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Incertidumbre electoral en Brasil: el mercado financiero mira con recelo a Bolsonaro y Haddad

Los analistas no terminan de aceptar a ninguno de los candidatos y advierten que lo que importa es cuál será el verdadero programa económico
06/10/2018 - 00:10hs
Incertidumbre electoral en Brasil: el mercado financiero mira con recelo a Bolsonaro y Haddad

Brasil enfrentará su próxima elección nacional en medio de la mayor incertidumbre económica en cien años, con la perspectiva cierta de que se complete una nueva “década perdida”, en un país acostumbrado a elevadas tasas de crecimiento anual.

La importancia de estas elecciones es manifiesta, ya que no solo tendrán consecuencias a nivel interno, sino que se extenderán a toda la región.

Según Shelly Shetty, responsable del equipo de calificaciones soberanas para las Américas de Fitch, “las elecciones son impredecibles y hay considerables políticas asociadas con ellas. Son importantes para el curso futuro de Brasil dado el alto déficit fiscal y las desafiantes perspectivas de crecimiento”.

Los efectos de contagio más amplios para el resto de la región dependerán del desempeño económico que se produzca en Brasil en la próxima administración”.

“Si el próximo gobierno puede avanzar en reformas estructurales para mejorar las perspectivas de las finanzas públicas y el crecimiento, podría beneficiar a las demás economías, ya que proporcionaría la base para un entorno más estable”, apunta Shetty.

Un estudio reciente de la firma financiera internacional Tullett Prebon evaluó que el producto bruto interno (PIB) brasileño habrá crecido en promedio entre el 2011 y 2020 menos de 1%, lo que determinará un estancamiento del ingreso per cápita.

A la situación se llegó luego de una profunda recesión entre el 2014 y 2016, a lo que siguió una economía que carece de la fuerza para empujar al país a un crecimiento fuerte. El año pasado Brasil se expandió un 1% y este año la situación prevista es muy similar, en torno al 1,5%.

Cabe recordar que el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su último reporte de previsiones de crecimiento, rebajó el pronóstico para Brasil del 2,8% para este año que había emitido en abril, hasta el 1,8% actual, lo que impactó fuertemente en el dato para el conjunto de Latinoamérica, que bajó desde el 2% a 1,6%.

A partir del próximo cambio de gobierno aparecen algunos pronósticos algo más optimistas, donde se habla de promedios de 2,5%, pero incluso así esa situación no llega a cambiar totalmente el panorama tras la fuerte caída de los años anteriores.

Cautela en los mercados

De todos modos, la incertidumbre política no se disipa porque los próximos comicios parecen concentrarse en los dos candidatos que “los mercados” más recelan.

Desde ya que todo lo que tenga que ver con el Partido de los Trabajadores (PT), que lidera Lula Da Silva y que lleva como candidato a Fernando Haddad, es cuestionado por el mundo de las finanzas y buena parte de los intereses industriales de San Pablo.

Pero también hay problemas con la candidatura de Jair Bolsonaro, a quien la revista “The Economist” definió como “la amenaza más reciente de América Latina”.

“El segundo nombre de Bolsonaro es Messias, con lo que promete la salvación, pero en realidad es una amenaza para Brasil y para América Latina”, cuestionó la revista británica.

La falta de alternativas viables llevó a que nuevamente este año se mencione la palabra “frustración” en términos económicos, pues si bien en enero se estimaba un crecimiento del orden del 3%, ahora los analistas se conforman con un 1,3%.

"En el mercado hay una tendencia mayoritaria a favor de Bolsonaro, que ya presentó a su ministro de Hacienda, Paulo Guedes. El PT siempre causa resquemor a los inversores", declaró Alexandre Schwartsman, ex director del Banco Central y consultor financiero.

En ese marco, el establishment brasileño prefiere a Bolsonaro, pero en las últimas horas su campaña tuvo problemas en el mensaje económico.

Su “economista estrella”, Guedes, quien busca darle una pátina “liberal” a un candidato de extrema derecha, habló de recrear un impuesto a las transacciones financieras y una tasa a los dividendos, lo que generó un gran ruido político.

El clima también impacta en los consumidores: en julio se registró la primera caída en las ventas minoristas luego de 15 meses de alzas.

La incertidumbre también fue expresada por el Banco Central, que mantuvo esta semana las tasas de interés en niveles mínimos históricos, pero no dejó de advertir sobre la posibilidad de que la inflación se acelere ante las indefiniciones políticas.

