No hay dólares, sí autos subsidiados: con blue récord, explota venta de 0Km importados
El "blue" finalmente perforó la barrera de los $9 y la brecha respecto de la cotización fijada por el Banco Central marcó un nuevo récord.
Así, por más que se trate de un "mercado chico" -como se empeñan en señalar constantemente funcionarios del Gobierno-, su influencia e impacto en la economía cotidiana es determinante.
Y esto se ve reflejado, por ejemplo, en que todo aquello que tenga "olorcito" a dólar oficial pase a ser un bien sumamente codiciado por los argentinos.
En efecto: con un paralelo que cada vez coquetea más con los $10 -cifra incluso superior a los $9 que los expertos proyectaban recién para finales de año-, aquellos artículos o servicios que todavía puedan adquirirse a la tentadora cifra cercana a los $5 despierta todo tipo de atracciones.
El problema es que el Gobierno fue cerrando las distintas ventanas que permitían acceder, aunque sea indirectamente, al dólar oficial.
Es en este contexto en el que los autos importados pasaron a convertirse en el último "bastión" a través del cual se puede disfrutar, al menos de manera indirecta, de ese dólar a 5 "y monedas" tan buscado por los particulares y tan retaceado por el Gobierno.
Sucede que las automotrices de lujo -como BMW, Audi o Mercedes Benz-, pero también las genéricas que no desarrollan procesos productivos en el país y cuyo portafolio depende en un 100% de 0Km traídos del exterior -tales como Hyundai o Kia- todavía tienen sus listas de precios dolarizadas.
"Si el vehículo que busca un comprador está en la agencia y tenemos entrega inmediata, entonces se hace la conversión al tipo de cambio oficial sin mayores problemas", confirmó el gerente comercial de una concesionaria BMW ubicada sobre Avenida del Libertador, para quien el Gobierno está subsidiando la compra de 0Km importados.
El economista Tomás Bulat destacó el hecho de que "si bien los autos que se traen del exterior ajustaron un poco su valor en divisas, debido a los costos que padecen todas las empresas, sin dudas éste es el momento ideal para adquirir un vehículo importado".
Por su parte, Alberto Príncipe, presidente de la Cámara del Comercio Automotor (CCA), confirmó a iProfesional este fenómeno: "En estos últimos meses, la venta de autos del exterior estuvo alimentada por una demanda compulsiva", ya sea por gente que no tenía previsto adquirir un vehículo y aun así lo hizo y por otros que sí lo evaluaban y adelantaron la decisión.
Un dato clave está en que el ritmo de patentamientos de 0Km cerró el primer trimestre con una baja global del 2%, debido principalmente a fuertes caídas entre los jugadores líderes, como fue el caso de Volkswagen o Chevrolet, que experimentaron una contracción del 16% y 12%, respectivamente.
Sin embargo, paralelamente, fueron en general las marcas importadas las que lograron descollar: en lo más alto del podio se ubicó Land Rover, tras haber comercializado un 230% más de unidades que en el primer trimestre de 2012, compañía a la que luego le siguieron marcas de peso como BMW, que duplicó su nivel de ventas; Smart, cuyos patentamientos se dispararon un 63% y Jeep, que registró un incremento del 47%, por citar sólo algunos ejemplos de un gran abanico de casos.
Al respecto, desde una agencia oficial BMW señalaron un hecho que sirve para ilustrar esta "fiebre" por los importados: "El sábado pasado vendimos seis unidades en uno de los locales, algo que nunca antes nos había pasado".
El empresario destacó el hecho de que toda la gama de la marca se comercializa con amplias ventajas: hay planes de 12 cuotas fijas en pesos y a una tasa del 10%, es decir, que corre muy por debajo de la inflación real. Mientras que para financiar una unidad a 36 meses los tipos de interés no superan el 30%.
A esto se suma un atractivo extra y es que los precios de los vehículos comercializados por marcas importadas fueron reduciendo cada vez más la brecha respecto de las unidades de automotrices instaladas en el país. Así es como en la actualidad es posible encontrar ejemplos que, dos o tres años atrás, hubiesen resultado impensados.
