Las frutas, junto con las verduras, son uno de los principales pilares de una alimentación saludable. Su consumo resulta fundamental para adquirir los nutrientes necesarios que el cuerpo necesita para funcionar adecuadamente.

Además, su versatilidad permite consumirlas en cualquier momento del día, por lo que pueden formar parte del desayuno, ser un postre en el almuerzo o en la cena, o simplemente una colación entre comidas principales.

Pero no todas las frutas son iguales. Si bien todas son alimentos saludables, cuyo consumo es esencial, cada una tienen propiedades diferentes al resto. Asimismo, el valor calórico varía de una a otra, dado que las características son distintas. Saber elegir qué fruta comer es fundamental en función del tipo de alimentación que lleve cada persona.

Ciruelas

La ciruela está constituida principalmente por agua e hidratos de carbono. Tiene un contenido prácticamente nulo de proteínas y grasas. Los componentes más importantes desde el punto de vista nutricional, sin embargo, son la alta cantidad de fibra y de antioxidantes que posee.

Tal como su nombre lo indica, la propiedad de los antioxidantes es evitar que las células del cuerpo se oxiden y envejezcan de manera precoz. Además, protegen de las enfermedades cardiovasculares porque ayuda a que no se acumule colesterol en las arterias.

Según la preparación de la ciruela a la hora de consumirla, los valores nutricionales pueden variar. Si se come como fruta fresca cada 100 gramos tiene 48,10 calorías. Tal como se mencionó tiene poca materia grasa, 0,17 gramos por cada 100 gramos y 10,20 gramos de azúcares. Una sola ciruela, entonces, tendría cerca de 30 calorías, que es una cantidad baja y además cargada de nutrientes.

Durazno

El durazno es otra de las frutas que abundan en la temporada de verano. Al igual que la ciruela está cargado de antioxidantes y tiene un sabor dulce y refrescante. Es una fruta rica en vitaminas A, B1, B2 y C, por lo que su consumo contribuye a una alimentación balanceada y nutritiva, al igual que a la prevención de una serie de patologías.

En relación a las calorías, por supuesto que es necesario considerar el tamaño de la fruta. Si se trata de una pieza estándar, las calorías rondan las 70. Además, es importante saber que en cien gramos de duraznos hay casi 9 gramos de azúcar.

Uva

Las uvas también aparecen y se consumen con frecuencia en verano. Con una alta carga de vitaminas A, B1, B2, B3, C y K, así como minerales y antioxidantes, son una de las frutas más completas para elegir, desde el punto de vista nutricional.

Dado que no se consumen por unidad, las calorías se miden cada 100 gramos. Así, por esa cantidad las uvas tienen 65 calorías.

En relación a este producto es necesario hacer una aclaración. Dado su alto contenido de carbohidratos, glucosa y azúcares, se desaconseja su consumo en paciente diabéticos o con patologías metabólicas similares. En este grupo de personas se recomienda ingerir otras frutas y verduras, que tengan cantidades más bajas de glucosa y azúcares, precisamente porque pueden resultar perjudiciales para su salud.

Sandía

Diurética, refrescante y rica en vitamina C, B y potasio, la sandía es una fruta ideal para consumir en un día sofocante y húmedo. ¿Su principal ventaja? Cuenta con apenas 15 calorías cada 100 gramos, por lo que se puede comer sin alterar la ingesta calórica total del día.

Pomelo

Es una fruta muy baja en calorías y muy rica en fibra y vitamina C, al igual que otros cítricos como la mandarina y la naranja, por ejemplo.

¿Cuántas calorías tiene? 26 cada 100 gramos, es decir que un pomelo grande tiene entre 50 y 60 calorías, dado que pesa cerca de 250 gramos.