Fin de año ya llegó: el blue pasó los $9 y en abril alcanzó el precio previsto para diciembre
Ni el más informado o arriesgado de los economistas que recorren la city porteña y aledaños se animó a pronosticar que, al cabo del primer cuatrimestre del año, el dólar blue valdría más de 9 pesos.
Es más, luego de la suba que registró la cotización del dólar marginal entre diciembre y enero, que la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, atribuyó a cuestiones estacionales por el turismo, muchos especulaban que a partir del momento en que comenzara a liquidarse la cosecha de soja, el mercado ingresaría en un período de relativa calma.
Pero una vez más, todos los pronósticos fallaron, pues no cayó el precio de la divisa informal tras el verano, sino que, por el contrario, el mercado marginal sufrió dos "picos de tensión": el primero, a mediados de marzo, y el segundo durante esta semana.
Más allá de que con el avance de las cotizaciones se fueron rompiendo varias barreras psicológicas, lo llamativo en la estampida de los últimos cuatro días -desde el lunes pasado hasta la última cotización disponible-, es que el precio del blue arrojó una suba del 6,6%.
Este porcentaje es el segundo más alto desde que está vigente el cepo cambiario, pues el mayor se produjo en mayo de 2012, cuando trepó 8% en igual lapso.
Y este jueves, el dólar blue volvió a tomar un fuerte envión y cotizó a $9,20 para la venta, un salto de 26 centavos respecto al cierre anterior. Es decir, el alza que registró en tan sólo 24 horas fue de un 2,91 por ciento.
Este hecho ocurrió luego de que el miércoles la moneda estadounidense tocó los $8,94, superando el pico histórico de $8,90 que había alcanzado el día en que el Gobierno anunció el recargo de 20% en paquetes turísticos y pasajes aéreos.
La divisa informal ya escaló en la semana 57 centavos.Y, hasta el momento, trepó 35% en todo el año.
En tanto, el dólar oficial se mantuvo estable y se vendió a $5,185 para la venta.
Con estas cotizaciones, la brecha que separa a ambos mercados asciende a 77 por ciento.
Un conocido operador cambiario con oficinas sobre la Diagonal Norte le comentó a iProfesional que "el mercado está muy raro...Hoy cerrar operaciones es una tarea casi artesanal".
El experto agregó que "todos están aferrados a sus posiciones en dólares porque piensan que esto no termina acá, cuesta conseguir vendedores".
Más allá de esto, lo cierto es que el billete estadounidense alcanzó el valor que todos esperaban para fin de año. En este sentido, nada más ilustrativo que los resultados de una encuesta hecha recientemente entre 180 empresarios por el IAE, la escuela de negocios de la Universidad Austral.
La misma detectó que el 50% de los entrevistados esperaba que el valor del paralelo se mantenga entre 9 y 10 a fin del año. Pero otro 33% ya cree que, para entonces, estará por encima de los $10.
Cuáles son las causas
Frente al cierre a $9,20 de este jueves, los especialistas sostuvieron que casi ya no quedan maneras de atenuar las operaciones del mercado del paralelo. "Ninguna alquimia financiera será suficiente para persuadir a la demanda potencial de divisas en el marco de una percepción generalizada de atraso cambiario", dijo la consultora Empiria en un informe.
"Está imparable el dólar paralelo, y si el Gobierno no reacciona, no va a tener techo su precio. Las autoridades deben tomar las medidas macroeconómicas que se necesitan para frenar esta escalada", le comentó Aldo Pignanelli, ex presidente Banco Central, a iProfesional.
"Una brecha entre el oficial y el paralelo de cerca del 80% marca que hay un serio problema con el ahorro interno y la salida de capitales, ya que la gente está dispuesta a pagar cualquier precio para adquirir divisas y resguardarse del peso, que pierde cada vez más valor", agregó Pignanelli.
Según este economista, por el momento, la Casa Rosada parece tener margen para actuar porque "tiene suficiente poder político y económico. De hecho, en Venezuela la relación entre el dólar legal y el informal es de 4 a 1". Pero llegar a esa situación a nivel local "podría deteriorar a la economía argentina".
Otra razón por la cual se están viendo movimientos significativos en la plaza cambiaria es porque hay grandes jugadores que están buscando redolarizar sus posesiones.