Entre el abanico de casos se puede mencionar que, en la actualidad, ya se puede conseguir un Audi A3 línea 2013 a apenas $4.000 más que un Focus 2.0, modelo que en breve será reemplazado por la tercera generación.
También, por $140.000 un potencial comprador podrá acceder a un Chevrolet Sonic, o desembolsar $9.000 extra y subirse a un Audi A1 Attraction.
Paralelamente, hoy es posible encontrar algunas versiones del Alfa Romeo MiTo a valores apenas 4% más elevados que los de un Fiat Bravo.
En tanto, por el atraso cambiario y los elevados costos locales, un comprador que disponga de poco menos de $100.000 ya puede optar por un vehículo excéntrico como es el caso del Smart, o por una de las versiones más equipadas del clásico Gol, importado desde Brasil.
Largas demoras y listas de espera
Claro que este mix de financiamiento barato y posibilidad de acceder a un bien valuado en dólares al tipo de cambio oficial, está generando que la demanda corra por encima de la oferta: en el caso de BMW, en algunos modelos como los de la Serie 3 se están registrando demoras de hasta 70 días en la entrega debido al alto nivel de pedidos.
En tanto, desde Dietrich destacaron, por ejemplo, que para poder adquirir una camioneta importada Touareg hay que esperar unos 90 días, dado que la última entrega que recibieron desde la terminal estaba completamente vendida de antemano.
"El nuestro es un país de ciclos económicos pronunciados y el argentino está acostumbrado a eso. Hoy muchos saben que tienen a mano la posibilidad de comprar un 0Km pero no desconocen si mañana, a causa de una eventualidad, van a poder seguir accediendo a ese mismo modelo. Y este razonamiento es el que estamos viendo en muchos de los consumidores", explicaron desde la concesionaria Dietrich, una de las líderes en la comercialización de la línea Volkswagen.
El "blue" y las expectativas, argumentos de compra
Para los expertos, el "cóctel" de factores que empuja a más argentinos a definir la compra de un vehículo importado conjuga dos variables: por un lado y principal, el valor del "blue". Por otro, las expectativas respecto al tipo de cambio oficial.
Respecto al primer aspecto, a medida que más se amplíe la brecha cambiaria, en la mente del consumidor se irá afianzando y profundizando la sensación de que el 0Km -atado a la cotización del BCRA- va a ir quedando cada vez más barato, dado que la comparación siempre se tiende a realizar respecto del tipo de cambio paralelo.
Y este factor pesa especialmente entre los que tienen dólares en la mano: "Un auto valuado en u$s60.000 se está comercializando a un precio levemente superior a los $310.000, lo que en términos del informal arroja un valor de 33.500 pesos, casi la mitad", explicaron desde la agencia BMW.
Así las cosas, "quien no tiene dólares compara y ve que el vehículo va quedando barato en función de la escalada del blue. Y quien sí tiene billetes verdes en la mano y ya tenía decidida la adquisición de un 0Km, entiende que éste es el momento", explicó.
En relación a las expectativas, Bulat destacó que "muchos evalúan sus decisiones de compra en función de una futura devaluación o ante el temor de que finalmente se aplique el recargo a los autos de alta gama que se viene rumoreando, dos medidas que terminarían encareciendo el valor de los vehículos".
Por lo pronto, desde Wall Street las señales de una aceleración en el ritmo devaluatorio están a la orden del día: entidades como Bank of America prevén un tipo de cambio oficial de hasta $6,50 para fin de año, lo que implicaría una devaluación cercana al 25% en apenas ocho meses.
Y este panorama cambiario de cara al segundo semestre es lo que, según los expertos, termina anticipando la compra de vehículos importados entre aquellos que ya venían estudiando esa posibilidad.
