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Gobierno profundiza control sobre titulares de dominios "com.ar" y beneficia a un empresario "amigo"

Cambió la plataforma del organismo que entrega los dominios y obliga a particulares y empresas a volver a cargar sus datos. Llueven las críticas
10/09/2013 - 10:01hs
Gobierno profundiza control sobre titulares de dominios "com.ar" y beneficia a un empresario "amigo"

El Gobierno parece decidido a llevar su política de cerrojo y controles a todos los ámbitos.

Y otra muestra más de este avance puede encontrarse en los renovados bríos con los que comenzó a regular la actividad de particulares y empresas en Internet.

En ese sentido, el kirchnerismo acaba de avanzar con la implementación de un nuevo sistema para Nic.ar, el organismo que gestiona el otorgamiento de los dominios con extensión ".ar".

Pero, más allá de la decisión de reemplazar una arquitectura operativa con más de una década de antigüedad, el oficialismo implementó nuevas pautas para monitorear más de cerca la actividad comercial de miles de usuarios.

Sucede que, con este cambio, Nic.ar -que desde fines de 2011 depende de la Secretaría Legal y Técnica de la Presidencia- exige, insólitamente, a los titulares de dominios volver a cargar todos sus datos de manera detallada, actividad económica incluida.

Es decir, en lugar de validar con apenas un e-mail la información que ya fuere suministrada cuando se presentó la solicitud -como es común en la mayoría de los países- el organismo vuelve a solicitar una serie de datos, incluido algunos que no suelen pedirse en otros territorios.

Pero, además de ello, existe otro hecho curioso que viene generando profundo malestar y preocupación entre los poseedores de dominios ".ar".

En efecto, cumplido este nuevo requerimiento, en muchos casos los titulares no están pudiendo rápidamente retomar el control de los mismos.

De ahí que, sobre todo en la última semana, se multiplicaron las quejas y reclamos contra el organismo ante las presuntas "inconsistencias" en la información aportada a Nic.ar.

Para algunos consultores contactados por iProfesional, esto no representa más que el control -disfrazado de error técnico- de ciertos dominios y los movimientos que sus dueños efectúan, o pudiesen realizar, en el mundo virtual.

"El organismo decide quién los ‘recupera' y quién no en esta etapa de migración a la nueva plataforma. Abundan las inconsistencias. Es insólito, pero hay usuarios a los que nic.ar los rechaza porque dice que los números DNI de antes de la migración y los colocados ahora no coinciden, siendo que los pone la misma persona", aseguró un experto en sistemas que pidió no ser nombrados por temor a represalias.

"Lo que está pasando genera complicaciones de todo tipo. Pensemos, por ejemplo, en una empresa que quiere migrar servidores de un proveedor a otro. Bueno, sin la información de Nic.ar, no puede", remarcó la fuente.

"Además -agregó- perder el control de un dominio puede implicar que en ese gris que se genera alguien más pase a operarlo. O que, en todo caso, directamente se lo quite de la web. En un contexto de peleas políticas como el actual, esto puede ser fatal".

La operatividad de la nueva "cara" de Nic.ar ya ha elevado innumerables quejas en las redes sociales. Una muestra de esto en Twitter:

En Facebook ocurre algo similar:

No consistente

"Hice el registro y se me informó que mis datos no son consistentes con los que tiene el organismo. El problema es que tratás de comunicarte por teléfono, Twitter o Facebook para aclarar la situación y desde hace cinco días en Nic.ar no contesta nadie", señaló a iProfesional sin ocultar su enojo.

"En este momento no puedo ver mis dominios y no sé cuándo vencen. Si quisiese transferirlos o cambiar de hosting no podría, porque los datos para poder hacer una operación de este tipo me los tiene que dar Nic.ar", agregó.

"Pese a que volví a registrarme, hoy en mi cuenta los espacios aparecen vacíos. Según el organismo, no tengo ninguno a mi cargo. Esta situación puede ser dramática para las empresas y el inconveniente es que no te dan opciones de reclamo. También hay que decir que Nic.ar no informó que el cambio de plataforma lo iba a realizar ahora", dijo el experto.

Para añadir: "En los últimos tiempos no para de haber modificaciones dentro del organismo. Aunque en teoría se cambia para mejorar, los procesos ahora son más complejos y con resultado incierto".

