La construcción se esperanza con un rebote: hay claros signos de mejora en venta de materiales
En medio de la ola de malas noticias, hubo un dato que pasó algo inadvertido: la construcción, una de las "locomotoras" de la economía que estaba "apagada", es una de las pocas excepciones que ha mostrado algunas señales positivas.
El indicador difundido el martes por el Indec marca que en el primer trimestre del año el índice de costo de la construcción aumentó 5,2 por ciento. A primera vista luce negativo, pero la cifra representa la mitad de la suba que tuvieron, en el mismo período, el dólar y el índice general de inflación.
Es así que, con cautela pero sin disimular el optimismo, las empresas que motorizan la comercialización de materiales poco a poco comienzan a hablar de "una luz al final del tunel".
Ocurre que, aunque en términos interanuales las ventas aún se mueven en terreno negativo, el primer trimestre del año cerró con signos evidentes de una recuperación en la demanda de insumos clave para apalancar los desarrollos inmobiliarios.
Así, y tras un cierre de 2018 realmente negativo, enero culminó con suba superior al 3,3 por ciento respecto de diciembre. Febrero, en tanto, mostró un incremento del 5,3% en comparación con el mes previo, y ya marzo concluyó con una suba intermensual de casi 10%.
Si bien en el sector reconocen que las cifras actuales aún se encuentran lejos de ubicarse en el "punto de equilibrio" que pretenden los proveedores de materiales, existe una coincidencia al momento de catalogar a esta tendencia positiva como un efecto "rebote".
"Nos estamos recuperando. Es incipiente pero es lo que está ocurriendo. Hoy tenemos una actividad de la construcción con mejor ritmo y eso se evidencia en la manera en que los distribuidores están renovando sus stocks de materiales. Quien hace la reposición entiende que es un momento de mayor venta", sostuvo ante iProfesional Pedro Brandi, presidente de Grupo Construya, organización que nuclea a los once principales proveedores de insumos de esta rama de actividad.
Dólar y oportunidad
El empresario explicó que buena parte de la demanda renovada responde a la baja de los costos medidos en dólares. Y si bien en los últimos años el pulso de la construcción estuvo determinado por la obra pública, Brandi señaló que ahora la mayor incidencia corre por cuenta de la obra privada, en un contexto en el que el Estado viene sacando el pie del acelerador por la presión que existe para achicar el déficit.
"Para quien tiene dólares, con la escapada de los últimos meses la construcción se le abarató por lo menos un 30 por ciento. Hoy construir sale más barato incluso en comparación con otros momentos de crisis. El creciente impulso no viene solo del lado de empresas. También de particulares, que tienen ahorros en dólares y entienden que existe una oportunidad y se deciden a invertir. Por eso creemos que a fines del año pasado fue cuando se tocó el piso y ahora estamos en pleno rebote", añadió Brandi.
El directivo recalcó que "las refacciones empezaron a traccionar la demanda de materiales. A fines del año pasado hubo una caída fuerte por efecto del freno en la obra pública. Hoy ese rubro sigue bajo y se siente. Por eso ahora el amperímetro lo están moviendo bastante los particulares, especialmente los que tienen divisas guardadas, que ven que pueden hacer una diferencia", aseguró Brandi.
La visión del presidente de Construya es compartida por otros jugadores del sector. Desde la comisión directiva de la Asociación de los Empresarios de la Vivienda (AEV) uno de sus representantes, Franco Galicchio, se animó a hablar de "recuperación", luego de que en diciembre pasado la construcción haya sufrido uno de los peores bajones en casi una década.
"Consideramos que se tocó un piso en diciembre. Más allá de que pueda haber algún que otro mes malo hacia adelante, no prevemos que se registre una caída tan fuerte como la del cierre de 2018. Hoy este movimiento hacia arriba se hace más evidente en Buenos Aires, ya que en el interior la caída del año pasado no fue tan fuerte", dijo a iProfesional.
El directivo coincidió con Brandi en la incidencia del dólar y el abaratamiento de los precios de la construcción en esa moneda como variables determinantes a la hora de entender el cambio de tendencia.
