Bancos admiten que enfrentan un escenario complicado por suba de la mora y menor liquidez
El ciclo cambió demasiado rápido y muchos bancos no pudieron protegerse a tiempo de sus efectos. Los más volcados al consumo y aquellos que dependen de la salud de las finanzas provinciales sufren hoy los mayores problemas del sistema financiero y se preparan para un escenario de crisis que no hubieran sospechado meses atrás.
Un próximo "desafío" -como prefieren llamarlo en el sector- en el que quedaron involucrados por el encarecimiento de la liquidez, el aumento de la morosidad (tuvieron un importante crecimiento de crédito y hoy el crédito está madurando) y la fuerte regulación que puso en marcha el Banco Central sobre las comisiones y tasas que cobran a sus clientes.
Con poco poder de mercado, los bancos medianos y chicos no encuentran ahora margen de maniobra para acomodar aquellas tasas de interés que consideran todavía lejos del equilibrio. La vigilancia oficial puso un techo en las entidades más grandes, y les impide a las más pequeñas hacer los ajustes necesarios sin dejar de ser competitivos.
En sólo cinco días, la calificadora de riesgo Moody's decidió recortar la nota de dos bancos argentinos por advertir al mercado que atraviesan problemas de capitalización y de solvencia.
El primero de ellos fue el Columbia. A la agencia le preocupa que los costos más altos que debe pagar ahora para captar depósitos (la tasa Badlar pasó este año del 14% al 18,6% anual) y los crecientes cargos de incobrabilidad de sus préstamos profundicen todavía más el deterioro que ya empezaron a mostrar sus balances. Y avisa que, por esto, es probable que este banco tenga un débil desempeño durante el próximo trimestre.
El segundo fue ayer, el Banco de Córdoba. Lo que preocupa sobre éste es el "debilitamiento de las condiciones de crédito" y la "desaceleración del crecimiento del negocio", que afectaría en 2013 su generación de ganancias y mantendría bajo presión su capitalización.
La lista, dicen, sigue. "Hay entidades que se encuentran ante un escenario económico más adverso, por la desaceleración del crédito, la pérdida de poder adquisitivo de la gente y la regulación creciente. A esta altura ya se está viendo el impacto de sus crecientes niveles de morosidad en los menores niveles de rentabilidad", comentó ayer a este diario la analista de bancos de Moody's, Valeria Azconegui.
El diagnóstico ya había sido anticipado en parte, meses atrás, en un informe que diseñó la Asociación de Bancos Extranjeros (ABA) y que presentó en reuniones internas ante decenas de ejecutivos. Las proyecciones advertían en primer lugar que, en esta segunda parte del año, la rentabilidad financiera crecería por primera vez por debajo de la inflación (el llamado ROE, que mide los beneficios que obtienen con sus financiaciones, aumentará ahora menos del 20%); en segundo lugar, que en 2014 ya habrá al menos seis entidades del sistema financiero que arrojarán pérdidas en sus balances; y en tercer lugar, que en 2015 este mismo perjuicio podría recaer sobre una quincena de bancos.
En una de las entidades medianas del sistema explicaban que el gran obstáculo que hoy ven para sobrevivir es no poder trasladar a las tasas de sus créditos el total del aumento que ven en la Badlar. También que, incluso cuando lo hacen (parcialmente), la ganancia que terminan obteniendo por el ajuste nunca se percibe inmediatamente sino a lo largo de la vida del préstamo que otorgan.
En el sector están preocupados por lo que pueda suceder con bancos que quedaron demasiado expuestos en el crédito al consumo. Y no descartan que, hacia delante, quizá pueda iniciarse un proceso de mayor concentración en el sistema financiero, en el que algunas entidades en problemas deban buscar ser absorbidas por otras más sanas.
Hay incentivos de ambos lados para que esto suceda. Algunas entidades de primera línea no encuentran el margen que quisieran para crecer orgánicamente, con expansión de crédito y captación de depósitos, porque la actividad no acompaña como en otros tiempos, y revisan balances de entidades más chicas para poder comprar.
"El problema para nosotros está en que por ahora nadie quiere vender", contó meses atrás a Ambito el presidente de uno de los principales bancos privados del sistema. Crecer de este modo (inorgánicamente) es la alternativa que ven más viable los bancos privados en un contexto en que el Gobierno parece más decidido que nunca a limitar sus ganancias.