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Megaoperativo de la AFIP para forzar a los productores a que vendan la soja

La soja remanente de la cosecha pasada oscila entre 1 y 1,2 millón de toneladas, lo que representaría ingresos por u$s645,4 millones
07/02/2013 - 09:45hs
Megaoperativo de la AFIP para forzar a los productores a que vendan la soja

Molesta por la reticencia de los productores agropecuarios a vender la soja remanente de la campaña pasada, y con una imperiosa necesidad de caja, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) inició ayer un megaoperativo de control de las existencias de la oleaginosa en campos y acopios de todo el país.

El objetivo es corroborar que el stock que tienen registrado efectivamente esté en los silos y ejercer presión para que vendan y así poder recaudar en concepto de retenciones. 

La soja remanente de la cosecha pasada oscila entre 1 y 1,2 millón de toneladas, según las estimaciones, por lo que representaría, al precio del cierre de ayer del mercado de Chicago, ingresos por u$s645,4 millones de los cuales el fisco nacional se queda con el 35 por ciento. 

Inspectores de la AFIP llegaron ayer en forma sorpresiva –como suelen hacer– a varios acopios de la provincia de Buenos Aires con la orden de revisar la soja disponible.

Según informó el titular de uno de esos acopios, el inspector le explicó que había sido una “orden de la Presidenta” y que tenía una larga lista de acopios para visitar en los próximos días, informa el Cronista. Fueron consultados acopios de San Antonio de Areco, Capitán Sarmiento y Arrecifes y varios confirmaron que habían recibido la visita de los inspectores de la AFIP.

El lanzamiento del megaoperativo también fue confirmado por fuentes oficiales, que explicaron que el plan para realizar un inventario de la soja disponible comenzó ayer y se extenderá, de manera masiva, durante los próximos 15 días. Si bien el organismo que dirige Ricardo Echegaray suele realizar este tipo de inspecciones una vez al año, en esta oportunidad la avanzada es mucho más exhaustiva, ya que están apelando a una multiplicidad de métodos para lograr el cometido. 

Por un lado, los inspectores tienen una lista de acopios y campos para visitar en distintas localidades del país; además, se apelará al sistema tradicional de la intimación por carta para que respondan cuánta soja tienen almacenada y por último, cuentan con la herramienta informática que les permite hacer esta campaña mucho más masiva.

De esa manera, la AFIP les consulta cuánta soja tienen y si la respuesta les hace ruido a partir de distintos cruces de información, envían la inspección para corroborar su veracidad. En otros casos, como los acopios consultados, directamente les llegó la inspección sin antes recibir ninguna notificación o intimación.

“Es un listado enorme y abarca a todo el país. El pico de intensidad será en los próximos 15 días”, confirmó al matutino una fuente del Gobierno.

Echegaray había dado señales de que investigarían cuánta soja estaban reteniendo los productores días atrás, al anunciar la recaudación de enero.

En ese contexto, el funcionario repasó los números de los derechos de exportación de los primeros meses del año pasado y concluyó que los ingresos por ese concepto representaban, en enero y febrero de 2012, 9% del total recaudado, mientras que el mes pasado apenas significaron el 5 por ciento. 

La cosecha de soja de la campaña pasada fue de 40 millones de toneladas, 22% menor a la 2010/2011, cuando se habían recolectado unas 52 millones de toneladas de la oleaginosa. La menor participación en el total recaudado puede deberse, en parte, a esto; pero Echegaray lo adjudicó a que los productores están reteniendo.

Y también es cierto que mientras que en enero y febrero del año pasado se producían, aunque a cuentagotas, algunas operaciones, este verano las ventas son casi nulas.

Por un lado, contra las proyecciones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos que no contempla contingencias climáticas en el cono sur, los sojeros creen que la cosecha será bastante menor de las 54 millones de toneladas proyectadas por las escasas lluvias y que, por ende, el precio de la oleaginosa va a subir. También retienen porque no tienen acceso al dólar oficial y con el blue la ecuación no les cierra.