• 26/12/2024

Los 7 mandamientos que hay que tener en cuenta en una negociación con grandes inversores

En la búsqueda de inversiones, es posible que un emprendedor caiga en errores que pudo evitar sabiendo cómo actuar y enfrentar a los Venture Capital
28/05/2012 - 20:09hs
Los 7 mandamientos que hay que tener en cuenta en una negociación con grandes inversores

Al igual que en el ajedrez, negociar es un "juego" que necesita de una estrategia definida para mover las piezas adecuadamente y así lograr el objetivos. 

Libros, conferencias, cátedras, ríos de tinta, de posteos, de conversaciones interminables se han invertido en el mundo entero -por siglos- tratando de describir este complejo proceso humano en el que dos bandos que se miran a los ojos intentando llegar a un acuerdo que les permita, a partir de ese momento, seguir reinando juntos en una industria y, sintiéndose cada uno, un ganador.

En este marco, Guioteca.com relevó la información existente para elaborar una guía con los puntos clave a tener en cuenta al momento de enfrentar este proceso.

Este tema no es menor, ya que la segunda causa de muerte de un emprendimiento -después de no saber interpretar las necesidades del consumidor- es la dificultad para recaudar fondos.

A continuación, los "siete mandamientos" que hay que tener en cuenta a la hora de hablar con un potencial inversor:

1. Conocer al enemigoLos Venture Capital (VC) son capitales de riesgo que no buscan ser socios e, indiscutidamente, se aprovecharán de la ansiedad de los emprendedores, para conseguir un mejor acuerdo.

Hay que tener en cuenta que un VC promedio recibe entre 200 y 300 proyectos de inversión al año, más del 90% de ellos pierde su opción en los primeros cinco minutos de conversación.

Los más grandes VC son LAVCA (Latin American Venture Capital Association) y ACA (Angel Capital Association). Antes de ir a hablar con uno de ellos, es bueno saber todo lo posible sobre él.

2. La actitudUna buena receta es iniciar la negociación con pocas expectativas.

El proceso de conseguir financiamiento ya es difícil y complejo per-se y los emprendedores tienden a ser más optimistas que el promedio de los mortales. Por lo mismo, si las expectativas son bajas, la desilusión del fracaso también.

3. Hay una empresa esperando todas las mañanasLos procesos de negociación consumen energía, tiempo, reflexiones, pensamientos. En fin, aunque uno tenga una reunión al día, le dedicará toda tu atención a prepararla.

Pero hay que tener en cuenta la empresa sigue funcionando y, además, necesita de uno. Si los emprendedores son dos o tres, es mejor dividir las funciones rápidamente. No hay que perder de vista que lo más importante es la empresa propia, no los inversionistas.

4. Centrarse en la oportunidad de mercadoLos startup no ganan dinero por liderar una excelente ronda de inversiones, sino por hacer un producto o concebir un servicio que está llenando una oportunidad de mercado. Ahí debe estar uno. Es cuestión de juntar el dinero rápido y trabajar.

5. La independenciaEl que un emprendimiento le permita a alguien vivir -aunque sea con lo mínimo necesario- le gusta a los inversionistas.

De alguna manera el emprendedor no necesita de ellos para financiar el alquiler de su departamento y sus gastos de comida mensual.

En el fondo, no les gusta ver emprendimientos en que su número uno morirá de inanición si ellos no ingresan a la propiedad.

6. Conservador, aunque cuesteLo natural es que los emprendedores se entusiasmen más de la cuenta al levantar fondos y quieran dinero para todo. Pero esa es una mala estrategia.

El mejor consejo es encarar la búsqueda como si uno estuviera mal, ya que cuando se pasa un momento complicado se tiende a ser más conservadores.

7. Redactar estrategias de salida para el emprendedor y el inversionistaLos VC recién están entrando a la empresa, contentos por el futuro de alta rentabilidad que se les avecina, y el emprendedor está más que feliz por los recursos frescos para crecer.

Sin embargo, es muy fácil que el optimismo y las buenas ganas de trabajo conjunto desparezcan sin saber cómo.

Para esos momentos de crisis, más vale haber negociado bien cómo se retirarán las partes en caso de conflicto. De lo contrario, el problema puede ser mucho más duro que la más exigente de las rondas de inversión.