Contagio argentino

La cadena británica BBC, en su edición brasileña, agregó un elemento a este panorama a través de una larga nota en la que evaluó el impacto que la crisis económica argentina tiene en el vecino país.

Una inflación galopante, pedidos de préstamo al FMI y desvalorización de la moneda. Las noticias económicas que vienen de la Argentina desaniman cada vez más, ¿harán empeorar la ya difícil crisis brasileña?”, se preguntó el medio internacional.

Este menor crecimiento y la incertidumbre electoral se vieron reflejados en la evolución del iBovespa, el indicador líder de la Bolsa de San Pablo. Hasta no hace muchas semanas llegó a caer cerca del 8%, pero bastó que Bolsonaro fuese apuñalado el 7 de septiembre, para que el mercado “se diera vuelta” y en la actualidad gana un 7%.

"El trágico acontecimiento comportó una suba de los activos brasileños al considerar los inversores que el líder de extrema derecha ahora podría tener más posibilidades de hacerse con la victoria", señala Claudia Calich, especialista en mercados emergentes de M&G.

En tal sentido, "la victoria de Bolsonaro tendría un efecto neutro a corto plazo y probablemente positivo en el largo", considera Alex Fusté, director de gestión de Andbank España.

Menos atractivo para el mercado resulta Haddad: "Su victoria tendría, a priori, un efecto negativo, aunque sólo sea por los recuerdos de las nefastas políticas fiscales del PT en el pasado", explica Fusté.

Pese a todo, los analistas consideran que resulta tranquilizador que este candidato ya tenga en mente el perfil del que sería su ministro de finanzas, alguien que mantenga buenas relaciones con el mercado en lugar de un político.

El apoyo a Bolsonaro ha crecido "al confirmar algunos de sus asesores sus planes de privatizar activos estatales, incluida la joya de la corona, Petrobras", explica en Bond Vigilantes, un blog de la gestora de M&G.

La venta de activos, argumentan, debería reducir una deuda que alcanzó el 74% del PIB el año pasado.

Reducción del gasto

"Brasil necesita un importante control del gasto y, más que el candidato que venza, lo relevante es quién dirija la economía", apunta Ignacio Perea, director de inversiones de Tressis.

"Nos preocupa la capacidad de la nueva administración para aprobar las iniciativas de urgente consolidación fiscal que se precisan", señala Gustavo Rangel, economista jefe para Latinoamérica de ING.

Sobre este punto, los analistas del banco Itaú agregan que “Brasil cuenta con un nivel elevado y creciente de deuda pública, por lo cual se requieren reformas que conduzcan al déficit público a niveles más sostenibles. El resultado de las elecciones es determinante, ya que de éste depende la probabilidad de éxito de dichas reformas”.

Rangel agrega que es probable que se produzca un rally del real justo antes o justo después de las elecciones, "bien porque aumenten las opciones de Bolsonaro, bien porque Haddad muestre su intención de desarrollar una agenda económica responsable".

En tal sentido, el candidato del PT intenta seducir al mercado financiero, para lo cual analiza anunciar anticipadamente el nombre de su eventual ministro de Hacienda.

Fuentes próximas a Haddad estiman que el anuncio del hipotético titular de Hacienda demostrará que su gobierno "será moderado y sin grandes rupturas en la economía", según publicó el diario Folha de San Pablo.

El anuncio del posible ministro de Hacienda es un tema que Haddad consultó con su padrino político, el expresidente Lula da Silva, que está preso por corrupción en la Superintendencia de la Policía Federal en Curitiba.

Según Folha, Lula recomendó a Haddad que presente a su elegido para Hacienda sólo después de al primera vuelta del 7 de octubre.

Entre los candidatos al cargo se menciona a Guillermo Mello, profesor de la Unicamp y portavoz del PT en cuestiones económicas durante la campaña.

También está Marcio Pochmann, que fue presidente del Ipea (Instituto de Investigación Económica Aplicada) en los gobiernos Lula y Dilma y el principal colaborador del programa económico de Haddad.

Otro nombre en danza es el de Nelson Barbosa: profesor de FGV-Brasilia y ex ministro de Dilma Rousseff.

Y está el propio Haddad. Doctor en Economía, participó en la gestión financiera de San Pablo. Aliados dicen que él es su propio aval en el área económica.

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