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Precios en la Era K: comprar un kilo de lomo ahora cuesta menos que las hamburguesas congeladas

La pronunciada distorsión de precios que vive la economía a causa de la inflación provocó esta situación. Un sachet de leche vale lo mismo que la nafta
05/08/2013 - 10:56hs
Precios en la Era K: comprar un kilo de lomo ahora cuesta menos que las hamburguesas congeladas

En el país del "mundo del revés", la caja de medallones de pollo de una marca líder, de 360 gramos, se ofrece en un supermercado porteño a un precio superior a los 40 pesos, con lo cual el kilo cotiza prácticamente lo mismo que el salmón rosado entero, que se importa desde Chile.

Estacionar en una playa privada de la Capital cuesta diez veces más que en los parquímetros públicos y se paga casi lo mismo por la factura de gas de todo un año que por un suéter.

Las distorsiones en el mercado de consumo son tan pronunciadas por estos días que el litro de leche entera de primera marca hoy tiene un precio equivalente al de la nafta súper en el ámbito de la ciudad de Buenos Aires.

Conocido es el valor del pan, que provocó impacto por la disparada del precio del kilo, que pasó casi sin escalas de 10 a 20 pesos en la Ciudad, y resultó que comprar facturas cueste más caro que un kilo de pescado.

En esta misma "sintonía", el kilo de lomo, que en una carnicería de un barrio de clase media cuesta entre 60 y 70 pesos, termina siendo más barato que las hamburguesas congeladas, que se venden en cajas de cuatro unidades y pesan poco más de 300 gramos.

Según publica el diario La Nación, el precio de las hamburguesas bajo esa presentación parte de los 27 pesos, lo que da un valor promedio del kilo por encima de los 80 pesos.

Lo mismo ocurre con el kilo de helado artesanal de las marcas más exclusivas de Buenos Aires, añade el matutino. Se paga por ese producto en una heladería porteña entre 90 y 100 pesos. La cifra es un 30% más barata que la que ofrece el postre Chomp, cuyo envase de 180 gramos cuesta en un supermercado 28 pesos, lo que implica más de 150 pesos por kilo.

"En muchos casos, los precios más altos se explican a partir del costo salarial, que tiene un impacto mayor en los productos más industrializados, aunque también hay que tener en cuenta la menor intermediación que, por ejemplo, hay en la venta del helado artesanal", explicó el economista Camilo Tiscornia.

También señaló la política de subsidios, las trabas a la importación, el costo de la mano de obra y el peso de la intermediación en la cadena comercial así como la inflación.

La disparidad de precios también se siente en los servicios, algo que solía ocurrir, pero la brecha ahora se disparó. Según datos de las distribuidoras eléctricas, el gasto promedio mensual de una familia porteña con tarifa de luz subsidiada -aproximadamente el 90% de los hogares de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires- ronda los 90 pesos por bimestre, es decir, unos 45 pesos mensuales.

Esa cifra, ejemplifica el diario, no alcanza para comprar cuatro pilas medianas para cargar una linterna cuando se corta la luz, que cotizan a 51 pesos.

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