"Mucha gente comenzó a avanzar con refacciones por este avance de la divisa, que no se tradujo en un salto de los valores en pesos de los materiales en la misma magnitud. Por eso hay una recuperación interesante en la venta de cerámicos, yeso, ladrillos, cemento y también acero", detalló Galicchio.
En paralelo, señaló que en un contexto de altas tasas, todavía es posible encontrar algunas líneas de crédito interesantes, como la que ofrece el Banco Ciudad. Sin embargo, consideró que el grueso del movimiento surge de particulares que echan mano a sus ahorros.
José Rozados, CEO de Reporte Inmobiliario, también se refirió al dólar como factor clave en el escenario actual de mejora: "Los inversores están aprovechando la baja del costo en términos de divisas. Sacan los billetes verdes de abajo del colchón y lo destinan a obras. Por eso es que se ven mucho pequeñas construcciones, terminaciones o refacciones. Esto mejoró, a diferencia de la baja que se viene dando en este último tiempo en la obra pública", dijo a este medio.
Y lo puso en términos prácticos: "Hace un año, el desarrollo de un metro cuadrado demandaba un promedio de u$s1.100. Hoy, la misma unidad demanda u$s800. Hablamos de bajas que pueden alcanzar a un 30 por ciento de un año a otro. Esa diferencia se está aprovechando hoy".
Desempleo: se frena la sangría
A la par de esta mejora, Galicchio expuso que además se desaceleró la caída de los puestos de trabajo en la construcción.
El representante de la AEV aseguró que la actividad logró mantener el piso de los 400.000 empleos vigentes, más allá del notable bajón registrado también en el último tramo de 2018.
"UOCRA coincide en que se desaceleró la baja. Si bien no hay un fuerte aumento en la generación de puestos de trabajo, al menos se terminó consolidando un piso de 400.000 ocupados. Esto es positivo, porque había proyecciones que estimaban que podían recortarse otros 50.000 puestos. Ahora, si se confirma el cambio de tendencia, se puede aspirar incluso a mejorar un poco estas cifras", aseveró.
Según un informe de coyuntura del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (IERIC), durante el primer mes de 2019 hubo 405.364 puestos de trabajo formales en esta actividad.
Al comparar con diciembre de 2018, se observó una mejora del 1%, lo que refleja "una evolución atípica del empleo sectorial para un enero", tal como señalaron los analistas en el reporte.
El indicador de empleo promedio exhibió un "significativo impulso" que lo llevó a alcanzar en enero los 14,2 puestos de trabajo registrados por empresa, puntualizó el IERIC.
Aumentan los metros
Ante la consulta de iProfesional, Rozados, de Reporte Inmobiliario, reconoció la mejoría e, incluso, señaló que sobre todo en el último bimestre se hizo evidente un incremento en la cantidad de metros permisados para nuevas obras.
"Los números en términos de metros empezaron a moverse en terreno positivo a nivel nacional. Según el INDEC, unos 60 municipios incluyendo Capital Federal mostraron un alza sobre todo en el último bimestre. De hecho, en los relevamientos de este año notamos una mayor cantidad de obras activas respecto del año pasado. Hay muchos proyectos que se han puesto en marcha ahora", afirmó, si bien se mostró más cauteloso que otros referentes del sector a la hora de hablar de "recuperación plena".
Al margen de lo que viene ocurriendo con la mayor demanda de materiales para la construcción, lo cierto es que los precios de las propiedades muestran cierta estabilidad.,
Un informe de la UADE muestra que en el caso de los departamentos nuevos, en febrero, se registró una contracción interanual de 1,5 por ciento, mientras que los usados aumentaron 5,3 por ciento.
Sin embargo, no es menor el dato de que se derrumbó el poder adquisitivo de los salarios en términos de ladrillos: ahora, para adquirir un metro cuadrado de una propiedad nueva se necesitan cuatro remuneraciones promedio, según el índice de la UADE, mostrando un deterioro del 40% el último año.