un ritmo de más de 50 unidades mensuales, confirmaron la estrategia de "congelar" el inventario hasta que la medida se convierta en ley y se conozcan los nuevos valores.
De este modo, los 0Km que ya pasaron por la Aduana y estaban listos para ser comercializados, por ahora permanecen "guardados" bajo siete llaves para luego poder ofrerse a un valor más alto.
Paralelamente, desde Viola Automotores, concesionario de la línea Toyota, Mariana Viola confirmó que no se están realizando operaciones porque la orden es esperar a ver los efectos concretos que traerá el nuevo tributo.
"No podemos vender porque después no podríamos reponer las unidades", disparó la directiva.
Viola confió que esta situación afecta mucho al negocio porque diciembre es un mes en el que la gente está "apurada" por señar un auto para tenerlo ya patentado en enero o febrero.
Un panorama similar brindó Nicolás Daneri, propietario de los concesionarios Toyota Zento y Chevrolet Del Sur, quien afirmó que sólo se están cerrando operaciones en aquellos modelos que quedarán exceptuados del pago del tributo, en tanto que, para los vehículos de alta gama, repitió lo que hoy se esucha en todas las agencias: "No hay stock".
En diálogo con iProfesional, el economista Gonzalo Dalmaso, de Abeceb, confirmó que "en el sector se está dando una estrategia del tipo wait and see. Diciembre va a ser muy malo en cuanto a ventas porque nadie quiere cerrar operaciones para no perder plata".
Golpe a los usados
Según Dalmaso, este escenario de incertidumbre también está pegando en las ventas de los usados "seminuevos" del segmento premium, es decir, unidades de uno a tres años de antigüedad y con pocos kilómetros.
Y así como en el mercado de los 0Km la estrategia es "estoquear" hasta nuevo aviso, en el caso de los usados la consigna es, o retirar el vehículo de la venta o, en caso de querer avanzar con la operación, aplicar el ajuste de precios de antemano y anticiparse a la llegada del "impuestazo".
"Hoy día no hay un sólo propietario que esté dispuesto a soltar un auto de alta gama a los valores que se manejaban antes de conocerse la decisión del Gobierno de avanzar con el proyecto de ley. El que lo vende, lógicamente ya ajustó al alza su precio", explicó el experto.
Esta estrategia de cobertura por parte de los dueños de usados generó que los valores se disparasen en cuestión de semanas. A tal punto que ya es posible encontrar unidades con uno o dos años de antigüedad incluso más caras que el valor que tenían las versiones nuevas en noviembre.
Así las cosas, para un BMW 328i AT Sport Luxury Sight, la Asociación de Concesionarios (ACARA) hasta la semana pasada consignaba un precio sugerido por la marca alemana que, al tipo de cambio actual, rondaba los $454.600.
¿A cuánto se está ofreciendo la misma versión pero usada y con 13.000 kilómetros encima? A $590.000, es decir, un 30% más que el último precio que tenía este vehículo sin rodar, tal como se observa en la siguiente imagen:
En tanto, el comprador que busque un BMW 118i de 5 puertas con 170 caballos, en noviembre podía haber optado por un 0Km a un precio que no superaba los $315.000.
Sin embargo, ahora que no hay stock disponible en las agencias la única opción que queda de acceder a este vehículo, antes de la irrupción del "impuestazo", es ir al mercado del usado.
El problema es que esa misma unidad con más de 10.000 kilómetros encima ya "cotiza" a $395.000, es decir, $80.000 más que el que precio que tenía un 0Km hace escasas semanas.
En el caso de los SUV, el panorama se repite: al considerar un modelo muy demandado como la Honda CRV, también salta a la luz cómo el mercado ya "asumió" las futuras cotizaciones.
Según ACARA, la versión 2.4 LX automática con tracción simple valía en los últimos días de noviembre unos $232.000.
¿Cuánto hay que pagar ahora por este mismo vehículo pero con 11.000 kilómetros a cuestas? Unos $66.000 más, es decir, casi $300.000 (ver imagen).