El creciente problema que se evidencia en el manejo oficial de los dominios ".ar" también es observado por varios usuarios como otra consecuencia del traspaso de Nic.ar a la órbita de la Secretaría Legal y Técnica de la Presidencia, siendo que antes dependía de Cancillería.El peso de la AFIP

"Que pidan cargar nuevamente todos los datos siendo que eso debería migrar de un sistema a otro de forma automática o, a lo sumo, autenticado simplemente con una dirección de correo electrónico, deja en claro que el organismo oficial está chequeando cada dato declarado", aseguró a este medio un reconocido analista político.

Él, al igual que miles de usuarios, hoy sigue a la espera de que nic.ar le permita retomar sus extensiones.

"Todo esto debe interpretarse como un nuevo movimiento del Gobierno para acercarle información a la AFIP de los dueños de los dominios. Antes el registro era libre. Ahora te exigen precisiones, porque será mayor el control sobre la actividad económica de los titulares o la revisión de sus cuentas. La nueva plataforma sirve de excusa para hacer una ‘cacería' de contribuyentes", disparó el experto.

En mayo de este año, iProfesional expuso en una nota cómo la AFIP comenzó a enviar correos electrónicos masivos para que todos los propietarios de dominios con la extensión ".ar" incluyan el data fiscal -un formulario que debe ser exhibido por todos aquellos que realicen ventas de bienes y servicios- en sus páginas. (Ver: Gran Hermano 2.0: ahora la AFIP envía mails para controlar que "todo esté en orden" en las páginas argentinas)

Esta aplicación, que reemplazó al viejo cartel que colgaban en los negocios y contenía los datos del comercio (como el nombre del contribuyente y su situación fiscal, entre otros), no es más que una hoja de papel donde figura un código QR.

Precisamente desde ese mes, ese mismo QR también debe ser incluido en aquellos portales argentinos que comercialicen bienes o servicios.

Y, teniendo en cuenta que quienes no cumplan con esta obligación podrán ser sancionados con multa o clausura (en caso de monotributistas), la importancia de la nómina que posee nic.ar adquiere otro color y grado de relevancia."Toda la mejora de la plataforma es sospechosa, si bien era necesaria por su antigüedad. Lo que despierta suspicacias es el momento elegido para hacer el cambio.

Otro empresario amigo, detrás de "Nic.ar"

Este medio intentó sin suerte contactar fuentes del "nic.ar" para conocer su opinión sobre los reclamos de muchos usuarios.

Incluso se indagó en el sitio institucional del organismo a fin de ubicar canales alternativos de comunicación.

Fue en esa "recorrida" virtual que iProfesional hizo un hallazgo tan impensado como polémico y hasta escandaloso.

Sucede que en el sitio institucional de nic.ar (como puede observarse en el límite inferior de esta web) la dependencia revela que el diseño y la programación de la página corren por cuenta de la firma ADC.

Este "detalle" -según pudo comprobar iProfesional- no pasó desapercibido para los blogueros que siguen asiduamente las acciones de nic.ar.

Es que ADC se corresponde con el dominio "adconsa.com.ar" que, entre otras particularidades, se encuentra registrado a nombre de Gustavo Benvenuto.

Precisamente Benvenuto, quien en CUIT online figura como autónomo y sin integrar sociedades o ser empleador, aparece como socio de Carlos Liuzzi, subsecretario de la Secretaría Legal y Técnica y mano derecha de Carlos Zannini, en la sociedad Desarrollo y Construcción SA.

Tanto ADC como Desarrollo y Construcción SA comparten el mismo domicilio legal: Sarmiento 776.

La firma, según pudo confirmar este medio, fue constituida ante la Inspección General de Justicia (IGJ) en junio de 2011 por el mencionado Gustavo Benvenuto.

Es decir, menos de seis meses antes de que el organismo salga de la órbita de Cancillería para quedar bajo el control de Zannini, Liuzzi y compañía.

Así, desde diciembre pasado la operatividad de nic.ar depende entonces de un empresario claramente ligado a la secretaría que, entre otras funciones, debe dirigir los destinos del organismo que define todo lo que sucede en la Argentina virtual.

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