El temor, lógicamente está en que, tras un marcado deslizamiento del dólar, se encarezcan los vehículos. Esto es lo que está ocurriendo hoy en día, por ejemplo, en Venezuela: tras la depreciación del bolívar a comienzos de año, los autos ya acumulan alzas de hasta el 50 por ciento.
Y el mercado automotriz nacional no podría escapar de la tendencia: alrededor de la mitad de los vehículos que cada año se comercializan en el país provienen del exterior. A esto se suma que cerca del 75% de los componentes para fabricarlos son importados, con lo cual un desplazamiento más acelerado del dólar terminará impactando irremediablemente en los precios en moneda local.
Las estrategias de automotrices y concesionarias
Un punto clave es que, así como muchos particulares apuran su decisión de compra como forma de anticiparse a posibles medidas oficiales, las automotrices también están tratando de cubrirse.
La empresa que importe hoy un auto a $5,20 sabe que el día de mañana esa misma unidad podría pasar a estar atada a un tipo de cambio de $6 o más.
Es un negocio que, al menos en la teoría, es perfecto. Sin embargo, también no es menos cierto que el ritmo de demanda de algunos modelos está corriendo por detrás de las importaciones que el Gobierno les habilita a las automotrices.
Estas limitaciones, crónicas a esta altura, están relacionadas con las necesidades del Ejecutivo de cuidar el colchón de dólares, considerando que durante el primer trimestre del año el superávit comercial se desplomó un 40%, producto de la disparada en las importaciones de combustibles y energía.
Sin embargo, las automotrices tienen un "salvoconducto" a mano: el plan de compensaciones bautizado "1 a 1", que no es otra cosa que el programa de comercio exterior que cada una de estas firmas debe acordar, año tras año, con el Gobierno y que tiene como objetivo controlar que cada dólar que se destine a ingresar un auto importado, luego sea compensado por otro dólar exportando "lo que sea".
Las automotrices tienen una gran experiencia en este terreno. Para hacerse de un cupo y poder ingresar vehículos por la Aduana, algunas firmaron programas para salir a vender al mundo cuero, soja, agua mineral, revestimientos de interiores y hasta comida para animales.
Así, mientras que las importaciones generales de autos vienen sacando el pie del acelerador al haber cerrado el primer trimestre con una caída del 4%, entre las marcas Premium el ritmo que impera es el de "quinta a fondo".
De hecho, algunas automotrices están experimentando un explosivo crecimiento.
Según un informe elaborado por la consultora MRT para iProfesional, los niveles de importación de numerosas marcas Premium crecieron a "tasas chinas" que sólo son comparables a las épocas "pre cerrojo".
En el caso de Porsche, por ejemplo, las operaciones se multiplicaron por seis, con un ingreso de vehículos equivalente a los u$s3 millones durante el primer trimestre.
Para Nissan, las importaciones entre enero y marzo crecieron un 105% y totalizaron casi u$s20 millones.
En relación con Smart, el pequeño vehículo para la ciudad comercializado por Mercedes-Benz, durante ese mismo período la firma logró ingresar un 80% más de vehículos que en mismo lapso de 2012.
Las tasas de crecimiento también fueron muy fuertes en otras marcas, como las que están nucleadas bajo el paraguas del Grupo Chrysler, con una suba del 63%, tal como se puede ver en el siguiente gráfico:
En el caso de las agencias, para cubrirse de eventuales movimientos cambiarios, si el auto no tiene entrega inmediata no se le fija precio y la operación no queda cerrada: "El cliente puede dejar una seña en pesos y se hace la conversión al tipo de cambio oficial del día. Pero el valor sólo se establece una vez que la concesionaria le pague a la automotriz y haya una factura de por medio, porque en ese delay entre que abona el comprador y se entrega el vehículo puede haber muchos riesgos".
En este escenario, muchas marcas se preparan para coronar un año récord a fuerza de patentamientos.
El problema, claro, es cómo quedará el negocio de producirse finalmente un fuerte desplazamiento del dólar. Por ahora la "fiesta" sigue y este festejo no se ve empañado por lo que pueda suceder en los próximos meses con el billete verde.