Más "sorpresas" para las automotrices
Si los directivos de marcas importadas creían que el incremento de la alícuota y la acelerada del tipo de cambio iban a ser las únicas dos variables contra las que debían luchar a lo largo de este año, se equivocaron.
Sucede que este martes, la ministra de Industria, Débora Giorgi, les comunicó a los CEO de las compañías del sector la mala noticia de que el Ejecutivo decidió "cortarle el chorro" a las importaciones, que este año están por marcar un récord histórico, lo que derivará en un déficit para la industria automotriz de más de u$s8.000 millones, según estimaciones de Abeceb.
Lo que más preocupa es que el Gobierno ya no "disimula" sus intentos por poner trabas aduaneras con estrategias enrevesadas como el plan "1 a 1", es decir, el complejo y extinto mecanismo que ideó el ex secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y que obligaba a las terminales a compensar sus importaciones con exportaciones por el mismo valor "a como dé lugar", es decir, saliendo a vender al mundo desde agua mineral hasta alimentos para mascotas.
Ahora, los funcionarios plantean de manera cruda y sin rodeos la necesidad de prohibir importaciones para cuidar la deshilachada caja verde.
En concreto, Giorgi les comunicó a aquellas marcas que comercialicen vehículos importados y que no fabriquen en la Argentina, que obligatoriamente deberán reducir sus importaciones de 0Km en un 27,5%.
En buen romance: se les está aplicando un "cepo" o una lisa y llana prohibición a crecer en el país.
La medida, como contrapartida, es "benévola" con las terminales que sí producen a nivel local: "Las compañías radicadas que tengan un balance positivo o neutro podrán mantener sus volúmenes de importación", señala el comunicado oficial.
Esta iniciativa, por el momento, regirá a lo largo del primer trimestre del 2014, justo en la peor época en materia de generación de "sojadólares".
"Con esta última decisión están tratando de calmar los ánimos de las terminales locales, que salieron a criticar el impuestazo porque el año próximo, con la pauta prevista de aumentos por la inflación, muchos modelos nacionales van a pasar a estar castigados por el tributo", sentenció el directivo de una firma asiática.
En este contexto, el panorama luce cada vez más preocupante para las marcas del exterior.
"El impuesto, estas nuevas limitaciones a las importaciones y la devaluación en la que avanza el Gobierno van a impactar en los precios de los vehículos y esto va a derivar en una baja de las ventas", apuntó Dalmaso, quien agregó que, a partir de ahora, las empresas que le dan vida al negocio de los 0Km Premium deberán despedirse de los récords.
En efecto: para este año, que ya está jugado, desde la consultora estiman que se comercializarán 60.000 vehículos de alta gama, un 23% más que en 2012.
Sin embargo, para el próximo período ya prevén un derrumbe del 25% promedio para este segmento clave para las automotrices, dado que era un negocio en franco crecimiento y de muy alta rentabilidad.
Incluso, desde Abeceb alertaron que, cuanto más pequeña sea la brecha entre el dólar oficial y blue y cuanto más se acelere la pauta devaluatoria, más caros serán los vehículos en pesos y, por ende, menores incentivos habrá de "refugiarse" en ellos, lo que podría derivar en un desplome aun mayor, incluso cercano al 30%, lo que achicaría el negocio a unas 42.000 unidades anuales (ver gráfico).
En este contexto, Dalmaso destacó que "el combo de variables afectará de manera directa a las marcas de lujo, pero también podría complicar a las generalistas".
Sucede que, con una pauta de aumento de precios para los 0Km de más del 20% para 2014, "va a haber versiones de varios modelos fabricados en el país que, si no se aplica una actualización de los precios a partir de los cuales rige la alícuota, pasarán a estar alcanzados por el impuesto".
En cuanto al mercado en general, el experto tampoco prevé que el próximo sea un año que se preste para el festejo, dado que ya se baraja una contracción de entre el 3% y el 4% en el nivel de ventas, que alejará, una vez más, la meta ansiada por el Gobierno de llegar al millón de unidades patentadas.
Es que, cuando la falta de dólares aprieta y la caja verde sufre, los "símbolos" del modelo K deben ceñirse, sin chistar, a la causa "nac&pop"