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Crecen reclamos por salarios y se tensa la relación entre gremios y la Casa Rosada

Para el Gobierno fue sorpresiva la ausencia de la CGT oficialista durante el anuncio de Ganancias, del cual participaron pocos representantes sindicales
03/02/2013 - 12:43hs
 Crecen reclamos por salarios y se tensa la relación entre gremios y la Casa Rosada

La cúpula de la CGT alineada con el kirchnerismo fue la gran ausente en el Salón de las Mujeres, desde donde Cristina informó sobre los alcances de las mejoras tributarias.

La representación sindical estuvo apenas cubierta por el docente Hugo Yasky, de la CTA afín; el metalúrgico Juan Belén, ubicado en la fila 6, y Oscar Romero, un dirigente de segunda línea de los mecánicos de Smata.

En tanto, Antonio Caló y otros jerárquicos cegetistas justificaron su faltazo con las vacaciones como pretexto. Acostumbrados a ir en tropa a la Casa Rosada, el lunes pasado la ausencia de los gremialistas se hizo notar.

"Yasky, aquí diviso también a Tito Nenna, a Depetri y a otros dirigentes sindicales, ah, ¿dónde estás Belén? Estás escondido, se me escondieron todos. ¿Y dónde está Pignanelli? Ah, bueno, inaugurando un hotel", se sorprendió Cristina al constatar la ausencia de los gremialistas minutos antes del anuncio sobre Ganancias.

Según consigna el diario La Nación, el Gobierno no sólo decidió tomar cierta distancia de los sindicatos, que se creen cada vez más relegados, sino que éstos fueron en más de una oportunidad el blanco de filosos mensajes de la Presidenta.

Hubo menciones directas tanto para los alineados como para los opositores. "Los dirigentes sindicales nunca se quedan sin trabajo, los que se quedan sin trabajo son sus representados", había recalcado recientemente. .

La CGT oficialista se plegó al rechazo unánime de los sindicatos por considerar "insuficiente" la suba del 20% del piso del mínimo no imponible

"Así es Cristina, todo lo decide ella. Pero, en verdad, ¿a qué íbamos a ir? ¿A aplaudir algo que creemos que es poco y que no resuelve el tema de fondo?", analizó en voz alta un jerárquico de la CGT que ahora está de viaje por Roma.

La relación entre Cristina Kirchner y los sindicatos tuvo un quiebre cuando Hugo Moyano exhibió su ambición de disputar el centro del poder. El jefe de los camioneros, que fue aliado del kirchnerismo durante ocho años, ya no cuenta con interlocutores del Gobierno. 

Moyano tomó nota de la ausencia de sus rivales de la CGT oficialista del acto en el que se anunció la baja en Ganancias. "Tal vez no soportaron semejante clase de solución", los chicaneó ante la consulta del matutino.

El Gobierno tomó partido cuando se fracturaron las CGT y la CTA. Tiene responsabilidad, en algún modo, en la atomización sindical. La Casa Rosada reconoce ahora como sus únicos nexos sindicales a Caló y Yasky, cuyas propuestas para reformar el tributo de Ganancias no fueron ni siquiera consideradas por los funcionarios kirchneristas.

Según La Nación, Yasky se mantendrá totalmente alineado. Será así a pesar de los cortocircuitos que ya generó la paritaria nacional docente, en la que los gremios de su órbita exigieron una aumento del 30%, pero el Gobierno les ofreció apenas un 17%.

Diferente podría ser el futuro de algunos dirigentes de la CGT oficialista. El faltazo a la Casa Rosada fue parte de un mensaje de descontento. El desafío más próximo serán las subas salariales, en las que demandarán un piso del 25%, y una solución a la incertidumbre inflacionaria. Y más adelante aparecerá otro foco de conflicto: el espacio de poder en las listas de candidatos para las elecciones de octubre.

"Vamos a pedir el 33% de los lugares, como siempre", anticipó a La Nación un jerárquico de la CGT. Y hasta se entusiasmó con enumerar a los sindicalistas con ambiciones reales de convertirse en legisladores kirchneristas.