En ese sentido, un informe del Banco Ciudad explicó que los exportadores que liquidaron divisas al tipo de cambio oficial, debido a las restricciones para atesorar por la vía lícita, están acudiendo al blue para volver a hacerse de dólares.
"Adicionalmente, los operadores que venían actuando bajo indicaciones oficiales, y que salieron a ofrecer dólares para enfriar la cotización del 'blue' a fines de marzo, parecen haber desaparecido", agregó la entidad que preside el economista Federico Sturzenegger.
Finalmente, otro factor expuesto por los operadores ante la escalada del billete informal es que hubo "temores operativos" en la plaza cambiaria marginal por rumores de presencia de agentes fiscales, lo que prácticamente paralizó los negocios.
Según los analistas de Porfolio Personal, "la aceleración de estos días sería una consecuencia indeseada de los múltiples allanamientos que la AFIP hizo el viernes en el microcentro en busca de información para comprobar operaciones de lavado o fuga de dinero no declarada".
"El marcado despliegue de inspectores y efectivos federales en el corazón de la City parece haber retraído la oferta de divisas y colaborado en la nueva escalada", concluyó.Cuestiones de fondo
Pese a que, al menos publicamente, el Gobierno le restó importancia a la plaza informal, la brecha entre la divisa oficial y la paralela cercana al 80% puede traer diversos inconvenientes para la economía local.
"El mercado blue es muy pequeño en tamaño pero muy grande es su impacto sobre decisiones de inversiones de largo plazo. No es marginal", dijo el ex secretario de Finanzas Miguel Kiguel, actual consultor económico.Otro de los aspectos centrales que impulsan la escalada "sin frenos" del billete informal se relaciona a la incertidumbre política y económica de los argentinos.
A los desfasajes ya conocidos, como el creciente gasto público y la elevada emisión monetaria, se le deben sumar temas coyunturales que refuerzan la inquietud que posee el mercado, como la marcha del 18A, lo que pasó en el Congreso en la madrugada del jueves con la votación de la Reforma Judicial, más la "gaffe" de Lorenzino en Grecia. "Son apenas algunos condimentos de un cóctel que puede caer indigesto", comentó un analista.
"La suba del dólar del jueves tiene que ver directamente con la reforma judicial. Nos afecta a todos. Los que tienen una caja de seguridad saben que, sin las cautelares, mañana van con un escribano y le abren su caja. Por eso, los uruguayos y los chilenos se anticipan y abrieron más cofres en sus propios países", afirmó el analista Luis Beldi.
"Hay una mezcla de varios factores que se conjugan para que el dólar blue se dispare: un clima enrarecido desde lo institucional, una emisión monetaria descontrolada por parte del Banco Central y la ausencia de vendedores", resumió un experto del mercado cambiario.
"El problema tiene que ver con las expectativas. Ya todos se dieron cuenta que las disparadas no tienen que ver con cuestiones estacionales, como la liquidación de la cosecha o las vacaciones", dijo el economista Rodrigo Álvarez.
"El elemento de fondo es que cada vez más gente quiere dólares. Hoy, no hay ningún negocio más rentable que comprar estos billetes", agregó.
"Vos te refugiás en el dólar para huir del peso, no porque seas antipatriota, sino porque los que tienen que administrar el peso no lo defienden, emiten, pagan con reservas, dan subsidios, importan combustible porque coartan la producción de petróleo, porque no saben administrar", completó Beldi por FM Cultura.
"Lo que más preocupa es la falta de reflejos del Gobierno. Son tantos los que intervienen en las decisiones que nadie decide nada", opinó el analista Agustín Cramo.
"Si esta nueva corrida la quieren cortar como intentaron con la del año pasado, con inspectores de la AFIP y gendarmes en las calles, desde ya que no van a lograr nada", finalizó."No quieren cambiar este pésimo programa monetario, sino que están dispuestos a llevarlo hasta las últimas consecuencias sin importarles cuánto perjudica a todos los argentinos", cuestionó el economista y referente bonaerense del PRO, Carlos Melconian.
Sobre este punto en particular, desde AMF Economía sostienen que "pueden efectuarse cuestionamientos a la política oficial que, indirectamente, alienta a este mercado informal y no lo elimina a través de una combinación de medidas".
