El dólar bue volvió a sacudir a la city porteña: trepó a los $9 y con pronóstico alcista
Tras dos meses de relativa calma, en los que el Gobierno pudo jactarse de controlar al dólar blue y mantenerlo en el orden de los $8, todo parece haber vuelto a la antigua "normalidad".
Es que el paralelo parece fuera de control, y al terminó la rueda del jueves cotizó en las cuevas del microcentro a $9,02 para la venta, pese a que se insiste que el "dólar Moreno" se negocia a 8,62 pesos.
Cabe apuntar que en las primeras operaciones de la jornada había llegado a negociarse a $8,95, aunque luego, el bajo volumen lo hizo retroceder en forma significativa. Pero sobre el cierre, la demanda alentó una nueva suba que lo llevó a los precios de cierre.
Así, el dólar marginal subió 18 centavos respecto al miércoles, ante compras de dólares por parte de ahorristas como forma de cobertura previa a las elecciones primarias legislativas, en momentos en que la plaza opera con fuertes trabas para evitar una fuga de capitales.
Mientras tanto, la divisa oficial sigue con la tónica ascendente que hace que en el año acumule un 12,4% de suba, el doble de lo que registraba el año pasado para el mismo lapso. En razón de ello, el billete estadounidense que se negocia en casas de cambio y bancos de la city porteña tuvo un precio de $5,49 para la compra y $5,55 para la venta.
De esta manera, la brecha entre el dólar fijado por el Banco Central y el blue se ubica en torno al 63 por ciento.
En cuanto al contado con liquidación, se liquidaba a $8,56. La operación para adquirir divisas por medio de la compra de bonos y acciones en el mercado local y la posterior venta en el exterior avanzó luego de las presiones por parte del gobierno, hace dos semanas, a operadores para que impidan operaciones.El blue toma temperatura
Según los operadores de la City, la demanda de divisas se pronunció en las últimas sesiones por la incertidumbre política ante el período electoral.
Para el economista Aldo Abram, director de la Fundación Libertad y Progreso, existen dos aspectos que causaron que el blue se haya disparado en los últimos días.
Por un lado, se encuentra la proximidad de las elecciones ya que "siempre son motivo de incertidumbre y, por ende, mucha gente se cubre en activos externos", dice Abram a iProfesional.
Además de estos factores, existe otras cuestiones de fondo que hacen que el blue parezca "condenado a la suba".
Una de las causas esgrimidas por el economista de Libertad y Progreso es que también se empieza a visualizar que "el blanqueo de capitales no funciona por ningún lado, por lo que las expectativas de la gente cambiaron y son negativas".
"El blue estuvo un tiempo tranquilo sólo por intervención oficial. Se había hecho un compás de espera ante el debut de los Cedines. Pero esta iniciativa no da muestras de arrancar. Moreno está nervioso y los inversores se llevan los dólares de la forma que pueden", afirma el analista Salvador Di Stefano.
Gabriel Caamaño Gómez, economista jefe de la consultora Ledesma, observa que la estabilidad del blue depende de la disposición del Gobierno a intervenir en el mercado, a través de la "liquidación" de bonos dolarizados en manos de la Anses.
"A tal punto, que si ese organismo levanta el pie del acelerador, la situación se traslada rápidamente al precio de la divisa marginal", señala.
Y los hechos le dan la razón, a punto tal que cuando las autoridades dejaron de intervenir el billete informal volvió a dispararse.
Para Caamaño Gómez, esto implica reconocer dos situaciones preocupantes:
- Que los ahorristas e inversores siguen volcándose al circuito informal, sin haberlos desalentado los casos de quienes perdieron por haber comprado a una cifra alta, que luego el Gobierno bajó artificialmente (llegó a cotizar a $10,43).
- Que la desconfianza en el modelo económico está llevando a que no sólo se dolarice la capacidad de ahorro de largo plazo, sino también la "caja chica" de empresas y familias.
El "poder" del blue
Pero el interrogante que surge en estos momentos es si el Gobierno tiene que centrar sus esfuerzos en contener el blue o si, por el contrario, el costo de hacerlo es demasiado alto y sin sentido.
Cabe recordar que la Anses debió "liquidar", en poco tiempo, casi u$s1.000 millones en bonos y acciones para bajar el precio del "conta con liqui" y, como efecto indirecto, el del informal.
¿De qué sirvió? A juzgar por la reciente disparada, de poco y nada. Ahora la administración K quedó en el peor de los escenarios: sacrificó ese dinero y el billete paralelo siguió "haciendo de las suyas".
Las consecuencias de emitir
Otra cuestión clave es si a esta altura resulta posible para el Gobierno "convencer" al público de que el blue depende de lo que diga Moreno y que su precio se mantendrá alejado de fuertes y continuos repuntes.
Para el analista Miguel Bein, le resultó difícil imponer la idea de que $8 es un buen lógico y estable, luego de que haya escalado a $10,50, se lo bajó artificialmente y que este bajón terminó durando poco.
Y en esta discusión, la emisión de pesos adquiere un rol preponderante.
Algunos economistas alegan que, pese de las situaciones estacionales, como el turismo -o más allá incluso de la injerencia oficial en el mercado cambiario- no hay que perder el foco en el factor que más fogonea la cotización.
"La verdad es que todos los otros elementos me parecen marginales. Lo que en su momento hizo caer al blue y lo que ahora lo está haciendo subir es el ritmo de emisión", opina Nicolás Dujovne, ex economista jefe del banco Galicia.
"Así, mientras que hasta el mes de junio la expansión de la base monetaria seguía a un ritmo del 26% anual, ahora este incremento se elevó al 33%", indica el analista Jorge Todesca, para quien la actual presión sobre el tipo de cambio es consecuencia directa de esta variación.
Para el segundo semestre, la expectativa es que la emisión continúe alta, dados los mayores compromisos.
Como contracara de la mayor cantidad de pesos, todo indica que la entrada de dólares será más escasa, dado que el momento de mayores liquidaciones de la exportación agrícola irá quedando atrás.
Lo cierto es que, sea por decisión de los funcionarios o por imposición de las circunstancias, todo indica que el breve período del "dólar blue subsidiado" llegó a su fin.
Al menos si, como todo indica, el plan Cedin sigue dentro del freezer.