"Aprovechando el margen de maniobra del Banco Central, ¿no sería más conveniente formalizar esta franja del mercado cambiario y cerrar la elevada ´brecha´ actual?", pregunta el informe de la consultora dirigida por Andrés Mendez.
Al respecto, el ex ministro de Economía Roberto Lavagna aseguró: "El Gobierno tratará la situación con normalidad e intentará ganar tiempo hasta las elecciones. Después llegarán, seguramente, decisiones más dolorosas".
Impacto en la economía doméstica
La importancia de la escalada del dólar blue y de establecer una brecha tan distante con el oficial no sólo es un tema financiero, sino que puede traer serios impactos en la economía familiar de los argentinos.
"El problema es que, mientras tanto, el blue sigue subiendo y la gente lo toma cada vez más como punto de referencia para fijar los precios domésticos", sostuvo Cramo, quien incluso arriesgó que "no sería ilógico pensar que para domesticar al mercado se prohíba la difusión de su cotización, como les pasa a los supermercados".
Incluso, Lavagna también aseguró que "ya muchos sectores industriales trabajan con un dólar superior a los 8 pesos para fijar sus precios".
En ello coincide Melconian, ya que el incremento del dólar paralelo "está íntimamente ligado al aumento sostenido de precios" y explicó que "con una inflación acumulada del 200% y la tasa de devaluación del 60%, el aumento de los costos es y seguirá siendo muy alto".
Dichas expectativas son un factor determinante en el comportamiento de la sociedad, ya que tiende a modificar los hábitos de compra y a fomentar la especulación, habida cuenta de que muchos comerciantes -al no saber el costo al que repondrán la mercadería- buscan armarse de un "colchoncito". Y esto se expande a toda la cadena de distribución.
"El punto no es menor, porque la actual inflación, y la proyectada, ya está cerca del límite que le permite al Gobierno administrar razonablemente los precios relativos", señala Ricardo Delgado, de Analytica.
El impacto ya se hace evidente en algunas actividades, como la inmobiliaria o la construcción. Pero un mercado desdoblado no sólo afecta a estos sectores, ya que influye en todo tipo de decisiones de inversión.
El factor confianza
Pasaron las vacaciones, se aumentaron los controles en la city, se empezaron a liquidar los sojadólares y el blue aun así sigue batiendo récords. ¿Habrá forma de que el Gobierno pueda revertir esta tendencia?
Es uno de los grandes debates entre los economistas. Y la sensación es que, a medida que pasa el tiempo, las herramientas se agotan.
Por ejemplo, acelerar la suba del dólar oficial, que podría haber sido la solución cuando la brecha era pequeña, ya no es visto por nadie como una salida. Más bien, al contrario, algunos opinan que hasta alimentaría el apetito por la divisa marginal.
Hay algo todavía peor. Se supone que la resignación del Gobierno ante la escalada del blue es el precio a pagar por priorizar el nivel de reservas del Banco Central. Sin embargo, se están observando resultados negativos en ambos planos al mismo tiempo.
"Estábamos esperando que la liquidación sojera pusiera fin a la caída de las reservas, que fue de 3.000 millones en el primer trimestre. Pero llegamos a un punto en el que la soja ya no alcanza, porque se redujo drásticamente el ingreso de dólares financieros por créditos e inversión externa", observó Federico Muñoz.
En definitiva, la idea que cobra fuerza es que, para "domar" al blue, se requiere de algo mucho mayor a una buena cosecha de soja: la confianza del mercado. Tanto como para estar dispuesto a desprenderse voluntariamente de sus dólares, aunque fuera al precio del mercado paralelo.
El Gobierno también sabe que esa cuestión es de extrema importancia. Al punto que, cuando en plena campaña electoral de 2011 se observaba una fuerte fuga de capitales, los funcionarios K se esperanzaban con que era provisoria y que la gente volvería a hacer girar los billetes verdes.
"En un período en que se recambia presidente, gobernadores, intendentes, puede ser que algunos decidan ahorrar más que lo corriente. Pero realmente no estamos viviendo un escenario muy preocupante respecto de lo que es decisiones de inversión y consumo", diagnosticaba en aquel entonces Roberto Feletti, entonces viceministro de Economía.
Y pronosticaba una rápida normalización: "Mucha de esa gente que llevó los dólares a una caja de seguridad, va a mirar y después los devolverá al circuito económico".
Por el momento, esa posible situación parece cada vez más lejana.